Dengue Hemorrágico Emergencia Pediátrica en el Huila
Dra. Doris Salgado
Dr. Antonio Rodríguez
Dra. Rocío Vega Vega
Universidad Sur Colombiana
Hospital Departamental
“Hernando Moncaleano Perdomo”
Neiva – Huila, Colombia
Resumen
El Dengue Hemorrágico (DH) hizo su aparición en el Huila en 1992, desarrollándose la primera epidemia con 125 casos, la mayoría de éstos, en niños. El impacto en la población infantil ha sido evidente y persistente hasta hoy, cuando vivimos el segundo brote con 246 niños afectados, encontrando una mortalidad del 4.5%. Para observar las características clínicas de los pacientes con DH en esta segunda epidemia, se realizó un estudio prospectivo, descriptivo; se tuvieron en cuenta todos los niños hospitalizados en dos grandes instituciones asistenciales de Neiva, con diagnóstico clínico y comprobación serológica de DH en el año de 1997.
En el 72% de los pacientes afectados, los síntomas se localizaron en el abdomen consistentes en: dolor intenso y progresivo, vómito, hepatomegalia y ascitis. Algunos casos asociados a hemorragia del tracto gastrointestinal.
Un hecho importante, relacionado con la severidad del estado clínico fue la presencia, tiempo de instauración y severidad de derrames serosos (pleurales, peritoneales y pericárdicos) en el 40% de los casos. Estos derrames, se instauraron rápidamente, lo cual es reflejo de la severidad de la fuga vascular, llevando incluso al 30% de los pacientes a Shock Dengue Hemorrágico (SSD). 45 casos se presentaron en niños menores de dos años, lo que representa el 19% de los niños con DH. Sin embargo, el 50% de los niños que murieron, correspondieron a este grupo de edad.
En conclusión, nos enfrentamos a una segunda epidemia considerablemente más severa por el mayor número de pacientes afectados, más casos de shock, lo que pudo estar relacionado con la virulencia del serotipo viral circulante.
Los hallazgos abdominales se convirtieron en datos cardinales para el pronóstico ya que, sobre todo, la velocidad y la severidad con la que se instauraron estos signos fueron predictivos de shock y complicaciones fatales.
Introducción
El Dengue Hemorrágico es una enfermedad febril, aguda, reconocida desde la década de los 50 en el mundo. Se ha convertido en un serio problema de salud pública en las Américas a partir de 1980, con aparición de brotes epidémicos en más de 20 países del continente, incluyendo a Colombia1,2. En el departamento del Huila, se presentó la primera epidemia en el año de 1992 con 68 casos en niños y la segunda a lo largo de 1997 con 246 casos pediátricos3-5.
En el período inter-epidémico hemos atendido de 1 a 3 casos mensuales en forma endémica. Frente a esta situación, nos hemos visto obligados a incluir esta entidad dentro del listado de patologías infecciosas regionales usuales.
Para la perpetuación de la entidad, múltiples factores se han conjugado, especialmente los que se relacionan con el vector, así: 1) El incremento en la población Aédica favorecida con la inadecuada urbanización. 2) Deficiente suministro de agua potable y/o recolección inadecuada de ésta. 3) Ine- fectivas estrategias en el control del mosquito1,4,6,8. Además, grupos de turistas que viajan por el territorio y las personas que por problemas sociales igualmente se han desplazado, favorecen el mecanismo ideal para el transporte de las diferentes cepas vira-les4,7,9,10. Los continuos cambios en las políticas de salud pública, contribuyen, sin duda, al desarrollo del panorama delicado en cuanto a la endemicidad de esta patología11-13.
Distintos serotipos virales causan diferentes síntomas, lo cual se relaciona con la mayor o menor severidad del DH, variaciones genómicas pueden incidir en que haya aumento en la replicación viral, lo que se traduce en mayor viremia y por tanto mayor virulencia1,7,10,14,16.
El cuadro clínico varía dependiendo de la región en la que se presente, hay características clínicas propias en el sudeste asiático que difieren de las grandes epidemias de América como la Cubana4,11,17-20. El dolor abdominal y la frecuencia de shock son típicas de la enfermedad en el Asia, en cambio en Cuba, estas características no fueron las más relevantes4,21-23. Lo cual sugiere diferencias inmunogenéticas poblacionales que expliquen variaciones en el cuadro clínico con los mismos sero-tipos7,16.
Materiales y Métodos
PACIENTES: El estudio, descriptivo-prospec-tivo, se realizó, teniendo en cuenta todos los menores de 15 años que fueron hospitalizados en dos grandes instituciones asistenciales de Neiva, entre enero y diciembre de 1997, que reunieron los criterios clínicos de inclusión de Dengue Hemorrágico definidos por la OMS – asi:
1. Cuadro febril menor de 7 días de duración
2. Manifestaciones hemorrágicas (equimosis, epistaxis,petequias, entre otras)
3. Hepatomegalia
4. Manifestaciones de shock
5. Recuento plaquetario menor de 100.000 por mm
6. Comprobación serológica de Dengue Hemorrágico
A estos pacientes se les aplicó una encuesta que contenía:
1. Datos demográficos y epidemiológicos.
2. Hallazgos físicos: peso, tensión arterial, perfusión,hidratación,evidencia de sangrado, hepatomegalia, ventilación pulmonar, estado de conciencia.
3. Pruebas de laboratorio: leucograma, recuento plaquetario, tiempo de coagulación, pruebas de función hepática.
4. Imágenes diagnósticas: rayos X de tórax y ecografía abdominal.
ANÁLISIS ESTADÍSTICO: Para el procesamiento de los datos se utilizó el programa Epi-Info 6.01. Para el análisis estadístico se usaron tablas de frecuencia relativa en la que se involucraron todos los casos que se presentaron en la ciudad durante el período especificado.
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