La Gran Depresión

La crisis de 1.929, conocida como la Gran Depresión, fue una de las peores crisis económicas que han golpeado a los países industrializados. Se originó en EE.UU y desde allí se difundió a otras naciones. Es difícil especificar el fin de la crisis en todos los países afectados ya que todos fueron saliendo a flote de acuerdo a sus posibilidades. (Lee también: La Crisis del Petróleo de 1.973)

La Gran Depresión en Estados Unidos

Se conoce el 29 de octubre de 1.929 como el día inicial de la Gran Depresión, día recordado como el Martes Negro. A lo largo de este día, la bolsa norteamericana cayó hasta cifras nunca vistas hasta ese entonces. A pesar de que en los días anteriores a esta fecha las bolsas presentaron momentos de cuidado, la caída del 29 de octubre provocó que una sensación de pavor y miedo creciera velozmente.

Previo a esto, los inversores de Wall Street aseguraban que se había dado inicio a tiempos dorados, en los cuales los mercados mantendrían su estabilidad y un estándar de precios rentables.

La semana inmediatamente anterior al Martes Negro, el mercado se vio en una situación de inestabilidad que terminó con la sensación de optimismo que se vivía hasta el momento. Así que, ante los primeros indicios, los inversores empezaron a abandonar el mercado.

Entre el 28 y 29 de octubre, el Dow Jones perdió un total del 25%, esto equivalente a 14.000 millones de dólares. Desde ese momento, la bolsa dio inicio a una serie de caídas llevando así a EE.UU a una escandalosa recesión que salpicaría a muchos otros países.

El índice de Dow Jones refleja el comportamiento del precio de la acción de las 30 compañías industriales más representativas e importantes en EE.UU; se le conoce también como el Dow Jones Industrial Average (DJIA)

Consecuencias de la Gran Depresión

La Gran Depresión tuvo un espiral de consecuencias en cada una de las naciones por las que se extendió; consecuencias a nivel económico, político y social.

Consecuencias Económicas

Muchos bancos se dieron a la quiebra a raíz del impacto de muchos clientes que suscribieron créditos. También, el consumo mermó, lo que reflejó una caída en precios y la circulación de la moneda. Diferentes compañías, de diversos sectores, tuvieron que cerrar sus producciones.

Los gobiernos con el objetivo de dar fin a la situación interna, dieron inicio a planteamiento de medidas proteccionistas. Esto en conjunto, provocó que la actividad económica se detuviera. Debido a esto, la riqueza previamente adquirida de muchos países se vio disminuida.

Consecuencias Sociales

El desempleo se incrementó de manera preocupante y a nivel general, de hecho, fue una consecuencia muy delicada de la gran depresión. Además, los colaboradores que lograron mantener su trabajo, vieron disminuidos radicalmente sus salarios. A raíz de lo anterior, se acrecentó la desigualdad y afectó a la adhesión social y la solidez del sistema.

El estado de bienestar adquirido a lo largo de la década de los años 20 en múltiples países del continente americano se vio fragmentado. Sin embargo, no fue la clase obrera la única que se vio golpeada, los estratos medios se empobrecieron lo que desembocó en una gran absorción social.

Consecuencias Políticas

Las democracias liberales abrieron la brecha para ser puestas en duda por muchos sectores políticos e ideológicos. En algunas naciones, los absolutismos, de tono fascista, con Italia y Alemania como ejemplos principales, cautivaron a muchas personas, que deseaban un escape a la complicada situación que se vivía.

Por otro lado, desde distintos sectores se comenzó a contemplar al socialismo soviético como una potencial alternativa para las fuertes consecuencias de la gran depresión. A pesar de las diversas diferencias, la mediación económica del Estado, aunque con múltiples tonalidades, era un componente en común.

Las injerencias del Estado parecían adecuadas para sanar los efectos de la crisis, pero en estos lodos de pobreza permanecieron durante mucho tiempo, unos más que otros, pero todos con iguales desastres en sus estatutos legislativos, los mismos que tuvieron que modificar para adaptarse a la nueva realidad.