Dos Fármacos contra el Parkinson pueden Causar Daño Cardíaco

Dos Fármacos contra el Parkinson pueden Causar Daño Cardíaco

8 Ene. 2007 – Dos medicamentos para combatir la enfermedad de Parkinson podrían provocar el mismo tipo de daño cardíaco que condujo al retiro del mercado de la combinación de fármacos para adelgazar ‘fen-phen’, según revelaron dos estudios.

Los pacientes que toman pergolida, desarrollada por Eli Lilly & Co. y comercializada bajo el nombre Permax, y cabergolina, fabricada por Pfizer Inc. y vendida bajo la marca Dostinex, corren un riesgo mucho mayor de daño cardíaco que quienes emplean otras terapias, señalaron ambas investigaciones.

Los estudios, uno de los cuales analizó los registros de 11.417 pacientes en Gran Bretaña y otro que evaluó a 245 pacientes en Italia, reforzaron los resultados de trabajos previos que mostraban que los fármacos que activan un receptor celular conocido como 5-HT2b pueden causar lesiones en la válvula del corazón.

Ese daño es una condición seria que puede generar insuficiencia cardíaca o muerte súbita.

“Recomendamos que los médicos no receten medicación que tenga esta propiedad bioquímica”, dijo Bryan Roth, investigador de la University of North Carolina en Chapel Hill, quien no participó de los ensayos pero observó los datos y realizó un comentario en ‘The New England Journal of Medicine’, donde se publicaron los dos estudios.

Michael Berelowitz, vicepresidente de Pfizer, dijo que la cabergolina tiene ventas muy modestas y que sólo está aprobada en Estados Unidos para tratar la hiperprolactinemia, una condición en la que cantidades excesivas de la hormona prolactina ingresan al torrente sanguíneo debido a tumores benignos en la glándula pituitaria.

El directivo señaló que los beneficios del medicamento de Pfizer, que se vende en Europa para tratar la enfermedad de Parkinson además de la hiperprolactinemia, compensan el riesgo elevado de daño en la válvula cardíaca, el cual se señala en la etiqueta que contiene el envase del fármaco.

Los miembros de Lilly no pudieron ser localizados para que efectúen comentarios sobre el tema.

Roth dijo que su equipo identificó varios medicamentos con importante nivel de ventas que hasta el momento se desconocía que activaban el receptor 5-HT2b, tema analizado en una parte del estudio que aun debe ser publicada o revisada por la comunidad científica.

El investigador se negó a revelar los nombres de los fármacos hasta que esa parte del trabajo sea publicada.

“Recomendamos que con cada medicamento se controle este receptor antes de administrarlo a seres humanos”, dijo Roth a Reuters durante una entrevista. “Sólo cuesta unos pocos centavos por medicamento este tipo de control”, agregó.

El estudio británico mostró que los pacientes que tomaban pergolida eran 7,1 veces más propensas a desarrollar daño en la válvula del corazón que aquellos que realizaban otros tratamientos. Los pacientes que recibían las dosis más altas del fármaco corrían un riesgo 37 veces mayor.

En tanto, la investigación indicó que los participantes tratados con cabergolina eran 4,9 veces más propensos a desarrollar la condición cardíaca. Con las dosis más altas, los pacientes registraban un riesgo 50,3 veces superior.

Ambos medicamentos están disponibles en versiones genéricas.

Un segundo estudio, realizado en Italia, evaluó a 245 personas de las cuales 155 tenían enfermedad de Parkinson.

Entre esa población enferma, un grupo recibió pergolida, otro cabergolina y un tercero se sometió a un tratamiento alternativo contra el Parkinson. La cohorte sana de control no recibió nada.

Los resultados mostraron que el 23,4 por ciento de los pacientes que tomaron pergolida y el 28,6 por ciento tratado con cabergolina sufrieron daño cardíaco, comparado con sólo el 5,6 por ciento en el grupo de control.

“Esos son riesgos enormes”, consideró Roth.

El experto agregó que los peligros eran similares al tipo de lesión causada por fen-phen, cuyos ingredientes principales fueron retirados en 1997 y se obligó a la compañía farmacéutica Wyeth a pagar más de 21.000 millones de dólares en cargos para cubrir su responsabilidad.

Roth señaló que la pergolida también es usada para tratar el síndrome de las piernas agitadas, una condición en la que los pacientes sienten una sensación de incomodidad en las piernas combinado con la necesidad de moverlas.

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