La TC del Tórax
La tomografía computarizada (TC) del tórax podría ayudar a detectar la progresión de la enfermedad en pacientes de cáncer de cabeza y cuello de alto riesgo, señalan investigadores de Taiwán.
Evaluaron 270 tomografías computarizadas del tórax realizadas durante 42 meses a 192 pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello, que representa la mayoría de los casos de cánceres de cabeza y cuello. Los resultados fueron clasificados como normales o anormales.
De los 270 escáneres, 79 (29.34 por ciento) fueron considerados como anormales, incluidos 54 (20 por ciento) que mostraron un neoplasma maligno del pulmón y 25 (9.3 por ciento) que mostraron anormalidades indeterminadas, apuntaron el Dr. Yen-Bin Hsu, del Hospital general de veteranos de Taipéi, y colegas.
Entre los pacientes con más probabilidades de tener un neoplasma maligno de pulmón se encontraban los que tenían cáncer en etapa N2 o N3 (que indica algún grado de implicación de ganglios linfáticos), aquéllos en etapa IV (cuando el cáncer se propaga a otro órgano), y los que tenían recurrencia del cáncer o una metástasis distante en otro lugar.
“Las lesiones indeterminadas eran comunes en la TC del tórax y se les debe prestar atención especial”, escribieron los investigadores. “Según los cambios progresivos en los escáneres de seguimiento, el 44 por ciento de las lesiones indeterminadas eran consideradas eventualmente como neoplasma maligno de pulmón. También hallamos que los nódulos solitarios pequeños (de menos de un centímetro), que usualmente son operables, tenían una probabilidad significativamente mayor (66.7 por ciento) de ser un neoplasma maligno”.
“Para los pacientes de carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello, el diagnóstico del tórax es crucial y puede influir en el plan de tratamiento”, anotaron. “En conclusión, la TC de tórax en pacientes de alto riesgo se recomienda cada seis meses durante los primeros dos años del periodo de seguimiento, aunque su papel es controvertido para los pacientes recién diagnosticados con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello. Entre los pacientes de alto riesgo se encuentran los que están en etapa N2, N3, IV o con recurrencia locorregional. Para los pacientes con nódulos pulmonares solitarios pequeños [de menos de un centímetro], la evaluación y control agresivos son obligatorios debido a la alta tasa de neoplasma maligno de pulmón”.
El estudio fue publicado en la edición de octubre de Archives of Otolaryngology.
HealthDay
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