Con la solicitud de Patente de Invención Provisional ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual de Chile (INAPI), el Grupo LifEscozul® formaliza un avance significativo en el desarrollo de Escozul®, una formulación natural basada en compuestos bioactivos extraídos del veneno del escorpión azul (Rhopalurus junceus).
Este paso representa un proceso de consolidación técnica e institucional del producto, al integrarlo progresivamente a los marcos regulatorios latinoamericanos, en un esfuerzo por validar su uso clínico en pacientes oncológicos.
Escozul® ha sido objeto de estudio durante más de una década por parte del equipo de investigación y desarrollo del Grupo LifEscozul®, con el propósito de establecer una solución estable, reproducible y con actividad biológica demostrada. La solicitud de patente en mayo de 2024 en Chile, no solo protege la composición desarrollada, sino que también inicia un camino hacia la estandarización del preparado en contextos científicos y regulatorios, donde la trazabilidad, la seguridad del usuario y la integridad informativa son esenciales.
En paralelo al proceso de patente, el Grupo LifEscozul® ha establecido un conjunto de normativas de transparencia y respaldo orientadas a controlar la distribución del producto, proteger su identidad original y ofrecer a los pacientes mecanismos verificables para su adquisición responsable. Estas medidas, detalladas públicamente, constituyen un marco de confianza que respalda la calidad del producto.
Validación técnica, trazabilidad y control de calidad del Escozul
Uno de los pilares fundamentales del proyecto Escozul® es la implementación de una cadena de distribución supervisada, que incluye asesoría médica gratuita, acceso directo a los especialistas de atención y la posibilidad de seguimiento clínico durante el uso del preparado. Prohibiendo la comercialización indirecta y garantizando que el Escozul® solo pueda ser adquirido por sus canales oficiales con trazabilidad certificada.
Las políticas de transparencia publicadas por el Grupo LifEscozul® incluyen información sobre la empresa responsable, su modelo de atención, resultados observados en pacientes, fundamentos de la formulación, criterios de inclusión médica y condiciones bajo las cuales se puede suspender o rechazar un caso.
Esta sistematización responde a exigencias éticas y contribuye a establecer un marco más riguroso para su uso en contextos donde los productos naturales requieren respaldo técnico y criterios regulatorios claros.
En cuanto a la composición, la entidad ha establecido parámetros definidos de preparación y concentración, protegidos por la patente solicitada en Chile. La formulación desarrollada por el Grupo LifEscozul® responde a principios de estabilidad biológica y control de contaminantes, lo cual ha sido evaluado en laboratorios certificados, como parte del proceso previo a la solicitud de patente. De esta manera, se puede garantizar que el Escozul® mantenga un perfil seguro, estandarizado y clínicamente útil como coadyuvante en pacientes con patologías tumorales.
Proyección científica y consolidación regulatoria
El avance más reciente de la institución se enmarca en una estrategia a largo plazo para fortalecer el reconocimiento científico de Escozul® mediante procesos de protección intelectual y expansión regulada en países de Latinoamérica. La patente presentada en Chile representa el primer paso formal dentro de esta hoja de ruta, la cual contempla nuevas solicitudes en otras jurisdicciones, respaldadas por documentación técnica y experiencias clínicas acumuladas por el equipo médico de la organización.
Además del trámite legal, han abierto canales para que los pacientes y sus familias comprendan en detalle el alcance de Escozul®, sus límites terapéuticos y el contexto técnico en que se enmarca.
Los esfuerzos de protección legal e institucional de Escozul®, sumados a su control riguroso de distribución y su programa de acompañamiento médico sin costo, posicionan al Grupo LifEscozul® como una referencia en el desarrollo ético y responsable de soluciones biotecnológicas de origen natural.
Con un modelo centrado en la evidencia, la transparencia y la protección del usuario, esta iniciativa se alinea con los estándares internacionales para productos que requieren soporte técnico y científico para ser viables en escenarios clínicos reales.