Comentario a la Ponencia Presentada por el Académico Carlos A. Leon Saltos

Académico Humberto Roselli Quijano
Sesión Solemne del 22 de octubre de 1998

Agradezco el honor de haber sido designado para comentar el trabajo del Profesor Carlos A. León con motivo de su posesión como Miembro Honorario de la Academia Nacional de Medicina.

He tenido la buena fortuna de conocer y de alternar con el profesor León casi desde su vinculación al país en 1955, cuando fue seleccionado como docente de Psiquiatría de la recién fundada Facultad de Medicina de la Universidad del Valle.

La designación que entonces hizo el profesor Gabriel Velásquez Palau, como la de casi todos los profesores que escogió en esa época, demostró haber sido por demás acertada, dada la brillante trayectoria del entonces joven Profesor y los logros sobresalientes del Departamento de Psiquiatría por él fundado y sostenido desde entonces.

El Profesor León estudió medicina en la Universidad Central del Ecuador, su país natal, y fue discípulo entonces del Profesor de Psiquiatría doctor Julio Endara, siendo su interno al finalizar la carrera. Como estudiante de medicina tuve la ocasión de conocer al Profesor Endara en su visita a Bogotá en 1944 y de oírle sus conferencias.

Fue el primero que habló en Colombia del Psicodiagnóstico de Rorschach, lo que, de paso, indujo la Tesis de nuestro recordado expresidente Juan Jacobo Muñoz: “El Psicodiagnóstico de Rorschach y sus aplicaciones clínicas” (1947).

Al graduarse de médico el doctor León pasó enseguida a los Estados Unidos en donde culminó su formación como psiquiatra y psicoanalista en la Universidad de Tulane (New Orleans) bajo la dirección del Profesor Robert G. Health.

Una de sus primeras actividades en el campo profesional fue su vinculación con la psiquiatría colombiana en la Universidad del Valle, a la cual ha sido invariablemente fiel desde entonces.

Le he considerado siempre como el primero de los psiquiatras colombianos contemporáneos y, desde el merecido puesto de liderazgo que ha ocupado sin proponérselo, ha propiciado varios cambios radicales en los “paradigmas” del pensamiento psiquiátrico nacional, para que entremos de lleno en el tema de su brillante conferencia.

Recién incorporado a la Universidad del Valle participó ya en forma activa en el cambio de la orientación docente de la psiquiatría, que hasta entonces seguía el modelo de la escuela francesa, que destacaba el diagnóstico descriptivo, las sutilezas del diagnóstico diferencial y las especulaciones elocuentes de la clínica de entonces, admirablemente personificada por muchos lustros entre nosotros por el Profesor Edmundo Rico, Presidente en dos ocasiones sucesivas de esta Academia.

La influencia de la escuela francesa fue entonces sustituida por la psiquiatría dinámica basada en el psicoanálisis, que era la que predominaba en los Estados Unidos desde la segunda postguerra.

A esta sustitución de paradigmas contribuyeron no solamente la llegada de los primeros psicoanalistas colombianos sino la expansión de la psicofarmacología y el cambio de orientación en la docencia psiquiátrica estimulada, al lado del doctor León, por otros jóvenes psiquiatras formados en los Estados Unidos, entre quienes recordamos a Alfonso Martínez Rueda en Bogotá, Héctor Ortega Arbeláez y Pablo Pérez Upegui en Medellín, etc. (Ver: Revista de Medicina: Junta, Volumen 21 No. 1 (49))

Como lo ha señalado ya el Profesor León en su intervención, a partir de mediados de siglo, el predominio de la orientación psicodinámica en psiquiatría se ejerció en forma prevalente y constituyó un modelo al cual nos adherimos en forma entusiasta y apasionada.

¿Qué queda hoy de esta preeminencia de lo dinámico en la “década del cerebro” y en el auge de la “psiquiatría biológica” a que hoy asistimos? Hace algunos años el Profesor Glenn Gabbard de la Clínica Menninger, se plan-teaba ya a qué papel podría quedar reducida la psiquiatría psicodinámica en la “década del cerebro” (1) concluyendo que su relevancia se vería incrementada por la íntima conexión existente entre los factores psicosociales y los neurofisiológicos en la etiología y patogenia de los trastornos psiquiátricos:

las intervenciones psicoterapéuticas muestran tener un profundo impacto sobre la neurofisiología y las investigaciones, tanto en primates como en humanos, sugieren que las influencias psicológicas producen también cambios permanentes de naturaleza neurobiológica.

Así, la primera mutación en los paradigmas psiquiátricos que señala el Profesor León, se refiere al auge de la psiquiatría biológica que, con base en la proliferación inmensa de trabajos sobre neurotransmisores, sinapsis, localizaciones neuro psicológicas y psicofarmacología, parece indudable.

Aunque algunos psiquiatras suponen que tal cambio va a conducir a que la psiquiatría pierda el campo de la psicoterapia para cederlo a la psicología, no parece fácil concebir una psiquiatría sin psicoterapia como lo han señalado ya otros autores (2).

Siguiendo los intereses de las investigaciones del Profesor León a lo largo de su docencia, encontramos que han sido múltiples y que él, al igual que el Profesor Health, ha disfrutado de una “amplitud conceptual” suficiente, que le ha permitido ir de lo psicodinámico a lo neurobiológico y a lo psicosocial.

Buena parte de sus trabajos iniciales tuvieron que ver con el medio universitario y luego con aspectos folklóricos y populares de nuestra realidad nacional como el espanto, el mal de ojo, la formación del chamán y los duendes, trabajo que él mismo acaba de citar.

No le ha sido extraño el tema candente de la violencia colombiana y, a mi entender, los dos estudios más importantes que se han hecho sobre la psiquiatría de la violencia en Colombia, han sido los que leyó en dos congresos de la Asociación Americana de Psiquiatría en 1967 y 1987, mereciéndole este último el Premio Simón Bolívar de dicha Asociación. Anoto que, tal vez por excesivo respeto o delicadeza con su país adoptivo, estos trabajos son conocidos únicamente en inglés.

Gracias a la gestión del doctor León se fundó en Cali en 1978 el Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud OMS en Salud Mental, que ha cumplido desde entonces importantes tareas en la investigación, divulgación y adiestramiento en salud mental, siendo el primero en Suramérica.

Desde su vinculación en 1968 al Estudio Piloto Internacional de Esquizofrenia desarrollado por la Organización Mundial de la Salud OMS en 9 países de culturas diferentes, uno de los cuales fue Colombia, a cargo del grupo del Profesor León, tal vez lo medular de sus investigaciones se han orientado desde entonces a la evolución, seguimiento y pronóstico de los pacientes esquizofrénicos, en lo cual ha obtenido hallazgos sorprendentes que le permiten ahora esbozar un cambio del paradigma que venía siendo tradicional para esta enfermedad.

Se ha considerado que la esquizofrenia es el mayor reto que ha afrontado en este siglo la psiquiatría, comparable a lo que representaron la histeria o la parálisis general para la psiquiatría del siglo XIX. El día que se logre esclarecer, comprender y dilucidar el mecanismo íntimo del proceso esquizofrénico, habrá obtenido la psiquiatría el triunfo más relevante en sus anales.

Para el cambio en el paradigma sobre la esquizofrenia como enfermedad deteriorante y progresiva, noción que venía desde Kraepelin y su pronóstico pesimista de la Demencia Precoz y que había persistido a lo largo del siglo, a pesar de concepciones menos sobrias y de los avances terapéuticos actuales, debemos al doctor León y a su equipo, uno de los seguimientos más prolongados de la literatura psiquiátrica, que confirma lo que ya se mencionaba en las observaciones después de dos y cinco años del Estudio Piloto, a saber: que los enfermos de los países menos desarrollados mostraban una evolución más favorable que los de los países altamente desarrollados.

En el seguimiento de 26 años, de los cien pacientes caleños que fueron incorporados al estudio inicial, se comprueba que en la mitad de los casos desaparecieron los síntomas encontrados inicialmente y la mayoría de los pacientes habían mejorado sus condiciones socioeconómicas en relación con lo encontrado al principio.

El estudio considera: “Las conclusiones, en su conjunto, ofrecen una visión esperanzada y optimista de la evolución a largo plazo de la esquizofrenia, que desmiente la tan arraigada noción tradicional del deterioro causado por el trastorno” (4).

Estos hallazgos, que han sido aceptados en el plano internacional, nos permiten asistir, como testigos de primera fila, al movimiento envolvente del progresivo cambio de un paradigma.

En cuanto al tercer cambio paradigmático que el Profesor León proyecta hacia el futuro, referente al creciente papel protagonístico que tendrá el cerebelo en los trastornos afectivos, este cambio se basa en los estudios del Profesor Health dados a conocer hace ya 25 años y que no han tenido la resonancia que merecían. En la avalancha de investigaciones neurofisiológicas a que asistimos, no sería nada raro que las ideas originales de Health fueran revaluadas en el sentido que esboza nuestro nuevo Académico.

En particular me ha llamado la atención uno de los hallazgos de Health en el sentido de que la estimulación del vermis del cerebelo inhibe las emociones subversivas, en especial la agresividad y la violencia. Ojalá no esté lejano el día en que se lograra un mediador neuroquímico que actuara a grande escala sobre el vermis cerebeloso, pues buena falta le haría a no escasa porción de la población colombiana.

Ante el riesgo de que las diferencias entre la psiquiatría biológica y la psiquiatría dinámica produzcan un cisma en la especialidad que vuelva a disociar la mente y el cuerpo, el Profesor León aboga por un retorno al modelo bio-psicosocial propuesto por Engel hace más de 20 años.

Afortunadamente este modelo se viene enseñando en buena parte de las facultades de medicina del país, aunque está seriamente amenazado por las nuevas modalidades de la práctica médica que restringen al máximo el tiempo médico y limitan la posibilidad de establecer una buena relación médico – paciente. Modelos posteriores como la medicina basada en la evidencia o la info-medicina al parecer no tienen tan en cuenta los factores psicosociales en la enfermedad.

No se ha limitado el Profesor León en su exposición a darnos cuenta de los tres cambios de paradigmas de que ha sido testigo, sino que, con la autoridad que le dan su experiencia y erudición, nos traza un completo panorama de lo que es la psiquiatría actual, sus proyecciones, alcances y peligros.

El auge de los procedimientos y prácticas parasicológicos, regresivos, mágicos y esotéricos a que asistimos, desconcierta no sólo a los psiquiatras sino a los médicos en general.

Parecida perplejidad nos causan las proyecciones que están comenzando a tener tanto la biología molecular como la expansión de las comunicaciones a través del ciberespacio, el Internet, el correo electrónico y, sobre todo, las proyecciones que se desprenderán de la física cuántica, la ingeniería genética, etc., cuyas aplicaciones al conocimiento de la mente humana y al tratamiento de sus trastornos seguramente no alcanzaremos a conocer.

El Profesor León fue uno de los fundadores de la Sociedad de Psiquiatría, que ahora cumple 37 años y fue su Presidente en 1966. Actualmente es su socio honorario y la Sociedad en su Congreso de 1966, a través de su Revista le otorgó el primer premio a “la vida y obra de un psiquiatra colombiano”.

No puedo dejar de mencionar la afición artística del Profesor León y su diletantismo en la pintura, que sus actividades profesionales le han impedido ampliar como debiera. Igualmente deseo mencionar su ejemplar vida familiar en la que su señora Nazle Galat de León y sus hijos: tres de los cuales han seguido en forma cercana la carrera del padre, han constituido el mejor soporte y el estímulo definitivo para su importante trayectoria.

Para finalizar, vuelvo con un “paradigma” (en el sentido figurado del término) que se suele repetir cada vez que la Academia recibe un distinguido científico en su seno: que evidentemente le hace un honor al recipiendario pero que a su vez se honra a sí misma al recibirlo. Creo que en este caso la verdad confirma ampliamente el aserto.

Referencias

1. GABBARD, Glen O.: Psychodynamic Psychiatry in the “Decade of Brain”. Am. J. Psychiatry 149:8, August 1992, 991-998.
2. SACKS, Herbert S.: Postmodernism: The Risk to Western Tradition and Psychiatry. Psy-chiatric News. Vol XXXIII No. 8, April 17, 1998, p.3.
3. LEON, Carlos A.: El Estudio Piloto Internacional sobre Esquizofrenia, sus implicaciones para la América Latina. Acta Psiquiat. Psicol. Amer. Lat., 1976, 22, 167.
4. LEON, C.A. y LEON, Agatha: Curso Clínico y Evolución de la Esquizofrenia en Cali. Un estudio de seguimiento de 26 años. Salud Mental (México) Vol 19, No. 2, Junio 1996, pp.12-35.

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *