Medicamento Contra el Linfoma Ayuda a Duplicar la Supervivencia
Un fármaco que se desarrolló por primera vez en Alemania del Este en los años 60 ha reemergido como una potente arma “nueva” contra ciertos tipos de linfoma no Hodgkin, informan investigadores. De acuerdo con el estudio este medicamento contra el linfoma ayuda a duplicar la supervivencia.
Este fármaco, la bendamustina, duplicó y más la supervivencia libre de enfermedad cuando se administró junto con otra terapia, el rituximab (Rituxan), en comparación con el cóctel farmacológico que se ha utilizado desde hace mucho para combatir los linfomas no Hodgkin indolentes
La combinación de bendamustina y rituximab también provocó menos efectos secundarios en los pacientes que el tratamiento más antiguo, halló el ensayo.
Un experto, el Dr. Joshua Brody, profesor asistente de hematología y oncología de la Escuela de Medicina Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, aseguró que los hallazgos en el estudio sobre el medicamento contra el linfoma son “bastante emocionantes”.
“Aumentar la eficacia y reducir la toxicidad simultáneamente es una situación poco común, en que solo hay beneficios, en la oncología, y esto ya ha provocado un inmenso cambio en la forma en que atendemos a estos pacientes”, señaló. (Lee también: Enfermedad de Hodgkin en la Infancia y Adolescencia)
Los hallazgos fueron presentados el domingo en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO), en Chicago.
Según el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de EE. UU., los linfomas son cánceres de los linfocitos (los glóbulos blancos que son claves para la función inmunitaria) del organismo. Los linfomas indolentes reciben ese nombre porque, aunque son incurables, con frecuencia avanzan de forma muy lenta.
Los linfomas no Hodgkin conforman una gran variedad de linfomas, que incluyen el linfoma del manto y el linfoma folicular, entre otros. Según el NCI, más de 70,000 estadounidenses desarrollan un linfoma no Hodgkin cada año, y casi 19,000 mueren anualmente por la enfermedad.
Durante años, una combinación de cinco fármacos, que incluyen a rituximab, ciclofosfamida (Cytoxan), doxorubicina (Adriamycin), vincristina y prednisona, conocidos colectivamente como R-CHOP, ha sido la terapia preferida para estos tipos de linfoma.
Sin embargo, la bendamustina (vendida como Treanda en EE. UU.) ha vuelto hace poco al escenario.
“La historia de la bendamustina es particularmente interesante porque, tras su desarrollo inicial en Alemania del Este en los 60, se dejó de lado durante décadas hasta que finalmente se ‘redescubrió’ en los últimos diez años”, comentó Brody.
El autor del estudio, el Dr. Mathias Rummel, del Hospital Universitario de Geissen en Alemania, dijo que los alemanes occidentales solo se enteraron de la existencia de la bendamustina tras la caída de la Cortina de Hierro en 1989.
“Y tras la reunificación, los alemanes occidentales se mostraban un poco escépticos para adoptar un compuesto proveniente de Alemania del Este, como es de imaginarse”, comentó Rummel en una conferencia de prensa de la ASCO. Sin embargo, ese escepticismo desapareció a medida que emergieron datos que confirmaban la eficacia del fármaco, señaló.
En el nuevo estudio participaron 514 pacientes con linfomas no Hodgkin indolentes que no se habían tratado antes. Los pacientes tenían en promedio 64 años de edad, y se asignaron al azar para recibir seis ciclos de bendamustina y rituximab, o R-CHOP.
En el seguimiento promedio de poco menos de cuatro años, la supervivencia media libre de avance (o sea, que la enfermedad no empeorara) fue más del doble para los que tomaban el régimen de dos fármacos (69.5 meses) que para los que tomaban R-CHOP (31.2 meses).
La supervivencia general no difirió entre los dos grupos, pero esto probablemente se deba a que a muchos de los pacientes a quienes no les había ido bien con la R-CHOP se les permitió cambiar a bendamustina y rituximab, y porque la supervivencia es típicamente muy larga con estos linfomas indolentes, apuntaron los investigadores.
Otro beneficio de la bendamustina es que tuvo muchos menos efectos secundarios. “Ni un solo paciente experimentó pérdida de pelo con la bendamustina”, apuntó Rummel, “[y] por supuesto casi todos los pacientes pierden el pelo [con la R-CHOP]”.
Los pacientes con bendamustina y rituximab también sufrieron mucho menos toxicidad nerviosa y tuvieron una incidencia mucho más baja de complicaciones infecciosas, añadió. Los pacientes que tomaron bendamustina y rituximab sí presentaron una mayor incidencia de reacciones cutáneas, en comparación con los que tomaron R-CHOP, pero por lo general esas afecciones fueron leves.
La combinación de bendamustina y rituximab marca un avance real en la atención de los pacientes de estos linfomas de avance lento, aseguraron los expertos.
De hecho, muchos oncólogos de EE. UU. ya usan bendamustina y rituximab como tratamiento de primera línea para los linfomas indolentes, señaló el Dr. Bruce Roth, profesor de medicina de la división de oncología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis. “Es probable que este medicamento contra el linfoma se convierta en el nuevo estándar de atención para estos individuos”, comentó durante la conferencia de prensa.
Brody se mostró de acuerdo. “Debido a que por lo general los linfomas indolentes se consideran incurables, nuestros pacientes necesitan de urgencia un desarrollo de terapias novedosas e idealmente más seguras”, enfatizó.
“Se están llevando a cabo ensayos adicionales que estudian la bendamustina para otros tipos de linfoma y en combinación con nuevas terapias dirigidas”, añadió. “En conjunto, los avances recientes en la terapia contra el linfoma son extremadamente alentadores para nuestros pacientes y para el avance de la oncología en general”.
Los hallazgos en el estudio sobre el medicamento contra el linfoma y presentados en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
FUENTES: Joshua Brody, M.D., assistant professor, hematology/oncology, Mount Sinai School of Medicine, New York City; June 2, 2012, presentation, American Society of Clinical Oncology annual meeting, Chicago, with: Mathias Rummel, M.D., Ph.D., professor, medicine, University Hospital Giessen, Giessen, Germany, and Bruce Roth, M.D., professor, medicine, division of oncology, Washington University School of Medicine, St. Louis
HealthDay
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