Brown-Séquard, otro precursor de la Endocrinología
Charles Edouard Brown- Séquard (1817-1894)
Fue básicamente un neurólogo experimental –endocrinólogo por casualidad- recordado en los textos de medicina por el síndrome (idealizado, pues en la clínica no se observa tan perfecto) de la hemisección medular que lleva su nombre; discípulo y sucesor de Bernard en la Academia. Fue literato frustrado, obstetra, profesor del idioma gálico e ideólogo político.
Comprobó Brown-Séquard que la adrenalectomía experimental ocasiona la muerte de los animales; pero como dicha aseveración no pudo ser reproducida por otros. Atribuyó entonces el fallecimiento de los animales a la gravedad de la intervención, es decir, que no se debía a una insuficiencia suprarrenal aguda completa y real. (Ver también: Síndrome de Brown-Sèquard)
Antes del deceso, conejos, cobayos, perros y gatos –más no las ratas- presentaban hipotensión, anorexia, adelgazamiento, astenia y pigmentación cutánea –como en la insuficiencia suprarrenal crónica en el hombre; luego se supo que las ratas tenían suprarrenales accesorias.
Cuando en su senectud creyó ver que la administración de extracto testicular mejoraba a los conejos seniles, él y su esposa se lo auto administraron. Para luego informar acerca de los excelentes resultados en la Sociedad de Biología de París en 1889.
Según él, en aquel preparado estaba la fuente de la eterna juventud, ya que se había rejuvenecido ¡al menos 40 años! Este erróneo mensaje publicado de inmediato en francés en un importante medio científico. Originó sin embargo el nacimiento de la endocrinología, y a juzgar por los avisos que hemos encontrado en el primer número de los Anales Franceses de Endocrinología en 1939, eran básicamente las hormonas sexuales las que en aquella época campeaban en la opoterapia.
Pierre Marie y la acromegalia
Un discípulo de Charcot y médico de los hospitales La Salpêtriére y Bicêtre fue Pierre Marie (1853-1940). Aunque fue más un neuropatólogo –de la época de Babinski, Broca, los Dejerine- que hizo observaciones sobre la atrofia muscular progresiva, la esclerosis múltiple y la heredoataxia cerebelosa. En el camp
o de la patología endocrina se recuerda por el informe clásico que realizó 1866, sobre dos casos de acromegalia, hipertrofia llamativa de cabeza y extremidades superiores e inferiores. En el que incluyó siete pacientes más de los que aparecieron en la literatura.
La descripción clínica es muy completa: como síntomas señala cefaleas severas, polidipsia y polifagia, amenorrea y trastornos de la visión; llama la atención de signos como el crecimiento excesivo de huesos de cara, manos y pies, engrosamiento de tejidos blandos como lengua, labios y nariz, bocio, visceromegalia, y el aspecto brusco y alongado que toman los pacientes.
(Lea También: Boussingault y el Bocio Endémico)
No obstante haber revisado el único caso que tuvo datos de autopsia –
En el que había un tumor cerebral del tamaño de un huevo, que se encontraba situado en el sitio donde está la hipófisis, Marie no hizo la relación de los dos hallazgos. Pues pensó que se trataba de una enfermedad nerviosa donde el crecimiento pituitario era parte del crecimiento visceral generalizado.
Muchos fisiólogos de la época consideraban a la hipófisis una glándula sin función en la escala más alta de los vertebrados. Minkowski –un alemán que demostró la diabetes pancreatopriva y fue considerado el abuelo de la insulina- hizo después una explicita relación entre el tumor hipofisiario y la acromegalia.
Posteriormente Marie y sus discípulos añadieron nuevos casos, donde se informó que siempre se encontraba una pituitaria agrandada en las necropsias de estos pacientes. Lo debía causar una deficiencia glandular y una toxemia.
En términos actuales, ambas cosas pueden suceder pues algunas hormonas hipofisiarias son deficientes. Pero la toxemia sería la hipersecreción de hormona del crecimiento que causa las organomegalias. También hizo descripciones de la enfermedad de Basedow.
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