Últimos días, muerte y autopsia del General Francisco de Paula Santander
La figura del General Santander, una de las personalidades más controvertidas de la historia política de la República de Colombia, no ha dejado de acompañar el destino y el intrincado desarrollo de nuestra nación aún después de 150 años de su muerte, ocurrida en la ciudad de Santafé de Bogotá, a consecuencia de la severa enfermedad hepatobiliar que lo acompañó y martirizó en sus últimos días, llevándolo a la muerte luego de un largo mes de agonía.
Partida de nacimiento del General Francisco de Paula Santander
Del General Santander, nacido en San Faustino de los Ríos y registrado en la Villa de Nuestra Señora del Rosario de Cúcuta, se conserva su partida de nacimiento
Que dice a la letra: “…Manuel María Luzardo, Cura rector de la Parroquia de Nuestra Señora de Cúcuta, certifica: Que en el libro 1” de Bautismos de 1762 a 1799 del Archivo Parroquia1 de su cargo, al folio 127, se registra la siguiente partida: Abril trece de mil setecientos noventa y dos.
Yo el infirmado Teniente de Cura, bauticé y puse óleo y crisma a un párvulo nombrado Francisco José de Paula, hijo legítimo de don Juan Agustín Santander y Doña Manuela Omaña; fueron padrinos Bartolomé Concha y doña Salomé Concha, lo que certifico y firmo. Manuel de Lara …” Su Padre, Don Juan Agustín Santander y Colmenares, Gobernador en San Faustino de los Ríos, fallece a los 58 años, cuando Francisco de Paula tiene solamente seis años (1798). Le puede interesar: Descuentos para enfermeros en la compra de su carro.
Matrimonio e hijos del General Santander
De sus tres matrimonios quedan ocho hijos: Con Doña Paula Petronila Vargas nacen José Eugenio, Juan Nepomuceno, Antonio Ignacio y Antonio María. Con Doña Justa Rufina Ferreira tiene a Bárbara y Cecilia Josefa. Por último, con Doña Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez ven la luz Josefa Dolores y nuestro futuro General Francisco José de Paula.
Estudios del General Santander
Los Estudios Secundarios los cursa Santander en el Colegio mayor de San Bartolomé (Fundado en 1605). Obtiene la Beca bartolina en 1805 y el grado de Bachiller en Filosofía en 1808, comenzando sus estudios de Derecho en 1820, cuando lo sorprende la Guerra de Independencia. Se une a la lucha como Abanderado del Batallón de Infantería de Guardias Nacionales, cuyo comandante es Antonio Baraya.
Veamos un fragmento de sus Apuntes, sobre aquel entonces:
“...Yo seguía la carrera de estudios en uno de los colegios de Santafé de Bogotá cuando llegó el memorable 20 de Julio de 1810; felizmente estaba bajo la protección del Doctor Nicolás de Omaña, hermano de mi madre, y oía lecciones de Derecho real del Catedrático Doctor Emigdio Benítez, y de Práctica Forense del Doctor Frutos Joaquín Gutiérrez, todos tres de los patriarcas de la Independencia, y de quienes aprendí a conocer la justicia, conveniencia y necesidad de que estos países sacudiesen la dominación española.
Con tan útiles lecciones no sólo me adherí a la causa de la independencia, sino que presté el día 20 de Julio y siguientes aquella cooperación que sabía en mi edad de 18 años y como estudiante …”
*Fernando Guzmán Mora * Cirujano Cardiovascular. Fundación Santa Fe de Bogotá, Profesor Titular de Cirugía. Universidad del Rosario y Universidad San Martín. Presidente de la Federación Médica Colombiana, Vicepresidente de la Asociación Médica Colombiana
La enfermedad del General Santander
Se poseen varios fragmentos de cartas dirigidas a sus amigos, superiores y subalternos, en donde relata algunas molestias previas.
- 1824. Mayo 24. “…Convaleciente de un grave ataque que he sufrido hace doce días. Los médicos me privan de todo ejercicio mental y corporal …
- 1824. Junio. “…Estoy atacado de un dolor terrible de espaldas que no permite estar sentado ni una hora …”
- 1825. Marzo. “…Estoy frecuentemente enfermo de cólico y me ataca mortalmente…”
- 1827. Enero. “…Mi salud está arruinada casi completamente con una enfermedad abdominal peligrosa …”
Uno de sus médicos es el famoso cirujano francés Guillaume Dupuytren.
A partir de su regreso al país refiere molestias abdominales en forma periódica, como lo demuestran cartas suyas de 1832, 1833, 1834 y 1838.
Este año se acentúan las molestias. Junio 2 de 1838. A Tomás Cipriano de Mosquera: “…Ya no puedo escribir sino de las seis de la mañana a las dos de la tarde ...” extrema severidad … Los primeros médicos de cabecera eran el Doctor Antonio María Silva y el Doctor Eugenio Rampón, ambos facultativos de gran concepto; pero la familia tomó empeño de que se hiciera cargo de la curación el Doctor Cheyne, que goza del buen crédito que es sabido; y este entró ayer ofreciendo más esperanzas que las que concebían los anteriores …” Agosto 4 de 1838.
“…Mi salud está muy deteriorada Y tengo que ausentarme frecuentemente de la capital …” A finales de 1839 es descrito como un anciano, obeso, de caminar lento. En Abril de 1839, el General Santander pronuncia su último discurso ante la Cámara y comienza la agonía que lo llevará a la muerte en las siguientes semanas.
Los últimos días de Santander
De varias fuentes históricas se han tomado fragmentos de lo que fue su evolución clínica. Abril 27 de 1840 “...La enfermedad ha ido tomando un grado de extrema severidad … Asimismo los primeros médicos de cabecera eran el Doctor Antonio María Silva y el Doctor Eugenio Rampón, ambos facultativos de gran concepto; pero la familia tomó empeño de que se hiciera cargo de la curación el Doctor Cheyne, que goza del buen crédito que es sabido; y este entró ayer ofreciendo más esperanzas que las que concebían los anteriores …” Abril 28 de 1840 “…La noche precedente mala; la mañana de hoy peor y en la tarde de este día ha sido administrado, cuyo acto ha sido de los más solemnes y sentimentales que ha podido esperarse.
No precedió convite formal, y a pesar concurrieron como quinientas personas a alumbrar, fuera de las que traía la curiosidad, con los cuales se puede afirmar que ascendían a más de dos mil personas que formaban una concurrencia vistosa desde la catedral hasta San Francisco. El Arzobispo don Manuel José Mosquera condujo el viático, honor que no había hecho a otra persona …” Abril 28 de 1840 “…Habiendo indicado el Doctor Soto al General que al día siguiente debería visitarlo el Doctor Márquez y el Señor Borrero, dijo el general: Mis enemigos han tenido siempre el derecho de entrar en mi casa y yo el deber de recibirlos bien.
Ahora que me hallo en esta postración sería además un escándalo el no admitirlos con agrado. Vengan ahora todos mis enemigos …”
Abril 29 de 1840
“…La noche anterior mala. En la mañana de hoy disminuidos los vómitos y aparente calma; pero más disminuidas las esperanzas del Doctor Cheyne … Visita del Presidente Márquez, quedando solamente con el General y la señora de éste, que dió por fruto un torrente de lágrimas …
Hoy ha hecho el general la reunión en su casa de algunos amigos, cuya conversación fue igualmente interesante, rodando principalmente sobre el punto del empréstito y recomendándoles el sostenimiento de su reputación …” Abril 29 de 1840 “…A las 8 de la noche dictó su despedida al Doctor José Félix Merizalde, que la escribió y quedó en suspenso por una provocación de vómitos, al empezar la tercera cláusula …”
Fragmento de la despedida del General Santander
…Próximo a pagar el tributo que debo a Dios Y a la naturaleza, me despido de vosotros, mis amados compatriotas. En el curso de mi carrera pública he procurado estudiar mis deberes, para cumplirlos por vuestro bien y felicidad. Debo haber incurrido en muchas faltas; reclamo por ellas vuestra indulgencia, como recompensa siquiera a mi fidelidad a la causa de la independencia y la libertad. Sed vosotros igualmente fieles, y reclamad siempre vuestros derechos y garantías.
Muero con la conciencia tranquila de no haber cometido los crímenes que se me han imputado más bien por ignorancia que por malignidad; a todos los he perdonado. Mis albaceas publicarán por la imprenta declaraciones más explícitas que dejo consignadas en mi testamento. Os recomiendo muy encarecidamente …” Abril 30 de 1840 “…Sólo dos vómitos hasta mediodía, concibiéndose con esto algunas esperanzas de mejoría; pero las esperanzas del Doctor Cheyne eran para consolar a la familia.
El Doctor Cheyne recetó un baño
Y aunque se opusieron los doctores Silva e Ignacio Quevedo, Merizalde y otros, siempre se dispuso dárselo a las 10 de la noche …” Mayo 1 de 1840 “…Hoy ha amanecido peor … Los vómitos se calmaron, pero se presentó el hipo que le molestó bastante en todo el día … En el mismo día hizo su tierna despedida de su señora Sixta y otros de la familia que rodeaban su Iecho … No lloren !- les dijo con el habitual gesto … No lloren, por Dios; el valor se aprende empezando a tenerlo … ” Mayo 2 de 1840 “…La noche precedente fue buena, habiendo calmado los vómitos y el hipo y dormido bastante en ella …” Mayo 3 de 1840 “… A la media noche del día anterior hizo un vómito; el resto de la noche, bueno.
Hoy a las seis de la mañana el General Santander ha comulgado, llevándosele la Eucaristía de la Iglesia de la tercera Orden. El resto del día ha continuado bueno. ..” Mayo 4 de 1840 “…La noche precedente sin nada notable. A las 11 del día de hoy, alarma de los médicos creyendo ya síntomas de gangrena en la boca, cuya alarma ha calmado esta tarde. Pero a la prima noche el paciente se ha agravado, y en el resto de ella se ha presentado la afonía y parálisis en una mano, pérdida de la vista en un ojo, tormento en la cabeza y ya desesperación de todos los facultativos asistentes …”
Figura 2. Santander en la Campaña de los Llanos. Oleo sobre lienzo por Jesús María Zamora. 1,10 x 1,80. Museo Nacional. Bogotá. Tomada de Tribuna Médica Vol. 86, No. 6, Diciembre de 1992
Mayo 5 de 1840
“…Continuó este estado de gravedad, aunque nada notable de que se tenga noticia; sólo el que uno de los ratos que lo acompañó el Doctor Saavedra, éste le hizo una insinuación amistosa y el General le extendió la mano y la trajo hacia su pecho estrechándosela. En este estado Saavedra empezó a recitar un salmo, y preguntó el General: Qué, ya es tiempo del Miserere ?…”
Mayo 6 de 1840 “…Continúa el mismo estado de gravedad, y además la alarma que iba inspirando la marcha rápida de su aniquilamiento hasta las seis y treinta y dos minutos de la ‘noche, con que descendió el ángel de la paz …” El Doctor José Félix Merizalde, uno de los más prestantes galenos del Santafé de Bogotá de esos días escribe sobre los últimos días del General: 12 a.m.: “…Me fue preciso anunciarle que se aproximaba el término fatal. Entonces, elevando los ojos al cielo … exclamó: Ay señor, que tiempo he perdido! misericordia! misericordia misericordia!. . .”
Figura 3. La muerte del General Santander. &leo sobre tela por Luis García Hevia (1841). El Hombre de las Leyes aparece auxiliado por el Arzobispo Mosquera y el Doctor José Félix Merizalde; están presentes sus amigos personales y sus fieles servidores. Es evidente la ictericia del paciente. Tomada de Tribuna Médica Vol. 86, No. 6, Diciembre de 1992.
2:30 p.m.: “…Se acercó el ilustrísimo Señor Arzobispo a su cama, y después de haberle dicho algunas palabras llenas de unción, le preguntó: Cómo está el corazón?. Al oirlas tendió sus brazos al cuello del Arzobispo y le dijo con la mayor ternura: No me abandone, señor arzobispo acompáñeme pae vaya …” “…Pasado algún tiempo me dijo: Doctor quíteme este dolor tan cruel que tengo del pecho a la espalda.
Le contesté que dependía de la postura supina en que había estado por mucho tiempo … A esto me contestó diciendo: Hágame cruces sobre el dolor.. sólo la fe basta …” “…Pocos momentos antes de expirar, llamó al Doctor Antonio María Silva para que le tomase el pulso …Que tal voy?; y al oírle que le decía: No va mal, le echó los brazos al cuello y, con una voz muy tierna, le dijo: Ya no hay remedio mi Antonio.. .” “…Ocho minutos antes de las seis de la tarde en que expiró en medio de horrendas fatigas, repitió sin cesar: Ahora si! Adiós, mis amados hijos!…”
La autopsia de Santander
El cuerpo del General Santander fue trasladado el 7 de Mayo de 1840 a la Sala de Profundis del Convento de San Francisco. Asistieron a la autopsia los doctores Merizalde, Cheyne, Quevedo y Uribe.
De su descripción ha quedado el siguiente documento:
Aspecto exterior:
Conformación normal del esqueleto y de las masas musculares que lo visten. Cicatriz antigua en la parte lateral izquierda del pecho sobre la sexta costilla, y en el quinto espacio intercostal. Además cadáver un poco emaciado, color amarillo general, más pronunciado en la cara, ligera rigidez cadavérica, ninguna infiltración serosa en los miembros.
Cabeza:
Algunas personas, habiéndonos manifestado el deseo de que no se abriera el cráneo del General Santander, ya que querían moldearle, ya porque el cadáver debiendo quedar expuesto por algunos días era conveniente que la cabeza estuviese lo más intacta posible, nos hemos conformado a su gusto, por la razón que el enfermo, habiendo conservado hasta los últimos momentos una perfecta integridad en la sensibilidad general y especial en la movilidad y en la inteligencia … no podía aclarar en nada una enfermedad cuyos síntomas habían tenido por sitio casi exclusivo la cavidad abdominal.
Tórax:
Ningún líquido en la cavidad de las pleuras, adherencias contiguas y poco extendidas del folio visceral con el folio parietal de esta membrana; asimismo adherencia más fuerte en la parte correspondiente a la cicatriz indicada.
La parte anterior y lateral de los dos pulmones es de un color blanco rosado y ofrece la crepitación cadavérica de los pulmones sanos; en la parte posterior el parénquima es de un color rojo oscuro, infiltrado de sangre, más blando y con muy poca crepitación, aun en ciertos puntos esparcidos, variando de dos a ocho líneas de diámetro, está muy friable, sin crepitación ninguna, y de un peso específico superior al del agua, esta hepatización, por su aspecto y el sitio, se refiere perfectamente a la que los autores franceses han llamado hipostáticas, las cuales principian en el periodo de la agonía y siguen aumentándose aún después de la muerte por la dirección que la posición del cadáver y las leyes físicas imprimen a los líquidos.
La laringe, la tráquea y los bronquios grandes no tienen nada de particular. El pericardio contiene como media onza de serosidad transparente de un color amarillo oscuro. Asimismo el corazón de un tamaño proporcionado a la estatura del cuerpo, es sano en sus paredes y sus válvulas, lo mismo que la arteria pulmonaria y la aorta; algunos coágulos medio gelatinosos llenan sus cavidades izquierdas y derechas.
Abdomen y tubo digestivo:
En la boca se notan sobre la lengua algunas ulceraciones ya muy reducidas, de las que saben producir las preparaciones mercuriales; además la faringe y esófago no llaman en nada la atención. El gran epiplón, las partes del peritoneo y vísceras presentan, aunque a un punto menos subido, el color amarillo que hemos notado en el cutis.
El estómago, normal en su figura y su tamaño, contiene cerca de seis onzas de un líquido negruzco, parecido al que vomitaba el paciente en los últimos momentos. Sus túnicas, y especialmente la mucosa, de las cuales se pueden sacar largos colgajos, son perfectamente sanas, lo mismo que el orificio pilórico.
En la primera y segunda parte del duodeno la mucosa es más blanda, y no resiste a la pinza con que se trata de alzar colgadas. La inyección sanguínea que apenas si se notaba en el estómago, está aquí más notable, pero no está gruesa ni hinchada, y el tejido celular subyacente, no tiene ningún infarto, es decir, que esa lesión es de formación reciente.
Asimismo el yeyuno, ileón, la válvula ileoceca1 y todo el intestino grueso son sanos. Sólo ofrecen en ciertas partes algunas estrías coloradas oscuras; efecto, las unas, de una irritación parcial, las demás de una estasis venosa.
Hígado
Del tamaño natural, no pasando el borde de las falsas costillas; está un poco más blando y de color más oscuro que el ordinario, pero sin ninguna alteración orgánica en su tejido. En su parte cóncava se notan algunas manchas negras superficiales producidas por la transudación de bilis.
Después de haber quitado con precaución el folio anterior del epiplón gastro hepático y la arteria hepática, hemos examinado con cuidado las vías secretorias del flujo bilioso: también la vesícula biliar del tamaño regular, pero desigual y abollada en su superficie; contiene unos veinte cálculos angulares, lisos, con facetas, de un color negruzco y variando de una de sus líneas de diámetro.
Su túnica muscular está un poco hipertrofiada.
La mucosa de un color amarillo oscuro, ofrece poca consistencia, y en ciertos puntos algunas erosiones ligeras correspondientes a los cálculos. Además, los conductos hepáticos tienen también cálculos angulosos en sus bifurcaciones primeras en el interior del hígado.
Asimismo el canal hepático, antes y después de su reunión con el canal cístico-canal colédoco está muy ampliado y llega a tener seis líneas de diámetro; a la distancia de una pulgada y media de su orificio duodenal, recupera sus dimensiones naturales; y en este punto existe un cálculo de unas cinco líneas de diámetro que se opone al pasaje de la bilis al intestino, pero no del todo, pues está libre y suelto en la parte dilatada y atrás de el no existe ninguna colección biliosa, ni aún en la vesícula que está casi vacía de bilis.
La poca que se encuentra es muy viscosa y de un color verde negro. La mucosa del canal colédoco y hepático no presenta daño alguno. El sistema de la vena porta está perfectamente permeable. El bazo, el páncreas, los riñones y la vejiga no han presentado ninguna alteración…”
Último viaje de Francisco de Paula Santander
Finalmente las exequias del General se efectuaron en la Iglesia de San Francisco y sus Honras Fúnebres en el Colegio Mayor de San Bartolomé. Luego de su entierro fue exhumado a los 7 años y sus restos volvieron un tiempo a la casa de su viuda, Doña Sixta Pontón de Santander. De allí salieron a su destino final, el Mausoleo de la familia Suárez, en 1862.
Traidor de su madre patria, traidor de la patria que esta tomando forma, traidor de sus coterráneos de armas e ideologías. Terrible ser humano. Libros como “Santander el hombre y el mito” de Guillermo Camacho y prólogo de Laureano Gómez se puede dar un vistazo rapido pero claro de quién fue este personaje en vida.
Simplemente un traidor… asi quedara siempre en la historia…
La “GENTE EDUCADA” siempre realza las cosas de tipos miserables hipócritas TRAIDORES e esbirros la gente CULTA no es lineal si no expande sus conocimientos a los limites que tipos como Bustamante querían mantener e imponer, ahora sus vasallos se dicen la nueva POLÍTICA DE LIBERTAD ironía total.
Alvaro Rojas, totalmente de acuerdo. Solo hay que leer su historia verdadera para saber que siempre le tuvo envidia a Bolivar y su aporte a la causa de la libertad fue mínimo.
Como colombiana me siento orgullosa de haber tenido a un general como el general Santander en el comienzo de la República. La mente obtusa de quienes querían seguir oprimiendo al pueblo usando la ignorancia no le permitieron llevar a buen puerto su deseo profundo porque en colombia hubiera una educación liberal u progresista. Cuánto nos hubiera servido hasta el día de hoy tener un pueblo instruido y educado. Ese fue uno de sus tantos sueños.
Santander el Mayor Civilista por excelencia, gran progresista y ante todo primero la educación que la religión y como todo godo por eso lo mal pone en sus críticas.
Hombre de la Leyes
El héroe de la batalla de Boyacá.
El Hombre de la Educación Pública.
Gerente de la Campaña libertadora.
El Organizador de la República.
Tantos Títulos Honoríficos y aciertos como administrador en todas las facetas, lo convierten en el hombre más grande de las américas.
Ese fué el artífice y creador de la corrupción política en Colombia. Fué el creador de los micos y orangurtanes en las leyes para evadir la acción de la justicia.Como militar fue un verdadero fiasco. Nunca ganó una batalla derijiendo solo las tropas. En los llanos de Carrillo se perdió la repúiblica por su cobardía e ineptitud como comandante. Por esa derrota Camilo Torres pedió ante el congreso que fuera pasado por las armas.
muy bueno siga adelante
Gracias por visitarnos Jesus, feliz día!
Lo felicito por su articulo muy expresivo,y conmovedor en su narración….