Consecuencias de la menopausia prematura y precoz 

Estas pacientes presentan alteraciones a corto plazo como síntomas secundarios al déficit estrogénico, el cual es más severo cuando la menopausia es quirúrgica y lleva a la paciente a un estado de depresión estrogénica y androgénica súbita que requiere terapia hormonal inmediata.

Efectos a largo plazo al generar mayor morbilidad secundaria a:

– Enfermedad coronaria de inicio temprano por alteración de la función endotelial y mortalidad prematura.
– Enfermedad cerebrovascular.
– Osteoporosis y fracturas de inicio temprano.
– Enfermedades neurológicas: demencia y Alzheimer precoz.
– Trastornos psico-sexuales.
– Trastornos del comportamiento: depresión.
– Disminución del bienestar general y del deseo sexual.
– Estados de depresión, ansiedad, hostilidad y trastornos psicológicos3.

La causa de muerte de estas pacientes puede ser el resultado de alteraciones metabólicas y cambios en el endotelio cardiovascular que se suceden con el cese de la función ovárica y desencadenan problemas cardiovasculares, accidente cerebrovascular u osteoporosis.

Eeste artículo solo se limitará a revisar la literatura con relación a la morbilidad y la mortalidad secundarias a los trastornos cardiovasculares en pacientes con menopausia prematura y temprana, y se omitirán los demás factores de riesgo.

Ya desde 1993 el Adult Treatment Panel II se consideró a la menopausia prematura sin terapia hormonal como riesgo de enfermedad cardiovascular4. Posteriormente, el Adult Treatment Panel III eliminó la menopausia prematura como factor de riesgo cardiovascular5.

Sin embargo, estudios observacionales sugieren que la menopausia prematura aumenta la mortalidad y el riesgo de enfermedad isquémica del corazón; es así como las múltiples publicaciones que se han venido sucediendo al respecto están de acuerdo en incluirla como factor de riesgo cardio-cerebro-vascular.

Menopausia prematura (MP) y enfermedad cardiovascular (ECV)

En un metaanálisis publicado en el 2006, titulado Postmenopausal status and early menopause as independent risk factors for cardiovascular disease, de 392 artículos de estudios observacionales publicados desde 1966 hasta mayo 1 de 2004 en Pub Med y EMBASE, seleccionaron 18 estudios sobre posmenopausia, edad de la menopausia y enfermedad cardiovascular. De estos, solo 12 investigaciones eran sobre menopausia prematura y enfermedad cardiovascular. Así, se pudo concluir que el riesgo cardiovascular en la MP era de 1.25 (IC 95%, 1.15-1.35) cuando se comparaba con un grupo de referencia de personas que tuvieron la menopausia alrededor de los 50 años.

Cuando se hizo un análisis estratificado controlando por edad y cigarrillo, el RR ascendió a 1.38 (IC 95%, 1.21-1.58). Con respecto a menopausia temprana e infarto de miocardio, fue de 2.03 (IC 95%, 1.51 a 2.73)6 (tabla 2).

Tabla 2. Riesgo cardiovascular en los 12 estudios de menopausia prematura.
Riesgo cardiovascular en los 12 estudios de menopausia prematura

Múltiples estudios han demostrado que la menopausia prematura se asocia a mortalidad por enfermedad coronaria, resultado que se  evidenció en el estudio Premier, que fue prospectivo multicéntrico, en 17 centros de  EUA, de enero de 2003 a junio de 2004 en 807 mujeres seleccionadas al salir del hospital luego de haber sufrido un infarto cardiaco, con un promedio de edad de 65.4 ± 11.3 y divididas en menopausia prematura menores de 40, 41 a 49 y más de 50 años.

De estas pacientes se seleccionaron 493 mujeres, quienes tenían confirmado el diagnóstico de infarto cardiaco mediante el aumento de biomarcadores cardiacos como la troponina o la creatina kinasa-MB y evidencia clínica de infarto del miocardio.

Estas pacientes fueron controladas durante el primer año, y así se pudo demostrar, por medio del análisis de regresión logística, que las que tuvieron menopausia prematura presentaron al año post IM dos veces más probabilidades de tener angina y mayor frecuencia diaria semanal o mensual que las mujeres con menopausia, mayores de 50 años (tabla 3).

Tabla 3. Edad de la menopausia y seguimiento
a un año después de un infarto del corazón.

Edad de la menopausia y seguimiento a un año después de un infarto del corazón

El análisis no ajustado demuestra que estas pacientes tienen angina más severa RR 3.37 (IC 95%, 1.82-6.26) y por análisis multivariado el RR 2.65 (IC 95%, 1.34-5.22), que continúa siendo muy elevado. También se pudo concluir que por cada cinco años de disminución en la edad de la menopausia hay aumento en el riesgo de angina en un 19%, RR 1.19 (IC 95%, 1.07-1.32). En conclusión, mujeres con menopausia precoz tienen mayor riesgo de angina después de un IM, independiente de comorbilidades, calidad de la atención, gravedad del IM y pronóstico. Hay que tener en cuenta que la angina se asocia a aumento de la mortalidad coronaria, alteración de la calidad de vida, tasas altas de hospitalizaciones y limitación significativa en las actividades de la vida diaria.

Es opinión de los investigadores que casi un tercio de mujeres posmenopáusicas con IM (33%) tienen menopausia antes de los 40 años y solo el 5% corresponde a mujeres sanas sin enfermedad coronaria. Los autores concluyen que posiblemente la privación estrogénica desencadena cambios a nivel de la inflamación vascular, endotelial y microvascular, trastornos en la coagulación y disminución de la eficiencia vascular, convirtiéndose así la menopausia prematura en un predictor de angina y severidad de la misma7.

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