Bogotá Renovada
Cuando el 6 de agosto de 1538 el adelantado don Gonzalo Jiménez de Quesada ascendió a un cerro y observó cómo se abría ante sus ojos una vasta explanada verde esmeralda, irrigada por centenares de riachuelos y arroyos, no dudó en rememorar a su lejana Andalucía, con sus valles sembrados de castillos y palacetes árabes y moriscos, y con esa idea le dio nombre a la anchurosa sabana descubierta: El valle de los Alcázares. Al tomar posesión en nombre del reino de Castilla y Aragón, fundó una ciudad a la cual dio por nombre Santa Fe de Bogotá, mezcla de sus raíces ibéricas y del vocablo Bacatá, muisca como la tierra que pisaba. No supo el granadino Jiménez de Quesada, cuando murió en Mariquita, que el villorrio al cual dio vida estaba predestinado a grandes destinos.
Con el paso de los años y las centurias, la aldea de doce casas y una iglesia, se convirtió en la capital del virreinato de la Nueva Granada, y un 20 de julio de 1810, escuchó al pueblo reclamar un cabildo abierto que dio origen a la independencia del imperio español y al nacimiento de una nueva república: Colombia. Como capital del país, Bogotá creció y se regó por la inmensa sabana, pasó a ser Distrito Especial y, en años recientes, Distrito Capital.
Bogotá es hoy una ciudad hermosa y pujante. Desde los cerros del oriente, coronados con el santuario de Monserrate hasta la depresión del occidente donde muere la sabana, y desde el sur, en los cerros de Usme, hasta el norte, donde confluye con el altiplano cundiboyacense, la capital de Colombia es una ciudad de puertas abiertas donde conviven todas las culturas, todas las razas y todos los sentimientos del país. No cabe duda del cambio que ha experimentado la ciudad en los últimos años. Obras como Transmilenio, las alamedas, las ciclorrutas y las bibliotecas y parques públicos, por mencionar sólo algunas, hacen que el visitante encuentre a Bogotá renovada.
Es por esa razón que el Comité Organizador del V Congreso Nacional de Menopausia ha escogido esa expresión como una muestra de fe, de compromiso, de esperanza y de cambio positivo para nuestra agremiación y para todas las mujeres maduras que dependen de las decisiones que tomemos para encauzar sus vidas hacia una etapa plena de reconocimiento y bienestar.
Entre el 13 y el 15 de marzo del año 2003, Bogotá los espera para compartir los últimos conocimientos, las recientes tendencias y los más innovadores adelantos en el área de la menopausia. Importantes científicos a nivel internacional, compartiendo con lúcidos conferencistas de primera línea a nivel nacional, harán de las conferencias magistrales simposios, paneles, mesas redondas y actividades académicas diversas, una experiencia trascendental para el futuro de nuestro trabajo.
Un curso precongreso que se llevará a cabo el día 12, con un tema de gran interés como es el de “Andrógenos en menopausia”, nos abrirá las posibilidades terapéuticas en una dimensión diferente. La presentación de los trabajos científicos nacionales tendrá un sitio de honor, como corresponde al esfuerzo que los colegas hacen por brindar una mejor calidad de vida a las pacientes
maduras. Y, no menos importante, las actividades sociales, programadas con especial brillo y altura, serán un escenario propicio para compartir con nuestros amigos y colegas, con afecto y solidaridad, la amistad, ese sentimiento que debe ser una de las primeras razones para que los lazos científicos con los años construidos se impregnen del calor y el aprecio que deben distinguir nuestras relaciones profesionales.
Marzo de 2003 es la fecha. La Asociación Colombiana de Menopausia es la razón. El capítulo de Bogotá es el anfitrión. Y ustedes, apreciados colegas y amigos, son los invitados. Bogotá los espera, con el corazón abierto y cálido, con la seguridad de hacerlos sentir bien y con la esperanza de que ustedes, al igual que nosotros, aprecien lo cambiada que está nuestra capital, la de todos los colombianos. Bogotá está hermosa. Bogotá renovada.
David Vásquez Awad, M.D.
Coordinador Comité de Promoción
V Congreso Colombiano de Menopausia*
