“Special K” podría causar Incontinencia
El abuso prolongado de ketamina, una droga “de fiesta” con frecuencia conocida como “Special K” entre los jóvenes rumberos que la usan, ahora se relaciona con mayor riesgo de dolor pélvico e incontinencia urinaria.
El hallazgo se basa en una encuesta de 2009 realizada por un equipo de investigadores de Hong Kong. Entrevistaron a 66 adolescentes y adultos jóvenes (entre los 13 y los 25) de ambos sexos que usaban ketamina acerca de su experiencia con esta droga.
Aunque casi la mitad dijo que no creía ser adicto a la droga, los autores hallaron que los que tenían antecedentes de dos o más años de abuso de ketamina estaban sujetos a un aumento del dolor pélvico y de la necesidad urgente y frecuente de orinar.
En cuanto a un uso menos frecuente, los que usaron “K” más de cinco veces a la semana también experimentaron una reducción de la capacidad de la vejiga.
El equipo, dirigido por el Dr. Siu-king Mak, coordinador de la sección de andrología de la Asociación Urológica de Hong Kong, tenía presentar sus hallazgos el domingo en San Francisco durante la reunión anual de la Asociación Urológica Estadounidense (American Urological Association).
Se considera que la ketamina es una de las llamadas drogas “de fiesta” por su popularidad en ambientes nocturnos, como las llamadas “raves”. La ketamina, en ocasiones también conocida como “vitamina K”, se utiliza actualmente como anestésico veterinario para cirugía.
Sin embargo, cuando se usa con fines recreativos, este anestésico disociativo, que es de la misma familia química de la fenciclidina (“polvo de ángel”), actúa como alucinógeno o puede causar euforia, entumecimiento, delirio y sensación de desconexión del tiempo y el espacio. También puede alterar la función motora, desencadenar hipertensión arterial y suscitar dificultad respiratoria.
Entre los encuestados, poco menos de la mitad dijo que también usaba la droga hipnótica nimetazepam (comercializada como Erimin) con fines recreativos. Cerca de 46 por ciento dijo que usaba cocaína, mientras que 40 por ciento decía que fumaba marihuana.
Además de pedirle a los participantes del estudio que relataran situaciones de dolor pélvico, así como de frecuencia y urgencia de la micción cuando tomaban ketamina, Mak y sus colegas realizaron ultrasonidos de riñón, análisis de flujo urinario y escáneres de vejiga.
Según los investigadores, una buena noticia es que los pacientes que dejaron de tomar ketamina experimentaron disipación continua de esos síntomas con el tiempo.
El Dr. Marc Galanter, director de la división de alcoholismo y abuso de drogas del departamento de psiquiatría de la Facultad de medicina de la Universidad de Nueva York en esa ciudad, considera que el uso de ketamina está ampliamente extendido.
“La ketamina es bastante común entre los jóvenes”, dijo. “Aunque su uso debería restringirse a situaciones veterinarias que requieran anestesia, los jóvenes la consiguen y se la inyectan por vía intramuscular para drogarse. Es un problema significativo”.
“De todos modos, es poso usual que la gente abuse de ella con tanta frecuencia y en la medida que se informa en este estudio”, anotó Galanter. “Este hallazgo, entonces, tiene que ver con una porción específica de la población. Sin embargo, este tipo de complicación ciertamente podría afectar a algunas personas”.
El Dr. Adam Bisaga, profesor asociado de psiquiatría de la Universidad de Columbia y psiquiatra de la adicción del Instituto Psiquiátrico del estado de Nueva York en la ciudad del mismo nombre, considera que el uso de Special K podría no ser tan descontrolado.
“Lo que yo creo es que, en general, el uso de ketamina no es un problema de salud pública tan grande, como el del abuso de la cocaína, la marihuana y los opiáceos”, opinó. “Claro, esta complicación puede surgir si se usa K. Ciertamente puede ser un problema para algunos pacientes. Pero honestamente, no es algo que la mayoría de los proveedores de tratamiento para el abuso de drogas esté teniendo en cuenta”.
Galanter señaló que el abuso de ketamina no deja de ser un problema preocupante. “Yo diría que la ketamina siempre ha sido una mala idea”, recalcó. “Esta no es más que otra razón de que claramente es una mala idea.
FUENTES: Adam Bisaga, M.D., associate professor, psychiatry, Columbia University, and addiction psychiatrist, New York State Psychiatric Institute, New York City; Marc Galanter, M.D., director, division of alcoholism and drug abuse, department of psychiatry, New York University School of Medicine, New York City; May 30, 2010, presentation, American Urological Association annual meeting, San Francisco
HealthDay
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