Estrategia para el control de la exposición ocupacional a riesgos químicos

De forma complementaria al proceso sistemático de identificación, evaluación y control del riesgo químico y como parte del proceso de control, la presente sugerencia ofrece un marco metodológico que permite soportar y gestionar todos los elementos funcionales de la higiene ocupacional dirigidos a acciones permanentes en la empresa con el fin de garantizar la efectividad de medidas preventivas.

La estrategia es de carácter cíclico y se utiliza de forma eficaz garantizando su desarrollo mediante procesos de mejora continua. (Lea también: Resumen de las recomendaciones para cáncer de pulmón relacionado con el trabajo)

Como objetivos prioritarios la estrategia busca permitir la construcción de historias higiénico ocupacionales, priorizar los recursos destinados a prevención en riesgos prioritarios que potencialmente afectan a más trabajadores o de forma más agresiva y establecer una comprensión integral bajo la tesis de sinergia de los factores de riesgo higiénicos.

Los componentes básicos de la metodología se indican a continuación:

Inicio: establecimiento de estrategia de evaluación de la exposición a riesgos químicos.

Caracterización básica: consecución de información suficiente para caracterizar el ambiente de trabajo, la fuerza laboral y los agentes o sustancias de riesgo.

Evaluación de la exposición: evaluación de las exposiciones en el lugar de trabajo a la luz de la información disponible del mismo, la fuerza laboral y los agentes y sustancias de riesgo. La evaluación incluye:

a) agrupación de trabajadores que comparten exposiciones similares,

b) definición de perfiles de exposición a los grupos de trabajadores similarmente expuestos y

c) Criterios de decisión acerca de la aceptabilidad del perfil de exposición de cada Grupo de Exposición Similar.

Medidas de control y vigilancia: implementación de controles efectivos bajo un esquema de priorización sobre la base de exposiciones inaceptables.

Diagrama de Flujo 3. Estrategia para el control de la exposición ocupacional

Estrategia para el control de la exposición ocupacional

Fuente: Grupo de Investigación del Subcentro de Seguridad Social y Riesgos Profesionales de la Pontificia Universidad Javeriana, Proyecto Elaboración y Validación de Cinco Guías de Atención Integral de Salud Ocupacional Basadas en la Evidencia, 2007.

5.2 Resumen de las recomendaciones

• Las actividades mínimas que deben realizarse para identificar la exposición a los agentes químicos causantes de cáncer pulmonar y las circunstancias de exposición de los trabajadores son: disponer de un inventario de agentes químicos utilizados o manufacturados, utilizar las diferentes fuentes de información como las MSDS y los registros de IARC principalmente, hacer un reconocimiento de las operaciones o procesos de producción, realizar el análisis de la fuerza laboral e identificar las medidas de control técnicas establecidas.

• El método recomendado para evaluar cualitativamente la exposición aérea a los agentes carcinógenos pulmonares, valorar subjetivamente el riesgo por su potencial exposición y establecer las medidas necesarias para el control de la operación específica, es el International Chemical Control Toolkit o Caja de Herramientas de Control Químico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

• Para la evaluación cualitativa de la exposición vía dérmica a los agentes químicos causantes de cáncer pulmonar se recomienda, por su sencillez, el modelo propuesto por el Instituto Nacional Francés para la Investigación de la Seguridad (INRS por sus siglas en francés), el cual considera los siguientes aspectos: a) Grado de severidad de la sustancia en relación con su potencial de efecto tóxico, b) Parte del cuerpo en contacto con la sustancia y c) Tiempo de la exposición.

• Para el muestreo y análisis de los agentes se recomiendan los métodos de muestreo personal activos que utilicen aparatos portátiles como bombas de diafragma y medios de recolección de muestras y las técnicas de análisis instrumental que ofrezcan los mayores niveles de precisión y exactitud, así como los que mejor respondan al control de las interferencias de otras sustancias químicas que pudiesen estar presentes y que a su vez, permita detectar niveles acorde con los límites de cuantificación requeridos por el valor limite permisible.

• Se recomienda aplicar los valores publicados anualmente por ACGIH en el texto de los TLVs and BEIs (por sus siglas en ingles). El criterio de uso de los valores límites permisibles para los agentes químicos causantes de cáncer pulmonar se establece bajo la premisa de que la sola presencia o identificación de la sustancia y la potencial exposición del trabajador requieren de una intervención inmediata al margen del valor límite aceptado como referencia.

• Se recomiendan utilizar como indicadores biológicos de exposición, los valores publicados anualmente por ACGIH en el texto de los TLVs and BEIs (por sus siglas en ingles).

• Para ajustar los valores límites permisibles cuando las jornadas de trabajo son diferentes a las 8 horas día o 40 horas a la semana, se recomienda aplicar el modelo matemático desarrollado por Brief & Scala.

• Cuando son varios los agentes químicos que pueden estar presentes en el lugar de trabajo en forma simultánea se tendrán en cuenta los efectos aditivos o sinérgicos si estos contribuyen independientemente a la ocurrencia de la patología en estudio. se recomienda utilizar la fórmula que relaciona la concentración de cada contaminante con su respectivo VLP, mostrada en la recomendación 7.1.8

• Para aplicar los valores límites permisibles o VLP para los agentes carcinógenos, se recomienda el uso de la escala combinada de rangos de exposición (AIHA, 2006; Rock J, 1995) para establecer los criterios de acción tendientes hacia el control de la exposición de dichos agentes.

• La evaluación ambiental y biológica de la exposición ocupacional a estos agentes carcinógenos debe hacerse de manera permanente o continua.

• Para mantener vigilada la exposición de los trabajadores a los agentes carcinógenos y validar los resultados de la evaluación de exposición se recomienda utilizar la estrategia de Grupos de exposición Similar (GES).

• Como medidas de control para eliminar o reducir la exposición a los agentes carcinógenos pulmonares se recomienda en primera instancia la sustitución o eliminación, seguido del diseño e instalación de procesos cerrados o automatizados, sistemas de ventilación localizada, entre otras.

• Las acciones recomendadas en el receptor o los trabajadores expuestos son: reducción del tiempo de exposición, dotación uso y mantenimiento de EPP, y programas educativos permanentes.

• Los EPP deben incluir protección respiratoria y dérmica: los criterios de selección y uso dependerán de factores relacionados con el ambiente de trabajo, la tarea desarrollada y el individuo expuesto.

• El establecimiento de un programa de educación permanente dirigido a los directivos y trabajadores expuestos a agentes carcinógenos pulmonares en concordancia con las políticas de gestión de los riesgos químicos para la protección de la salud y prevención de enfermedades.

• Se recomienda incluir en los programas de vigilancia médica a todos los trabajadores que se encuentren expuestos a sustancias carcinógenas pulmonares en el lugar de trabajo con base en los listados de la IARC.

• Los factores individuales que se asocian con un incremento en el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón son el tabaquismo y la presencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica o de compromiso de la función pulmonar.

• Los exámenes de tamizaje diagnóstico para cáncer de pulmón, en las personas de bajo riesgo y en aquellos considerados de alto riesgo (fumadores, etc.) no tiene utilidad en el seguimiento de personas sanas.

• En los trabajadores a quienes se realiza monitoreo biológico o seguimiento por exposición a los agentes que se han asociado con cáncer de pulmón, pero en donde el monitoreo o seguimiento se realiza para detectar o controlar otros efectos en la salud (p. ej. Silicosis, asbestosis, alteraciones obstructivas pulmonares, etc.), los resultados de las pruebas deben conservarse adecuadamente durante un periodo mínimo de 20 años para documentar también la vigilancia de la salud del expuesto a agentes carcinógenos; la revisión retrospectiva de estas pruebas en los expuestos, en un tiempo igual al máximo tiempo de latencia entre exposición y efecto clínico se debe hacer durante el encuentro médico para vigilar la condición de salud de los expuestos.

• Se deben establecer programas de control de tabaquismo e invitar a los fumadores a dejar el consumo de cigarrillo; de igual manera, reforzar en los no fumadores la conveniencia de no fumar, para reducir el riesgo de cáncer de pulmón.

• El diagnóstico de cáncer pulmonar se basa en estudios imagenológicos con indicaciones precisas. Se utilizan la RX de tórax, el TAC de bajas dosis, Tomografía con Emisión de Positrones (PET): en los casos de difícil diagnóstico se requiere la realización de fibrobroncoscopia ó biopsia transtorácica guiada por fluoroscopia o TAC.

• Cuando se sospeche clínicamente un cáncer de pulmón se debe remitir al especialista para su estudio, diagnóstico, tratamiento de manejo de las complicaciones.

• El manejo de todo paciente con cáncer pulmonar requiere un grupo interdisciplinario (neumólogo, cirujano de tórax, radioterapeuta y oncólogo) dependiendo del estado clínico y posibilidades terapéuticas. El tratamiento se basa en cirugía, quimioterapia y radioterapia concomitante de acuerdo con el tipo histológico y la estadificación.

• La rehabilitación del trabajador con cáncer de pulmón debe apuntar a la rehabilitación integral, con acciones simultáneas en: promoción de la salud y la prevención de la discapacidad; desarrollo, recuperación y mantenimiento funcional; integración socio-ocupacional. los casos se deben identificar y evaluar (diagnóstico, pronóstico funcional ocupacional y formulación del plan de rehabilitación) lo más precozmente posible como base para definir el proceso de rehabilitación integral.

• Un programa de rehabilitación pulmonar ha demostrado reducir la disnea, incrementar el desempeño ante el ejercicio físico y mejorar la calidad de vida. Debe ser parte integral del manejo clínico de todos los pacientes con deterioro respiratorio.

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