Préstamos con terceros: ¿cómo gestionarlos de manera efectiva y salir de ellos rápidamente?
Los préstamos con terceros, a menudo conocidos como préstamos de prestamistas no tradicionales o privados, pueden parecer una solución rápida en momentos de necesidad financiera.
Sin embargo, los préstamos con terceros pueden llevar a una montaña de deudas y problemas financieros si no se gestionan adecuadamente.
¿Qué son los préstamos con terceros?
Los préstamos con terceros son acuerdos financieros en los que una persona, entidad o empresa presta dinero a un individuo o negocio fuera del sistema bancario tradicional. Estos préstamos a menudo se caracterizan por tasas de interés más altas y términos menos flexibles en comparación con los bancarios convencionales.
Sin embargo, las personas acuden a este tipo de préstamos por la facilidad que tienen para acceder, en comparación con los de las entidades bancarias.
¿Por qué evitar los préstamos con terceros si es posible?
Entre las razones principales por las que no deberías acudir a préstamos están las siguientes:
Tasas de interés elevadas: los préstamos con terceros suelen venir con tasas de interés mucho más altas que los préstamos bancarios convencionales. Esto puede llevar a pagos mensuales significativamente más altos y dificultades para pagar la deuda.
Riesgo de deuda espiral: cuando se toma un préstamo con terceros, el riesgo de caer en una espiral de deuda es mayor debido a las altas tasas de interés y los términos menos flexibles. Esto puede llevar a la acumulación de más deudas para pagar la deuda existente.
Es decir que, en el afán de cubrir la cuota o solo los intereses de ese préstamo, se recurre a otro préstamo. Y así se comienza un “círculo vicioso” de deudas que parecen no tener fin.
Por otra parte, al ser las tasas de interés tan altas, las personas solo logran cubrir las cuotas de interés, sin lograr abonar a capital y así tener una deuda que, en vez de bajar, parece es aumentar.
Prácticas de cobro agresivas: algunos prestamistas no tradicionales pueden utilizar prácticas de cobro agresivas, lo que puede generar estrés y ansiedad para quienes deben el dinero.
¿Cómo salir rápidamente de los préstamos con terceros?
Como con cualquier deuda es importante organizar las finanzas pensando en acabar con esas deudas lo más pronto posible. Estas estrategias te pueden ayudar a salir rápidamente, tanto de esos préstamos con terceros, como con otras deudas:
Prioriza los pagos: destina una parte significativa de tus ingresos a pagar la deuda. Cuanto más rápido pagues, menos intereses acumularás. Eso sí, asegúrate de llevar las cuentas muy claras.
Recuerda que cada vez que abonas a capital la cuota del interés baja, así que se debe recalcular. Pero cuando baje la cuota de interés, no bajes el abono que hagas, así podrás acabar la deuda más rápidamente.
Consolida tus deudas: si tienes múltiples préstamos con terceros, considera consolidarlos en uno solo con una tasa de interés más baja si es posible.
Corta gastos innecesarios: examina tu presupuesto y elimina gastos innecesarios para destinar más dinero al pago de la deuda. Hacer sacrificios por algún tiempo te ayudará a salir de esas deudas más rápido. Y es que, no solo vas saneando tus finanzas, sino que te da mayor tranquilidad.
Busca ingresos adicionales: explora formas de aumentar tus ingresos, como trabajos a tiempo parcial o actividades independientes. (Lee también: Gastos vitales: entendiendo lo esencial en tu presupuesto)
¿Cómo negociar préstamos con terceros?
Si te encuentras en una situación en la que no puedes evitar los préstamos con terceros, aquí hay algunos consejos para negociar de manera efectiva:
1. Antes de aceptarlo, asegúrate de comprender completamente los términos y condiciones, incluidas las tasas de interés y los plazos de pago.
2. Si es posible, negocia tasas de interés más bajas con el prestamista. Algunos pueden estar dispuestos a reducirlas si demuestras responsabilidad en el pago.
3. Establece un plan de pago realista. Asegúrate de poder cumplir con el plan de pago acordado. Evita comprometer más de lo que puedes pagar.
4. Explora todas las opciones posibles antes de recurrir a un prestamista no tradicional. Pregunta a amigos y familiares, busca programas de asistencia financiera o considera un préstamo personal de un banco.
Los préstamos con terceros pueden ser una opción tentadora en tiempos de necesidad, pero es esencial entender los riesgos asociados con ellos y evitarlos si es posible.
Si te encuentras en una situación en la que no tienes otra opción, asegúrate de negociar los términos y condiciones de manera inteligente y establecer un plan de pago realista. La gestión adecuada es esencial para evitar la acumulación de deudas y mantener una salud financiera sólida a largo plazo.
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