Medicina, Sordera Profunda y Trasplantes Cocleares
D,: Juan Manuel García G. *
Lic. Clemencia Barón de Otero **
D,: Augusto Peñaranda ***
,: Jorge García G. ****
Resumen
Presentamos los resultados obtenidos en 18 pacientes pre, peri y postlinguales implantados con el sistema multicanal Nucleus Mini 22. Los beneficios varían en los diferentes grupos de pacientes debido a los múltiples factores que intervienen.
El factor de mayor importancia es, sin lugar a dudas, el tiempo de duración de la sordera e igualmente significativa es la edad de aparición de la pérdida auditiva. Es así como en nuestros pacientes con sorderas de corta evolución, que se manifiestan después de una completa adquisición del lenguaje (postlingual), los beneficios del implante coclear han sido inmensos y casi inmediatos, lográndose en la mayoría de los casos discriminación auditiva abierta.
En los niños con pérdidas congénitas los beneficios se han obtenido a más largo plazo, pero es también factible llegar a obtener en condiciones óptimas discriminación abierta sin uso de claves visuales.
Los logros en pacientes adultos con sorderas de larga evolución, aunque inferiores a los dos grupos anteriores, muestran sin embargo una importante mejoría a nivel de percepción de rasgos prosódicos y han mejorado significativamente- la discriminación apoyada en claves visuales. (Acta de Otorrinolaringología 1994; 22: 92-100) (Lea también: Sordera Profunda, Resultados)
Introducción
Los implantes cocleares multicanales son actualmente una herramienta eficaz en la rehabilitación de la sordera neurosensorial profunda bilateral, congénita o adquirida, en individuos en quienes los audífonos convencionales no ofrecen ningún beneficio.
Los resultados de numerosos estudios muestran significativa mejoría de niños y adultos con sordera postlingual en la habilidad para discriminar auditiva mente el lenguaje, logrando una gran mayoría de ellos discriminación solamente auditiva con el uso del implante coclear multicanal (1,2,3).
Los niños con pérdidas congénitas o prelinguales han demostrado también importantes logros con los implantes multicanales (4, 5).
Pocos estudios se han realizado sobre los beneficios que ofrece el implante coclear multicanal en pacientes adultos con sorderas prelinguales de larga evolución; los informes indican claros logros en la percepción de rasgos prosódicos del habla y mejoría en la discriminación auditiva con apoyo visual, entre otros (6, 7,8).
Los beneficios del implante coclear son variables y no existen índices claramente predictores que garanticen un determinado nivel de eficiencia del mismo. De todos los factores incidentes, tal vez los dos únicos que son claramente significativos con relación a los resultados obtenidos son la edad de aparición de la sordera y la duración de la misma (9,10).
En el presente artículo presentamos los resultados en 18 pacientes que están siendo rehabilitados por nuestro grupo multidisciplinario con el implante multicanal nucleus de 22 canales.
El primer procedimiento quirúrgico se realizó en Colombia en septiembre de 1992 y el Implante Coclear fue programado en diciembre del mismo año. Ala fecha han sido operados 32, pacientes, 4 de los cuales aún están en período postoperatorio inmediato, esperando dar inicio a la programación del procesador.
Los resultados han sido claramente diferentes en función de la duración de la sordera y la edad de aparición de la misma, pero ha sido una constante en todos los pacientes el mejorar en forma evidente su calidad de vida.
Materiales y métodos
De los 18 pacientes que están siendo actualmente rehabilitados con el implante coclear multicanal Nucleus Mini 22, adultos son 12 (con edades entre 22 y 44 años) y 6 son niños (con edades entre 4 y 13 años), todos con sordera neurosensorial profunda bilateral.
De los 12 pacientes adultos, 4 tienen sordera adquirida postlingualmente (con una duración de 4 a 13 años), 2 con pérdida auditiva adquirida perilingualmente (hacia los 4 años de edad) y los 6 restantes presentan sordera congénita o adquirida (en los 2 primeros años de vida).
Todos se comunican oralmente, algunos de ellos apoyados en signos; trabajan y conviven en grupos sociales de oyentes y tienen alta motivación hacia la comunicación oral/aural. De los 6 niños implantados, 5 presentan sordera congénita o prelingual y 1 sordera adquirida a los 4 años de edad (perilingua1); 4 de ellos asisten al colegio regular y 2 a escuelas especiales.
Previamente a la cirugía todos los pacientes fueron sometidos a una exhaustiva evaluación otológica y audiológica, unida al estudio de sus habilidades lingüísticas, motivación y expectativas del individuo y su familia. La selección de los pacientes se basó en estrictos criterios (Tabla 1).
La evaluación otológica (11) incluyó un completo examen otorrinolaringológico y la historia clínica se orientó a determinar la posible etiología de la sordera. Se descartaron procesos infecciosos otológicos y nasosinusales, además de otras patologías que contraindicaran una anestesia general.
Todo paciente fue evaluado desde el punto de vista psicosocial, explicándosele los beneficios y complicaciones relacionados con el procedimiento quirúrgico.
Se realizó una escanografía del hueso temporal (12,13) confirmándose una normal integridad anatómica coclear bilateral. En la escanografía se observaron en detalle las variantes anatómicas, haciendo énfasis en la posición del seno sigmoide, presencia de venas emisarias, posición del nervio facial y espesor de la tabla ósea temporoparietoccipital en los niños.
En los pacientes mayores de 15 años se realizó estimulación eléctrica del promontorio (14,15), buscando determinar la supervivencia de fibras auditivas que pudiesen ser estimuladas con los electrodos implantados. En los pacientes adultos realizamos pruebas calóricas utilizando Fotoelectronistagmografía.
La evaluación audiológica se hizo en todos los casos en la mejor condición de amplificación posible, cerciorándose en la población pediátrica de que el sistema de amplificación hubiera sido utilizado por lo menos durante un año, con un apropiado entrenamiento auditivo. Los umbrales auditivos se confirmaron con audiometría y potenciales evocados auditivos en los niños.
En los pacientes adultos la evaluación audio lógica se hizo utilizando apartes de la Batería de Capacidades Mínimas Auditivas (MAC) (16) y de las pruebas para implante coclear de la Universidad de Iowa (17). Se realizaron estudios de prosodia que determinaron la habilidad para percibir auditivamente rasgos de acentuación, entonación y duración dentro de palabras y frases.
También se practicaron pruebas de discriminación fonética de vocales y consonantes a nivel de palabra, teniendo guía de respuestas posibles para escogencia múltiple (pruebas de contexto cerrado).
Se valoró la habilidad de los pacientes para discriminar auditivamente palabras y frases sin tener ningún apoyo visual, ni posibilidad de escogencia de la respuesta (contexto abierto). La habilidad de lectura del habla (lectura labial) se examinó utilizando frases cotidianas presentadas en modalidad solamente visual y auditiva-visual.
En los niños la prueba principal utilizada fue la Batería de Percepción Temprana del Habla (ESP) (18), diseñada para evaluar las habilidades de percepción auditiva del habla, la habilidad para percibir patrones de duración y acentuación, y la discriminación auditiva de palabras. Igualmente se valoraron las habilidades de lectura labial.
En todos los pacientes se realizaron evaluaciones de habilidades lingüísticas y se analizaron lasmotivaciones y expectativas del paciente y de su familia. Especial atención se dio en este aspecto a los pacientes con sorderas de larga evolución, para considerar los potenciales beneficios del implante.
Considerando los hallazgos de las valoraciones realizadas, se decidió efectuar el implante coclear. El procedimiento quirúrgico se llevó a cabo bajo anestesia general en el oído con mayor grado de sordera, el de mejores respuestas eléctricas en el test de promontorio y aquel con características anatómicas más favorables en la escanografía de hueso temporal.
Se realizó un colgajo retroauricular en U invertida pediculado inferior, una mastoidectomía simple, timpanotomía posterior y cocleostomía anteroinferior a la ventana redonda (19).
En todos los pacientes logramos una inserción atraumática de los 22 electrodos activos con ligeras variaciones en la profundidad de las bandas de fijación. Durante todas las cirugías se tomó una radiografía simple transorbitaria para confirmar la posición de los electrodos (Fig. 1).
Los resultados obtenidos han sido monitoreados a través de la aplicación de las pruebas preoperatorias en intervalos de 3 meses posterior a la fecha inicial de programación del procesador. A la fecha, 2 pacientes han utilizado el implante coclear durante 18 meses, 2 durante un año, 5 llevan Gmeses de uso y los demás entre 1y 3 meses. Todos utilizan su sistema en promedio 12 horas diarias desde el día de la programación del procesador (Fig. 2).
* Otorrinolaringólogo, Instructor Asociado de la .Facultad de Medicina, Colegio Moyor de Nuestra Seljora del Rosarw. lfospllal San José, Profesor de la Escuela Colomóiana de Rehaóllitaclón del Colegw Mavorde Nuestra Seljora del Rosarw; Mlemóro fnslltuclOnal. Fundación Santa Fe de Bogotá, Santafé de Bogotá. Colombia.
** Fonoaudióloga. Profesora de la Escuda Colombiana de Rehahilitación del Colegio Mayor de Nuestra Sel1.ora del Rosarw, Coordinadora Área de AudlOlogía, Facultad de Fonoaudiología. Santafé de Bogotá, Colombia.
***Otorrinolaringólogo, l’-1iembro Institllciona! FundaCión Snnta Fe de Bogotá, Santafé de Bogotá. Colombia.
****Otorrinolaringólogo. Profesor ¡Ionorario Facultad de AlediculU. Colegio Mayor de l’vlIestra Sáiora del Rosario, San/aré de Bogotá, Colombia.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO