Estudio halla Variaciones en las dosis de Radioterapia
Un estudio reciente sugiere que los procedimientos para llevar a cabo un tratamiento de radiación complejo y altamente delicado a fin de erradicar tumores y preservar el tejido sano podrían variar más ampliamente de lo que se pensaba de un centro a otro.
“Este estudio plantea un problema muy grande y grave para la comunidad de oncología radioactiva porque no se pueden comparar dosis y, por lo tanto, resultados clínicos entre centros de tratamiento”, dijo el autor principal del estudio Indra J. Das, profesor de oncología radioactiva de la Universidad de Pensilvania.
Das y los otros coautores del estudio abogan por directrices nacionales e internacionales para el uso de la llamada radioterapia de intensidad modulada (RTIM). Los hallazgos de su estudio aparecen en la edición en línea del 26 de febrero de la revista Journal of the National Cancer Institute.
La Dra. Candice Aitken, profesora asistente de oncología radioactiva del Centro médico Hitchcock de la Dartmouth en Lebanon, New Hampshire, estuvo de acuerdo al declarar que “el punto del artículo es que necesitamos desarrollar métodos para informar sobre las dosis de forma que podamos interpretar mejor los estudios realizados en las diferentes instituciones”.
La RTIM es el último avance en el campo de la oncología radioactiva. Utiliza haces de radiación muy pequeños (llamados “beamlets” en inglés), cada cual con intensidad de radiación controlada, que se dirigen al tumor desde múltiples ángulos. Los haces de radiación pueden cambiar de forma cientos de veces durante el tratamiento. La idea es preservar la mayor cantidad de tejido sano a la vez que se administra la dosis necesaria al tejido maligno, de acuerdo con la Clínica Mayo.
“Se trata de una dosimetría en la que se administran dosis altas a ciertas regiones dependiendo de la necesidad clínica”, explicó Aitken. “En lugar de tener un campo uniforme, se puede variar la intensidad píxel a píxel… Si tiene un tumor cerebral cerca del nervio óptico, la RTIM puede ayudarnos a esculpir la dosis alrededor del tumor que tiene una extraña forma y que está próximo a una estructura crítica. Ese es el verdadero valor de la RTIM”.
La RTIM puede también tomar en cuenta el movimiento del paciente, como tragar, además de errores de configuración, señaló Das. “El problema es que eso depende del proceso de planeación del tratamiento”, apuntó.
Para el nuevo estudio, los investigadores revisaron los datos de 803 pacientes tratados con RTIM entre octubre de 2004 y julio de 2006. El doce por ciento de los participantes tenía cáncer cerebral, el 26 por ciento cáncer de cabeza y cuello, y el 62 por ciento cáncer de próstata. Los pacientes fueron tratados en cinco centros diferentes, y cada uno usaba un sistema de planeación distinto para la terapia.
“Analizaron cómo las diferentes instituciones llevaban a cabo su RTIM al evaluar los detalles del plan”, apuntó Aitken.
Básicamente, la dosis original recetada se comparó con la dosis “planeada” o administrada.
En total, el 46 por ciento de los pacientes de un grupo recibió una dosis máxima que era diez por ciento más alta que la recetada, mientras el 63 por ciento de los pacientes de otro grupo recibió una dosis que era diez por ciento más baja que la recetada. El estudio no pudo evaluar qué tamaño era el área que recibió una dosis demasiado baja. Aunque es importante para fines comparativos, una variabilidad de diez por ciento en pequeños volúmenes no ha resultado ser clínicamente significativa, destacó Aitken.
Otros expertos, sin embargo, creen que las variaciones tienen un valor en sí mismas.
“Esto es cuantificar algo que ya conocemos”, dijo el Dr. Eric Horwitz, vicepresidente y director clínico de oncología radioactiva en el Centro oncológico Fox Chase de Filadelfia. “Como oncólogo de radiación, tomamos esa radiación en cuenta. Sabemos que existen variaciones y a veces la usamos para nuestro beneficio”.
HealthDay
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