El Dinero Electrónico
Hasta el momento, la creación de dinero electrónico puede abordarse mediante los instrumentos jurídicos y reglamentarios establecidos.
En los últimos años, el dinero electrónico (es decir, las unidades o los signos dotados de valor monetario que tienen forma digital y se transmiten a través de las redes electrónicas) se ha convertido en un medio de pago «en línea».
Esto ha suscitado algunas inquietudes. En relación con la protección de los consumidores, el cumplimiento de la ley, la supervisión y reglamentación de los emisores de dinero electrónico y los efectos en la política monetaria.
Dada la importancia de un sistema financiero estable y unas políticas monetarias adecuadas para la estabilidad macroeconómica. El Banco de Pagos Internacionales ha realizado una evaluación inicial detallada de estas cuestiones, en la que se basa en gran medida el examen que figura a continuación (Banco de Pagos Internacionales) 28.
El Banco hace referencia a varias consideraciones fundamentales que quizá los consumidores, los proveedores y las autoridades deseen tener en cuenta al aplicar y utilizar productos monetarios electrónicos y al elaborar políticas nacionales. (véase el recuadro 5).
Dinero Electrónico
Debe señalarse, no obstante, que, hasta el momento, las expectativas en relación con la creciente importancia del dinero electrónico no se han materializado por completo. Se ha descubierto que al público no le gusta pagar por el uso de ese medio en las transacciones muy pequeñas, medidas por contador, para las que se concibió originalmente el dinero electrónico. Además, las cantidades mínimas para el pago mediante tarjetas de crédito siguen disminuyendo.
Por otra parte, actualmente se está intentando eliminar las inquietudes en materia de seguridad que despiertan los pagos en línea mediante tarjetas de crédito.
La protección de los consumidores contra el fraude, la pérdida o la insolvencia de una institución que emita dinero electrónico no plantea muchas cuestiones distintas de las que surgen en el contexto de los medios de pago existentes, y los gobiernos pueden abordar esos problemas mediante las leyes y reglamentos vigentes.
Leyes y Dinero Electrónico
En cuanto al cumplimiento de la ley, en la actualidad, este dinero se utiliza sobre todo para transacciones de poco valor, que no suscitan, por el momento, especiales preocupaciones en relación con el blanqueo de capitales, la evasión fiscal o cualquier otro delito financiero.
Sin embargo, si pueden transferirse grandes sumas en forma de dinero electrónico y si la capacidad de rastreo y los registros electrónicos siguen siendo insatisfactorios. Las transferencias transfronterizas de dinero electrónico a países con disposiciones poco eficaces contra el blanqueo de capitales pueden constituir una opción atractiva para los delincuentes.
A medida que evoluciona el dinero electrónico, se debe vigilar su potencial delictivo. Y quizás sea necesario considerar la posibilidad de adoptar con el tiempo nuevas leyes y reglamentos.
Reglamentación Instituciones Financieras
Una tercera cuestión importante se refiere al efecto de la emisión de dinero electrónico en la reglamentación y supervisión de las instituciones financieras.
Si las instituciones crediticias existentes emiten dinero electrónico. Probablemente el marco reglamentario vigente baste para garantizar que se adopten precauciones adecuadas; contra los riesgos operacionales y en materia de liquidez y para mantener controles internos suficientes.
Los demás emisores de dinero electrónico pueden necesitar un marco reglamentario específicamente adaptado a ellos pero; mientras sólo se trate de pequeñas sumas, quizá sea apropiado un régimen de supervisión más indulgente.
Los pagos transfronterizos, en particular; pueden crear el temor de que los emisores se constituyan en sociedad o establezcan instalaciones en los países cuyas prescripciones reglamentarias sean menos rigurosas.
Pese a estas preocupaciones, los pagos transfronterizos no deben verse innecesariamente obstaculizados por políticas nacionales excesivamente restrictivas.
Por último, la emisión de este dinero podría afectar a los ingresos por concepto de monedaje y a la formulación de políticas monetarias de los bancos centrales.
Es probable que el dinero electrónico reemplace al dinero en metálico. Lo cual haría disminuir los ingresos de los bancos centrales por concepto de monedaje.
Sin embargo, la reducción de esos ingresos sólo influirá en la financiación de las operaciones de los bancos centrales (y en la transferencia del residuo al presupuesto del Estado). Si el dinero electrónico reemplaza un gran volumen de dinero en metálico.
La formulación de la política monetaria podría verse afectada debido a efectos sobre la oferta y la demanda de dinero. Y sobre la velocidad de circulación de éste.
No obstante, como no se prevé que, en un futuro próximo, haya una importante sustitución de dinero en metálico y depósitos por dinero electrónico, las repercusiones deberían ser insignificantes29.
Bibliografía
- La importancia de la reglamentación y supervisión suficientes de las instituciones financieras. Y de unas políticas monetarias sólidas. Ha sido tratada detalladamente por Kono, Low, Luanga, Mattoo, Oshikawa y Schuknecht (1997). Dahl y Lesnick (1996) examinan los requisitos de un sistema de pagos electrónicos que funcione satisfactoriamente.
- Véase un examen más detallado de esta cuestión en Banco de Pagos Internacionales (1997). Y Choi, Stahl y Winston (1997).
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