Moscas de la Fruta, Ciclo Biológico y Hábitos
Las moscas de la fruta tienen un ciclo de vida completo (holometábola), es decir, atraviesan por cuatro estados biológicos diferenciables: huevo, larva, pupa y adulto (Figura 1).
Figura 1. Ciclo biológico de las moscas de la fruta.
El ciclo de vida de las moscas de la fruta se inicia cuando las hembras adultas ovipositan (figura 2) bajo el pericarpio (cáscara), el estado de huevo de las moscas de la fruta tiene una duración que está en función de las condiciones ambientales y varía de 2 a 7 días en verano y de 20 a 30 días en invierno, al final de los cuales eclosionan y emergen las larvas (gusanos) las mismas que comienzan a alimentarse del fruto (9).
A. Anastrepha grandis (Macquart). |
B. Bactrocera dorsalis (Hendel). |
Figura 2. Oviposición de las moscas de la fruta.
El estado larval atraviesa por tres estadíos, con una duración de 6 a 11 días; dependiendo de las condiciones ambientales, la larva madura del tercer estadío abandona el fruto, esta situación es usualmente coincidente con su caída, la larva al abandonar el fruto, se entierra a 2-3 centímetros de profundidad del suelo y se transforma gradualmente en pupa.
El estado de pupa tiene una duración de 9-15 días aunque durante el verano y en condiciones de baja temperatura se puede prolongar por meses.
Durante esta fase ocurre la transformación gradual en adulto al interior del pupario.
Una vez alcanzada la madurez fisiológica, el adulto emerge del pupario, rompiendo éste con el “ptilinum”, que es una membrana ubicada en la parte frontal de la cabeza, la misma que se dilata para romper la piel del pupario y permitir la emergencia del adulto.
El adulto puede llegar a vivir hasta tres meses bajo condiciones favorables y tener hasta doce generaciones por año (9).
Ciclo de vida de las moscas de la fruta
HUEVO
Puede diferir en forma y tamaño en las distintas especies, pero por lo general son de color blanco cremoso, de forma alargada y ahusada en los extremos (figura 3); su tamaño es menor de 2 mm y en algunos casos el corion se encuentra ornamentado (1).
A. Anastrepha obliqua (Bar = 120 mm). |
B. Anastrepha fraterculus (Bar = 115 mm). |
Figura 3. Huevos de moscas de la fruta.
LARVA
Su longitud varía de 3 a 15 mm. Muestran forma ensanchada en la parte caudal y se adelgazan gradualmente hacia la cabeza; son de color blanco a blanco amarillento.
Su cuerpo está formado por 11 segmentos; tres corresponden a su región torácica y ocho al abdomen, además de la cabeza.
La región cefálica presenta espínulas, y en algunos o en todos los segmentos del cuerpo se observan bandas de ellas a su alrededor (figura 4). La cabeza no se encuentra esclerosada, es pequeña, retráctil y en forma de cono.
A. Larva de Ceratitis capitata (Wiedemann). |
B. Melocotón infestado con larvas |
Figura 4. Larvas de moscas de la fruta.
En su parte anterior las larvas llevan antenas y papilas sensoriales. Las mandíbulas son dos ganchos esclerosados paralelos que se distinguen sin dificultad en la abertura oral y casi completamente cubiertos por labios, los cuales forman una serie de membranas carnosas con la apariencia de abanico, llamadas carinas bucales.
Conforme crecen y se alimentan, forman una serie de galerías en la pulpa del fruto que al oxidarse producen la proliferación de bacterias y otros microorganismos que crean zonas necróticas, fibrosas y endurecidas de color café (figura 5), que muchas veces se confunden con galerías de barrenadores.
Figura 5. Larvas de moscas de la fruta
PUPA
Es una cápsula cilíndrica, con 11 segmentos (figura 6), el color varía en las distintas especies, presentando varias tonalidades, combinaciones entre café, rojo y amarillo, su longitud es de 3 a 10 mm. y su diámetro de 1.25 a 3.25 mm.
A. Pupas en el suelo. |
B. Pupas de A. ludens (Loew) |
Figura 6. Pupas de moscas de la fruta.
ADULTO
Tiene el cuerpo amarillo, naranja, café o negro y combinaciones entre éstos, se encuentra cubierto de pelos o cerdas, cabeza grande y ancha, recta o inclinada hacia atrás; ojos grandes, de color generalmente verde luminoso o violeta; ocelos y cerdas ocelares presentes o ausentes; antenas de tipo decumbente que forman tres segmentos, son cortas y presentan aristas, aparato bucal con probóscide corta, carnosa y con la bella grande (figura 7).
Figura 7. Caracteres morfológicos para identificación de moscas de la fruta.
Cabeza en vista lateral y frontal de A. obliqua (Macquart)
En el tórax se encuentran tres regiones características que llevan gran cantidad de setas, están ampliamente cubiertas de fina pubescencia y presentan bandas o manchas que difieren en las distintas especies: preescuto, escuto y escutelo (figuras 8, 9).
Figura 8: Tórax en vista dorsal de A. oblicua
Figura 9: Tórax en vista lateral de A. oblicua
Alas grandes, con bandas y manchas de color negro, café, naranja o amarillo, formando diversos patrones de coloración (figura 10). El abdomen consta de 5 a 6 segmentos. La genitalia del macho es pequeña y en algunos casos está parcialmente expuesta.
En observaciones a hembras del género Anastrepha Schiner (Díptera: Tephritidae), se ve que los tres últimos segmentos abdominales están modificados; el séptimo segmento forma la envoltura del ovipositor; el octavo forma la estructura conocida como raspador, la cual viene a ser un sistema de ganchos o espinas y el noveno segmento ya es el oviscapto u ovipositor (figuras 11, 12).
Figura 10. Ala derecha de A. obliqua.
Figura 11. Vista dorsal del abdomen de A. obliqua y la terminalia de la hembra
Figura 12. Punta del ovipositor de diversas especies de moscas de la fruta.
La “Mosca del Mediterráneo, Moscamed” Ceratitis capitata (Wiedemann) tiene el tamaño de un tercio menor a la mosca casera, de color café, casi negro y con marcas marfileñas con negro brillante en la parte dorsal del tórax.
Escutelo negro con una banda marfil ondulada cerca de la base. Alas anchas y cortas, transparentes; con manchas en la parte basal y bandas en la apical; de color café amarillento, blanco y negro. Se caracterizan por llevar extendidas sus alas al caminar (figura 13).
Figura 13. Adulto de la Mosca del Mediterraneo Ceratitis capitata (Wiedemann).
Para identificar un adulto de mosca de la fruta, los caracteres morfológicos básicos que se toman en cuenta son:
a) Color, tamaño y tonalidad.
b) Tórax, disposición de las setas; bandas en el preescuto y escuto; manchas con la sutura escuto escutelar y metanoto; color del escutelo (figura 14).
c) Alas: tamaño y dirección de las venas, disposición y color de las bandas o manchas.
d) Forma y longitud de la envoltura del ovipositor y de los cláspers.
Figura 14. Tórax en vista dorsal de diferentes especies de moscas de la fruta.
Figura 15. Habitus dorsal de la mosca suramericana de las cucurbitaceas Anastrepha grandis (Macquart).
Cuando se hacen disecciones de frutos, es común encontrar otras especies de dípteros y coleópteros que a veces se confunden con moscas de la fruta, sin embargo, con un estudio minucioso es posible diferenciarlas. En el caso de los adultos, los patrones propios que muestran las alas son las características más importantes para diferenciar una mosca de la fruta de otros insectos que caen en las trampas (1) (Figuras 16, 17).
Figura 16. Adulto de la mosca mexicana |
Figura 17. Ala derecha de la mosca |
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