Spiriva Pacientes de EPOC

Spiriva Pacientes de EPOC

Un estudio reciente halla que, para los pacientes que sufren de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el tiotropio (Spiriva) mejora la función pulmonar y la calidad de vida, pero no retrasa el avance de la enfermedad.

Spiriva y un medicamento similar, Atrovent, son los medicamentos recetados más comúnmente para el tratamiento de la EPOC, una enfermedad respiratoria que representa la cuarta causa de muerte en los Estados Unidos. Recientemente, se ha relacionado en estudios el uso de estos medicamentos con un aumento de 58 por ciento del riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares, señaló.

“Hallamos que los resultados centrados en los pacientes, como la calidad de vida relacionada con la salud, las exacerbaciones y hasta la mortalidad fueron mejores en el grupo tratado que en el grupo de control”, señaló el Dr. Bartolome R. Celli, jefe de atención pulmonar del Centro Médico St. Elizabeth de Boston. “Además, no hubo aumento en la cantidad de eventos cardiovasculares o accidente cerebrovasculares en las personas tratadas en comparación con las de control”.

Éste es el ensayo multicentro más largo que ha evaluado el efecto de un broncodilatador de acción prolongada comparado con la atención usual de los pacientes de EPOC, aseguró Celli. El tiotropio pertenece a una clase de medicamentos llamados broncodilatadores anticolinérgicos, que previenen los espasmos de las vías respiratorias que pueden dificultar la respiración.

“Los pacientes de EPOC responden a la terapia, aseguró Celli. “La velocidad a la que se reduce la función pulmonar es similar entre los pacientes tratados con tiotropio y los tratados con medicamentos de larga duración usuales. Además, el tiotropio es seguro”, agregó.

El informe aparece publicado en la edición en línea del 5 de octubre del New England Journal of Medicine para coincidir con una presentación del estudio en el Congreso anual de la Sociedad respiratoria europea en Berlín.

Para el estudio, Celli y sus colegas asignaron aleatoriamente a 5,993 pacientes de EPOC para que recibieran tratamiento con tiotropio o un placebo. Además, a los pacientes se les permitió tomar los demás medicamentos respiratorios, con excepción de los broncodilatadores anticolinérgicos inhalados.

Durante los cuatro años del ensayo, los investigadores hallaron que los pacientes tratados con tiotropio tuvieron mejores puntajes en del Cuestionario sobre la respiración de St. George, una medida de la función pulmonar, en comparación con los pacientes que tomaron un placebo. Los que recibieron tiotropio también tuvieron reducciones en el riesgo de exacerbaciones, hospitalizaciones e insuficiencia respiratoria.

Entre las exacerbaciones relacionadas con la EPOC se encuentran empeoramiento de los síntomas, como falta de aire. Con frecuencia, el empeoramiento de los síntomas exige hospitalización y cambios en los medicamentos.

Sin embargo, el tratamiento con tiotropio no mejoró el volumen espiratorio forzado (VEF1), una medida de la respiración y un marcador del avance de la EPOC. A lo largo del estudio, el VEF1 continuó reduciéndose en ambos grupos.

“Sin embargo, la velocidad a la que se redujo la función pulmonar podría haber alcanzado un límite porque los valores observados fueron más bajos que aquellos sobre los que se informó en otros ensayos”, aseguró Celli.

El Dr. Barry Make, director del programa de EPOC de National Jewish Health de Denver, asegura que el estudio demuestra la seguridad y efectividad del tiotropio para mejorar las vidas de los pacientes.

“El tiotropio, cuando se agregó a la terapia habitual, no mostró reducción en la reducción normal del VEF1, señaló Make. “Sin embargo, el estudio sí confirmó otros hallazgos del pasado, como mejor calidad de vida y reducciones en las exacerbaciones”.
Las exacerbaciones afectan la calidad de vida, reducen la función pulmonar y tienen consecuencias significativas a corto y largo plazo, aseguró Make. “Por eso, las exacerbaciones son un problema considerable”, agregó.

“Lo que limita a los pacientes, y sobre lo que más se quejan, es la falta de aire y la reducción relacionada con la calidad de vida”, aseguró Make. “Entonces, desde el punto de vista del paciente, se trata de dos cosas importantes que modifican el impacto de la enfermedad”.

Make anotó que ha habido dudas sobre los efectos secundarios relacionados con el tiotropio, como el aumento del riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular, aunque este estudio aplaca los temores. “En este estudio de gran tamaño, no hay señales de seguridad”.

HealthDay

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