Teoría del Comercio Internacional
El comercio internacional implica ganancias para los consumidores gracias a la oferta de mejores productos y mayor especialización, pero también implica pérdidas debido a la sobre-explotación de los recursos humanos, la utilización improductiva y el empleo.
El comercio internacional ha tenido varias teorías a lo largo de la historia, durante el siglo XVI, existió el mercantilismo, donde lo más importante era la acumulación de oro y la no importación de bienes.
Después apareció Adam Smith con su teoría de la ventaja absoluta en el mercado que se refería a que cuando un país es más eficiente en la producción de un bien que cualquier otro, debe dedicarse a producirlo y a exportarlo, además debe importar los bienes en los que los otros países son más eficientes.
Con David Ricardo, aparece la teoría de la ventaja comparativa, que se refiere a que ésta depende de la riqueza de los países, y genera diferencias en la productividad debido a los rendimientos decrecientes y a la dinámica del mercado.
A su teoría se unen Heckscher Ohlin y Leontief, el primero complementa la ventaja comparativa aportando las diferencias entre los factores de producción como la tierra, el capital y el trabajo, el segundo, contradice la teoría bajo la paradoja: ¿Por qué si Estados Unidos es rico en capital, no exporta bienes ricos en capital?
El comercio internacional: supuestos de las ventajas comparativas y absolutas
1. No existen costos de transporte
2. Se ajusta el modelo sobre la base de dos países y dos productos
3. Diferentes precios
4. Diferentes tipos de cambio
5. Rendimientos constantes a escala
6. Recursos fijos
7. No hay efectos de la distribución de los ingresos
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