Cantidad de VIH en el Fluido Genital se relaciona con la Transmisión

Cantidad de VIH en el Fluido Genital se relaciona con la Transmisión

Se ha dado un paso que podría enriquecer las investigaciones sobre la prevención del VIH. Un nuevo estudio de parejas heterosexuales confirma que el riesgo de transmitir el VIH aumenta con el nivel del virus en el semen y el flujo cervical.

El hallazgo, que más virus se traducen en más probabilidades de transmisión, no se había probado hasta este grado antes, afirmó el autor líder del estudio, el Dr. Jared M. Baeten, de la Universidad de Washington en Seattle.

“Esto confirma lo que habíamos pensado sobre la biología del VIH y nos da nueva información de que los niveles genitales de VIH son particularmente importantes, incluso de forma independiente de los niveles en sangre”, señaló.

Para el estudio, los investigadores obtuvieron muestras de fluido genital de 2,521 parejas heterosexuales que vivían en siete países africanos. La mayoría estaban casados y vivían juntos. Al inicio del estudio de dos años, una persona de cada pareja estaba infectada con VIH, el virus que causa el SIDA, y ninguno tomaba medicamentos contra el virus.

En el transcurso del estudio, que se publicó en la edición del 6 de abril de la revista Science Translational Medicine, 78 personas se infectaron dentro de la pareja.

Los investigadores compararon las muestras de flujo cervical y semen de las personas que transmitieron el virus con las muestras de hombres y mujeres que no lo transmitieron, y encontraron que el riesgo de transmisión del VIH casi se duplicaba por cada aumento especificado de VIH en los fluidos genitales. (En unos pocos casos, la transmisión de VIH ocurrió sin ninguna señal del virus en los fluidos genitales, aunque sí en la sangre).

Los resultados son “realmente útiles para crear nuevos estudios de investigación sobre nuevas estrategias”, aseguró Baeten, profesor asistente de salud y medicina globales. “Se pueden desarrollar estrategias que reduzcan los niveles de VIH únicamente en el tracto genital, no en la sangre, como los microbicidas”.

El estudio resulta útil por un par de motivos, dijo el Dr. Peter A. Anton, director del Centro para la Investigación en Prevención del VIH de la Universidad de California, en Los Ángeles, que fue coautor de un comentario que acompaña al estudio. No solo sugiere una forma de determinar quién tiene más probabilidades de infectar a su pareja, sino que también permite a los investigadores estudiar a aquellos que no infectaron a las personas con quienes tuvieron relaciones sexuales.

Esto puede ayudar a los investigadores a comprender mejor “las protecciones naturales que el pene, la vagina y el recto poseen y que deseamos asegurarnos de preservar”, aseguró. El estudio “resalta lo que realmente necesitamos tomar en cuenta para seguir adelante”, añadió.

Pero aunque el estudio estuvo “realmente bien hecho”, tiene algunas limitaciones, apuntó Anton. Sólo se observaron parejas heterosexuales y no personas en un mayor riesgo de infectarse con VIH, como los trabajadores sexuales y los hombres homosexuales.

Además, el estudio no examina con qué frecuencia las personas sin virus detectable en la sangre transmiten la enfermedad a sus parejas. Con frecuencia, los medicamentos contra el VIH pueden reducir el VIH en sangre a cero, mientras que el virus se esconde en otras partes del organismo.

En todo el mundo, a diario se diagnostican más de siete mil nuevas infecciones con VIH, según la información del respaldo del comentario de Anton. Comentó que, en el panorama general, estos nuevos hallazgos sólo pueden controlar las tasas de infección de VIH hasta cierto punto.

Anton señaló que muchas personas VIH positivas no saben que tienen la enfermedad, y “el mayor problema en la transmisión es que mucha gente desconoce su estatus”.

FUENTES: Jared M. Baeten, M.D., Ph.D., University of Washington, Seattle; Peter A. Anton, M.D., professor of medicine and director, University of California Los Angeles, Center for Prevention Research, David Geffen School of Medicine, Los Angeles; April 6, 2011, Science Translational Medicine

HealthDay

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