Revista de Pediatría: Liga Internacional de la Leche, Volumen 37 No. 1

Andersson, S. Lindquist, C. Lagerqvist y O. Hernell. Early Human Development 2000; 59:95-105

Muchos estudios han demostrado las propiedades antibacterianas y antivirales de la leche humana. Sin embargo, muy pocos han examinado su efecto sobre el crecimiento de los hongos. Este artículo reporta los resultados de un estudio acerca del efecto de la leche humana sin grasa sobre la Cándida Albicans, la causa más frecuente de infección por hongos en niños y sobre la Rhodotorula Rubra, un residente normal de la piel que puede llegar a ser patógeno cuando se compromete el sistema inmune. Para este estudio se usó una muestra de 100 ce de leche obtenida de una madre durante la sexta semana postparto. Se retiró la grasa después de centrifugar a 10.OOOg durante 30 minutos, con el propósito de evitar la interferencia del efecto bactericida que posee la hidrólisis de los triglicéridos.

Aún cuando hubo un leve incremento en el número de partículas de hongos después de cinco horas de incubación, la leche humana descremada, en concentraciones del 0,1 al 10%, mostró un aumento en la inhibición del crecimiento de la C. Albicans con el tiempo (24, 48 y 72 horas). El mismo fenómeno se observó con la R. Rubra con una sensibilidad aún al 0,05%. En contraste, la leche bovina y la leche canina descremadas, desencadenaron un incremento en el crecimiento de los hongos.

Muchas proteínas de la leche humana conocidas por mostrar una actividad antimicrobiana fueron valoradas para actividad anti-fúngica. De las proteínas valoradas (caseína y sus fracciones beta y kappa caseína, alfa lactoalbúmina, transferrina y lactoferrina), solamente la lactoferrinay la transferrina inhibieron el crecimiento de los hongos, siendo la lactoferrina la de mayor actividad.

La lactoferrina ejerce de dos formas su acción antimicrobiana. Una es a través de su habilidad para ligar el hierro, compitiendo efectivamente con la necesidad de los patógenos por el metal. La otra es mediante la habilidad de la lactoferricina, un péptido de 18 aminoácidos componente de la lactoferrina, para dañar la membrana celular. La presencia de hierro, en la forma de Sulfato férrico -Fe2 (S04)) 3)-, en concentraciones aumentadas en el medio de cultivo, redujo o abolió el efecto inhibitorio de la lactoferrina sobre el crecimiento de los hongos. La microscopio electrónica no mostró una alteración evidente de la membrana de los hongos y los lavados repetidos para remover la lactoferrina permitieron el resurgimiento de los hongos previamente inhibidos, demostrando por lo tanto, que el efecto de la lactoferrina es fungistático más que fungicida. La apo-lactoferrina y la apo-transferrina (hierro insaturado) humanas purificadas inhibieron el crecimiento de los hongos, mientras que la lactoferrina (hierro saturado) y la holo-transferrina permitieron el crecimiento, indicando que los efectos fungistáticos de la lactoferrina provienen de su habilidad para remover el hierro de los hongos.

Aún cuando se necesitan más estudios, los autores sugieren que “estos resultados le dan algún soporte a la observación clínica que frotar a los bebés de muy bajo peso con leche humana puede prevenir algunas infecciones de la piel”.

Resumen publicado en Breastfeeding Abstracts. 2001; 20: 20. Traducción: CLAUDIA M. BETANCOURT. PEDIATRA

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