Borreliosis podría Florecer con el Calentamiento del Planeta
El calentamiento del planeta podría incrementar la gravedad de la borreliosis al cambiar los hábitos alimenticios de la garrapata que lo transmite, según halla una nueva investigación.
Durante sus dos años de vida, una garrapata pasa por tres etapas: larvaria, ninfal y adulta. Para sobrevivir, una garrapata debe alimentarse con sangre durante cada fase.
Si la primera fuente alimenticia (un ratón, un ave u otro animal pequeño) está infectada con la bacteria que causa la borreliosis, entonces la garrapata contrae la infección. La garrapata luego la transmite a su segunda fuente alimenticia, que podría ser un animal salvaje o un humano, durante la fase ninfal.
El ciclo estacional de la alimentación de cada fase en la vida de una garrapata determina la gravedad de la infección en una región determinada, de acuerdo con el estudio que aparece en la edición de abril de Applied and Environmental Microbiology.
En un clima moderado de la parte noroeste de Estados Unidos, las garrapatas de la fase larvaria se alimentan a finales del verano, mucho tiempo después de la alimentación primaveral de las ninfas infectadas. Esta larga brecha entre los periodos de alimentación se correlaciona directamente con el informe de un mayor número de casos de la borreliosis en el noroeste.
Cuando el intervalo de tiempo es mayor, la mayoría de las infecciones persistentes son más propensos a sobrevivir, dijo en un comunicado de Yale Durland Fish, coautor del estudio y profesor de epidemiología de la Facultad de salud pública de Yale. Estas cepas bacterianas persistentes causan más enfermedades graves en humanos, lo que hace que un mayor número de personas busque atención médica y que se reporten más casos.
Sin embargo, en el centro de los EE.UU., las temperaturas extremas significan que las garrapatas disponen de un periodo de tiempo más corto para alimentarse, un intervalo de tiempo más corto entre las alimentaciones ninfales y larvarias.
Los animales salvajes del centro de los EE.UU.y las garrapatas suelen infectarse con cepas menos persistentes, lo que se correlaciona con menos casos de la borreliosis en esa región.
A medida de que se calienta el planeta, los investigadores apuntan que la región central norte podría enfrentarse a una situación similar a la de la región noroeste: mayores intervalos de tiempo entre la alimentación ninfal y larval, y cepas más persistentes de la borreliosis, también llamada enfermedad de Lyme.
Otras enfermedades, como la malaria, también se extenderán por la región geográfica donde ocurren en respuesta al cambio climático, dijo Maria Diuk-Wasser, profesora asistente de epidemiología en Yale y autora principal del estudio.
Aunque dijo que era el primer estudio que mostraba cómo la gravedad de la enfermedad se puede correlacionar con el clima.
Una erupción en el lugar de la picadura es uno de los primeros síntomas de la borreliosis. Aunque se puede tratar con antibióticos, la enfermedad puede causar fatiga, escalofríos, fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y en las articulaciones así como inflamación en los ganglios linfáticos.
HealthDay
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