Fisiología Endocrina, Prólogo
PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN
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Hace mucho tiempo nuestros antecesores médicos trataban a sus pacientes con fórmulas empíricas, como las danzas rituales o las invocaciones a los espíritus. En sus acciones terapéuticas no había un fundamento científico del que ellos tuvieran conciencia.
Sin duda sus pacientes con frecuencia mejoraban porque el curso natural de la enfermedad era benigno, o porque las acciones del médico-brujo aliviaban los componentes psico-dinámicos del síndrome.
Hoy –cuando ya comienza a declinar el siglo XX- muchos actos terapéuticos de médicos en ejercicio se hacen sin conciencia de los disturbios fisiopatológicos subyacentes.
A pesar de los esfuerzos de la educación médica, de la las adaptaciones curriculares, de los intentos integrativos, muchas de las prescripciones que se hacen a diario en consultorios, dispensarios, instituciones de seguridad social, etc. se realizan con tan poca conciencia del disturbio fisiológico como en los tiempos de nuestro antecesor brujo, porque a ello conduce fatalmente la rutinización del ejercicio profesional, las premuras del tiempo y la imposibilidad práctica de lograr eficientemente lo que se suele llamar educación médica continuada.
Este pequeño volumen del doctor Jácome –producto de su entusiasmo:
Por la enseñanza de la fisiología endocrina en nuestra facultad de medicina- es una contribución hacia la formación de bases científicas para la comprensión de los trastornos hormonales.
Es breve porque –como su autor lo dice- no tiene pretensiones de texto consultivo; no está orientado a destacar el dramatismo de los casos extremos –relativamente raros en la práctica diaria- sino a mostrar en forma sencilla las interrelaciones glandulares que ocurren en el medio interno, preparando al estudiante para reconocer los trastornos endocrinos de sus pacientes.
Lo informa y orienta sobre los recursos diagnósticos y terapéuticos que podrá utilizar en el ejercicio de su profesión para solucionar problemas endocrinos que estén a su alcance y le ayuda a reconocer cuándo necesita la colaboración de un especialista consultor.
Libardo J. Meléndez, MD
Bogotá, 1973.
+(1936-2003)
Ex Jefe del Departamento de Medicina Interna
Hospital Universitario San Ignacio
Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia.
Posteriormente fue cardiólogo del Victoria Hospital
London, Ontario, Canadá
(Lea También: Hormonas, Receptores y Control Endocrino)
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
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Sale a la luz la segunda edición del libro Fisiología Endocrina lo cual indica –modestia aparte- su aceptación por parte de los lectores, en su mayoría estudiantes de medicina.
Aunque no hemos pretendido en momento alguno hacer de él una revisión exhaustiva de un tema tan extenso y tan interesante -estudiado en nuestros días- como es el tema de la fisiología de las glándulas endocrinas; aunque hemos omitido deliberadamente la discusión de aspectos tan importantes como la endocrinología renal, la genética en la endocrinología, etc. y aunque –hemos con dificultad querido utilizar- el tratar la enfermedad hormonal en sí, hemos hecho una serie de mejoras y ampliaciones que el lector podrá fácilmente notar si compara esta edición con la primera.
Se ha aumentado el número de gráficas y tablas, se han escrito nuevos capítulos como el del hipotálamo, la pineal, el embarazo y la lactancia, las prostaglandinas y la fisiología dentaria.
Por eso debemos agradecer la colaboración de los doctores Francisco García Conti, Jairo Cañizares de León, Tomás García Angulo y Daniel Jácome Roca, de la Universidad Javeriana.
Tampoco hemos querido poner en el título de este libro palabras como compendio, conceptos básicos o texto. Nuestro estilo ha sido el de resumir y la brevedad ha tratado de cumplir un objetivo quizás no logrado enteramente: la claridad en las explicaciones.
Esta misma brevedad en los conceptos puede hacer parecer dogmáticos algunos temas de intensa controversia y tal vez de oscuridad en los actuales momentos investigativos. Estamos convencidos no obstante, de que sin el conocimiento de las funciones de las glándulas de secreción interna mal puede el médico o el estudiante tratar de entender la patología endocrina, que más que ninguna otra rama de la medicina, es una verdadera fisiopatología.
Dirigida esta obra primordialmente al estudiante de medicina
–quien la inspiró- y al médico general, nos sentiremos realmente satisfechos si logramos aumentar su bagaje de conocimientos en este campo, resolverle algunas dudas y recordarle algunos conceptos.
Quizás nuestra labor alcance a estimular la curiosidad científica de nuestros lectores en tal forma que se animen a consultar alguna de las autorizadas y completas revisiones que existen sobre el funcionamiento de las diferentes glándulas endocrinas.
Finalmente acordémonos de que la endocrinología dejó hace mucho tiempo de ser un circo de casos extraños y raros, para convertirse en una interesantísima ciencia con varios premios Nóbel, que se alimenta a sí misma e ilumina otras ramas de la medicina y de la biología.
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