Editorial, Ginecología y Obstetricia en Colombia del siglo XX
Al comenzar los 50 años de la Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología he considerado, se debe plasmar un testimonio de la situación que atraviesa el ejercicio de nuestra especialidad en nuestra amada Colombia al final del siglo XX, para que se comprenda en el futuro, un poco las circunstancias que rodearon nuestro ejercicio, en este momento histórico del país, y sirva como punto de comparación para nuestras próximas generaciones de Ginecobstetras.
Como será recordado en el futuro, el país cursa la tercera guerra civil de este siglo, en la cual a diferencia de las anteriores, cuando la lucha fue entre liberales y conservadores, ésta se inicia, como un enfrentamiento entre una guerrilla de corte izquierdista con apoyo campesino en contra del establecimiento.
El establecimiento está caracterizado por la misma clase dirigente que gobernó al país durante la anterior guerra civil conocida como “la violencia” y que terminó mediante un golpe militar, que abrió paso al “Frente Nacional”, período de la historia que facilitó la corrupción, compartida por los partidos políticos. Así tenemos al país a mediados de los años sesenta en manos de políticos, expertos en repartir los recursos de la nación de acuerdo a sus intereses, con una sociedad que se había vuelto permisiva con este manejo de los dineros públicos.
Aparece en este entorno, como fenómeno social en narcotráfico, haciendo cada vez más notoria la aceptación social por el dinero fácil, el cual corrompe todos los estamentos sociales. El dinero del narcotráfico tiene un efecto arrastrador sobre la moral y la ética, debilitando nuestras estructuras y nuestro orgullo como país y como pueblo. Además alimenta los grupos de delincuencia común, guerrillas y grupos paramilitares que aplican la justicia bajo sus propias leyes, ante la falta de instrumentos para ejercer la autoridad por parte del Estado. De esta manera la sociedad que hace parte del mismo, esta debilitada normalmente, amedrentada por grupos que ejercen su propia justicia y caracterizada por una falta de solidaridad en la cual cada uno trata de salvar su propio pellejo.
Esta guerra ha afectado obviamente a nuestros colegas, y como ejemplo tenemos del asesinato en cautiverio del Dr. Jaime Ruiz y el secuestro de los Drs. Felipe Luna y Francisco Vergara, sólo por mencionar algunos casos, quienes por fortuna ya están de regreso en su hogar.
Por otra parte en los años noventa de hace otra reforma al Sistema de Salud en Colombia entregando a los particulares la obligación estatal de velas por la salud de los colombianos. Es la aplicación de un sistema de salud y pensiones bajo la óptica de los economistas, irrumpiendo conceptos como costo oportunidad, clientes, garantía de calidad, eficiencia, rentabilidad económica, conceptos a los cuales los médicos no estaban acostumbrados pues se nos habían enseñado mas bien los términos: paciente, sacrificio, ética, rentabilidad social, máximo aprovechamiento de los recursos. Como no estábamos enseñados a pensar en este tipo de aproximaciones a la salud, no intervinimos en el diseño del nuevo modelo de atención, quedando mas bien como espectadores de lo que ha sucedido a costa de nuestro trabajo y nuestros ingresos.
Ha habido dos grandes damnificados con la reforma de la seguridad social. El primero, las Instituciones que atendían a los sectores mas desprotegidos de la sociedad, sitios en donde además se ha desarrollado la docencia, donde se ha formado un gran número de médicos generales y especialistas. En el caso de la Obstetricia y Ginecología, tenemos el cierre del Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos y la crisis del Instituto Materno Infantil, donde bajo las actuales condiciones del mercado es casi imposible garantizar su supervivencia, El hospital Universitario del Valle, los Hospitales de Bolívar, Tolima, etc.
El segundo gran damnificado ha sido el ejercicio médico. Como ya vimos hay amenazas sobre la calidad del profesional, por las limitaciones en la docencia, las cada vez más difíciles condiciones del mercado laboral, donde hay inestabilidad y oferta de trabajo limitada y se pagan cifras irrisorias por el trabajo médico. Se ha llegado hasta el extremo de pagar por una consulta de ginecología el 50 % de la tarifa ISS, a lo que se debe restar la retención en la fuente. Sin tener en cuenta el riesgo de que al tener complicaciones se presenten las cada vez más frecuentes, demandas jurídicas.
Viene n de esta manera grandes retos para nosotros y especialmente para las próximas generaciones de colegas:|
Primero el impacto de la reforma a la seguridad social en términos de morbimortalidad y calidad de atención, impacto que desde la óptica internacional es positivo, pero no compatible con un escenario de crisis en el sector, como se percibe internacionalmente.
Segundo, recuperar y mantener el papel de médico como orientador de la comunidad, por medio de un liderazgo ético y moral, donde como Obstetras y Ginecólogos, prime el derecho a la vida, el respeto a la dignidad de la mujer, al paciente y al colega. Esta orientación es vital, sobretodo en momentos donde la importancia de la tecnología médica es cada vez mayor, tecnologías como la ingeniería genética, el Internet, etc., no siempre bien entendidas y evaluadas, las cuales nos pueden avasallar.
Tercero, recuperar los espacios para la formación de los colegas, espacios que garanticen un alto nivel de calidad en la atención de los más necesitados y alta calidad como médicos de acuerdo a nuestra tradición. donde podamos realizar nuestra propia investigación, investigación entendida como la búsqueda de las soluciones que afectan a nuestra sociedad y que nos permita estar orgullosos de nosotros mismos como médicos, especialistas y colombianos.
Por último lograr un ejercicio digno en cuanto a una remuneración económica justa acorde al complejo entrenamiento y la responsabilidad que tiene entre sus manos. Esto solo se logrará con una actitud solidaria de respeto por nuestro trabajo y el de los colegas, que permita una capacidad de negociación justa con las empresas aseguradoras.
Esta reflexión aspira servir de punto de partida para la evaluación de nuestro desempeño en los próximos años en la búsqueda de soluciones a los problemas que afectan la especialidad
HERNANDO GAITAN
Director
Espero estén bien.
Que DIOS los bendiga y la Santísima Virgen María de Piendamó los cubra con su manto.
Mi nombre:
WILBERTO HERNAN PALECHOR CAICEDO
Médico, de Popayan – Cauca – Colombia.
C. C. 76.306.635
Cel: 314 8494779
E-mail: wilbertop@hotmail.com
CRA. 6. No. 18 N 24
Elaboré un trabajo.
Es una tabla para calcular las semanas de gestación y la Fecha Probable de Parto.
La titule: La Tabla de MACHEYLLOLLEN.
La tabla se registró en la Dirección Nacional de Derecho de Autor – Colombia.
La Tabla de MACHEYLLOLLEN es una joya, una herramienta, es un metodo.
Es la forma más sencilla de calcular las semanas de gestación y la Fecha Probable de Parto.
Así, en el momento estoy buscando una editorial o un grupo organizado que se encargue de la impresión y venta en Colombia inicialmente y luego en el exterior.