Historia de Cartagena
A pesar de que la historia de Cartagena fue escrita desde sus inicios a través de la esclavitud, encontramos que hoy es el mayor destino turístico de Colombia. Ubicada a orillas del Mar Caribe, Cartagena de Indias (capital del departamento de Bolívar) fue fundada por el español Pedro de Heredia el 01 de junio de 1.533; aunque la bautizaron así por Rodrigo de Bastidas en 1.502 en alusión a la costa española que recibe el mismo nombre. (Te puede interesar también: Historia de Barranquilla)
Precolombinos en la historia de Cartagena
La cultura Puerto Hormiga ubicada en la costa del Caribe, parece ser la primera tribu humana documentada en el país. Dentro de las zonas que habitaban esta tribu, se encontraron las cerámicas más antiguas del continente; cerámicas cuyo origen se cree viene del año 4000 ac. Los Monsú, herederos de los Puerto Hormiga, que también dominaban el arte de la cerámica, desarrollaron una economía estable basada en la agricultura y la manufactura.
Llegada de los españoles a Cartagena
Bastidas sería el primer europeo en pisar tierras cartageneras en uno de los primeros viajes de Cristóbal Colon. A lo largo de toda la época colonizadora española, la bahía de Cartagena sería el puerto más importante para la corona, ya que de allí salían las mayores riquezas con las que se mantenía la empresa conquistadora; además, este era el punto de comercio de esclavos traídos de África.
En 1.586 posterior a la muerte de Bastidas y Heredia, a Cartagena la asaltaron los ingleses, holandeses y franceses encabezados por Francis Drake. Debido a esto el Rey Felipe II ordenó la construcción de las murallas y los fuertes a manos del maestre Juan de Tejada.
En el año 1.614, el ingeniero italiano Bautista Antonelli daría inicio a dicha construcción, terminada así en 1.796 por el ingeniero español Antonio de Arévalo. A la ciudad la atacaron y saquearon duramente en 1.697 por la armada francesa liderada por el Barón de Pointis y Ducasse en complicidad con el gobernador de la época Diego de los Ríos. Pero para el año 1.710 sus muros ya los habían levantado nuevamente y reconstruído sus fuertes.
El almirante británico Edward Vernon lideraría sus tropas (186 navíos y 28mil hombres) preparando así una batalla contra los españoles que defendían la ciudad (6 navíos y 4mil hombres). Este enfrentamiento dejaría más de 8mil bajas, la mayoría de ellas a causa de la propagación de una fiebre amarilla. A causa de esto, las tropas británicas tuvieron que retirarse y así rendirse al asedio.
Independencia de Cartagena
En la historia de Cartagena, la declaración de independencia llega el 11 de noviembre de 1.811, después de 275 años de dominio español. La guerra empezaría en 1.815 cuando el general español Pablo Morillo realizó un intento de reconquista. Pero durante 3 meses, los rebeldes amurallados decidieron enfrentar las tropas españolas hasta la muerte.
Debido a este capítulo, Cartagena recibiría el nombre de la Ciudad Heroica. Sin embargo no fue sino hasta 1.821 que el ejército republicano bajo las órdenes del general Mariano Montilla, lograría el destierro definitivo del asedio español. La ciudad empezaba a recuperarse de esta crisis hasta después de la década de 1.880. Pero posterior a la gran depresión, Cartagena recibiría a muchos inmigrantes españoles, palestinos, sirios, chinos, entre otros.
La importancia estratégica de Cartagena en la época colonial
Durante la época colonial, la bahía de Cartagena de Indias se convirtió en uno de los puertos más estratégicos y vitales para la corona española. Su ubicación geográfica en el Caribe la hacía ideal para el comercio y la defensa. La bahía proporcionaba un refugio natural y seguro para los barcos que transportaban riquezas desde América hacia España. Cartagena se convirtió en un punto de escala crucial para las flotas españolas que navegaban entre el Nuevo Mundo y Europa, consolidándose como el puerto más importante de la corona española en el continente americano.
Comercio de esclavos y riquezas
Cartagena no solo fue un punto de paso para las riquezas extraídas de América, como oro y plata, sino que también jugó un papel central en el comercio de esclavos. A partir del siglo XVI, la ciudad se convirtió en uno de los principales mercados de esclavos en el continente. Los esclavos africanos eran traídos a Cartagena en barcos negreros y luego vendidos a otras partes del imperio español.
Este comercio era fundamental para la economía de la colonia y la ciudad prosperó gracias a la demanda de mano de obra para las plantaciones y las minas en toda América Latina. Las riquezas que pasaban por Cartagena ayudaban a sostener la economía del imperio español, haciendo de la ciudad un eslabón crucial en la cadena de suministro de recursos y mano de obra.
Construcción de fortificaciones y murallas
Debido a su importancia estratégica y su constante amenaza de ataques por parte de piratas y potencias europeas enemigas, Cartagena se convirtió en una ciudad fortificada. La construcción de sus famosas murallas y fortificaciones comenzó en 1586 bajo la orden del rey Felipe II, después de que la ciudad fuera asaltada por el pirata Francis Drake. El maestre Juan de Tejada y el ingeniero italiano Bautista Antonelli fueron los encargados de diseñar y construir estas defensas.
A lo largo de dos siglos, se levantaron impresionantes estructuras como el Castillo San Felipe de Barajas y las murallas que rodeaban la ciudad. Estas fortificaciones no solo defendieron a Cartagena de múltiples ataques, sino que también consolidaron su reputación como una ciudad casi inexpugnable, protegida tanto por sus barreras físicas como por su posición estratégica en el Caribe.
La evolución de Cartagena en la época republicana y moderna
Después de la declaración de independencia de Cartagena el 11 de noviembre de 1811 y el fin del dominio español en 1821, la ciudad enfrentó un periodo de reconstrucción y recuperación. Los años inmediatamente posteriores a la independencia fueron difíciles debido a los daños causados por los enfrentamientos y el bloqueo económico impuesto por los españoles durante el intento de reconquista.
Sin embargo, con el tiempo, Cartagena comenzó a recuperarse. La reactivación del comercio, la estabilización política y los esfuerzos de reconstrucción ayudaron a revitalizar la ciudad. Las murallas y fortificaciones, que fueron clave en su defensa, se convirtieron en símbolos de su resistencia y heroísmo.
La influencia de inmigrantes y el desarrollo económico en el siglo XIX
A lo largo del siglo XIX, Cartagena experimentó una afluencia significativa de inmigrantes que contribuyeron al desarrollo económico y cultural de la ciudad. Españoles, palestinos, sirios, chinos y otros grupos llegaron a Cartagena, atraídos por sus oportunidades comerciales y su posición estratégica.
Estos inmigrantes trajeron consigo nuevas ideas, prácticas comerciales y tradiciones culturales, enriqueciendo la diversidad de la ciudad. La economía de Cartagena comenzó a diversificarse con el desarrollo de la agricultura, la manufactura y el comercio. La ciudad también se benefició del auge del transporte marítimo y la apertura de nuevas rutas comerciales. Esto consolidó su papel como un importante centro económico en la región.
La transformación de Cartagena en un destino turístico y centro cultural en el siglo XX y XXI
En el siglo XX, Cartagena comenzó a transformarse en uno de los principales destinos turísticos de Colombia y un importante centro cultural. La preservación de su arquitectura colonial y su historia rica y variada atrajeron a turistas de todo el mundo.
En 1959, Cartagena fue declarada Patrimonio Nacional de Colombia. Y, en 1984, la UNESCO la designó como Patrimonio de la Humanidad, lo que ayudó a aumentar su atractivo turístico. La ciudad invirtió en la restauración de sus murallas, fortificaciones y edificios coloniales, al tiempo que desarrollaba infraestructuras modernas para acomodar a los visitantes.
En las últimas décadas, Cartagena es sede de numerosos eventos culturales y festivales internacionales, como el Festival Internacional de Cine de Cartagena y el Hay Festival, que consolidan su reputación como un centro cultural vibrante. Además, su clima cálido, playas paradisíacas y vida nocturna animada han convertido a la ciudad en un destino popular tanto para turistas nacionales como internacionales. La combinación de su rica herencia histórica y su dinámica vida cultural moderna ha hecho de Cartagena un lugar único que atrae a millones de visitantes cada año.
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