Endocrinogía y Cáncer
Hay tres situaciones especiales en las cuales la endocrinología se relaciona con el cáncer.
Una es cuando el tumor maligno se origina en una glándula endocrina, como es el caso más frecuente del cáncer de tiroides y otros tumores, esos sí de rara ocurrencia; en este caso hay que incluir el manejo del nódulo tiroideo único, que en la mayoría de los casos es benigno.
Otro es el uso de hormonas o antihormonas en casos que a ellos responden a esta terapia, como en el cáncer de seno, el de próstata, el de endometrio, entre los más importantes. Finalmente están las manifestaciones endocrinas del cáncer, como el síndrome del ACTH ectòpico, la producción también ectópica de HCG, la de la HAD o de la STH; la asociación de neoplasias (muchas veces benignas) e hipoglicemias.
Numerosas investigaciones han detallado los receptores endocrinos presentes en muchos tumores malignos, al igual que la presencia de células capaces de producir hormonas y síndromes paraneoplásicos, que han dado lugar a la identificación de nuevas hormonas péptidas.
(Lea También: Premios de Endocrinología)
Las sociedades de endocrinología
Los pioneros de la medicina han sido usualmente recordados por los epónimos, es decir, por las enfermedades, signos, procedimientos, equipos, que llevan el nombre de quien los describió. Al agotarse los epónimos –o simplemente, porque pasan de moda- la historia recuerda a los científicos por los premios. Si es el Nóbel, la inmortalidad está asegurada.
Sin embargo hay otros que han premiado a verdaderos investigadores que por una razón u otra no llegaron –o no podían llegar- al podio de Estocolmo, pero que han recibido preseas de importantes organizaciones científicas que aprecian su esfuerzo y reconocen su trabajo. Este es el caso de la especialidad que estamos ahora analizando.
Hemos mencionado en otros párrafos el comienzo de la endocrinología como agrupaciones de expertos, entre ellas la Endocrine Society, que se fundó en 1917 con el nombre de Asociación para el Estudio de las Secreciones Internas.
Con excepción de un par de años durante la Segunda Guerra, ha realizado reuniones anuales, publica una serie de revistas especializadas y concede importantes premios que reconoce el trabajo de los más importantes endocrinólogos. El primer número de Endocrinology se publicó en 1917.
Desde 1914 aparece The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism. Por supuesto que esta sociedad, aunque es muy importante no es la única, pues existen sociedades hermanas especializadas como las asociaciones de endocrinólogos clínicos y la de diabetes (ADA), la del tiroides y varias otras, además de agrupaciones científicas muy destacadas en el resto del mundo, en especial las de algunos países europeos y del Japón.
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