Según la Organización Mundial para la Salud, OMS, la adicción a los videojuegos ha sido catalogada como una enfermedad mental llamada como Trastorno de Juego, ha sido reconocida como cualquier otra adicción que se puede traducir en un riesgo para la persona que la sufre.
Es importante aclarar, que una adicción se define como la dependencia de una persona hacia algún estimulo particular para tener una sensación de bienestar derivando en una dependencia física y mental.
Cómo Identificar una Adicción a los Videojuegos
1. Irritabilidad o fatiga
2. Trastornos de sueño por estar jugando
3. Distanciamiento de la familia y amigos
4. Comienza a presentar problemas con los estudios
5. Pierde interés por actividades que le resultaban importantes
6. Jugar se convierte en prioridad sobre otras actividades diarias
7. Aumento del tiempo y la recurrencia de juego
8. Mientras juegan sienten demasiada tensión
9. Durante el juego aprieta la mandíbula
10. En medio del juego no atiende a ningún llamado
11. No quitan la mirada de la pantalla
12. No respetan los horarios estipulados para el juego
¿Por Qué se Puede Crear una Adicción a los Videojuegos?
• Problemas sociales: persona con dificultad para integrarse en grupos, pocos amigos o solitario.
• Problemas escolares: puede también presentar una desmotivación escolar.
• Problemas familiares: separaciones de los padres, problemas de comunicación con los miembros de la familia o poca atención o dedicación a los hijos.
• Personalidad dependiente: es clave en las personas que son más propensas a sufrir de una adicción.
Cómo Prevenir una Adicción a los Videojuegos
1. Establece horarios de juego, realícenlo conjuntamente, según expertos, 60 minutos al día de videojuegos es tiempo suficiente para que se distraigan y además evitar la adicción y la ansiedad.
2. Propongan actividades de su interés, de esta manera su mente estará más dispersa
3. Intenta utilizar los juegos como un “premio” por sus logros, eso sí es importante que como padres conozcan la clasificación de los juegos y escojan la más adecuada según la edad del niño.
4. Estén atentos a cambios de comportamiento como irritabilidad, agresividad o incluso la mala administración del dinero, si lo consideras necesario, consulta con un psicólogo para que ayude en el proceso
