Otitis Media con Efusión
La otitis media con efusión es un proceso inflamatorio del oído medio, que ocurre entre el 25 y 35% de los casos de otitis media, caracterizándose por la presencia de líquido en oído medio (seroso, mucoide), sin signos infecciosos. La otitis media con efusión, ocurre normalmente en forma bilateral. En la mayoría de los casos la otitis media con efusión se presenta como una complicación de otitis media aguda, resolviendo espontáneamente en un gran porcentaje de los pacientes en el transcurso de unos pocos meses (4).
Historia Natural
Estudios longitudinales de la otitis media con efusión, demuestran la resolución espontánea de la entidad en más de la mitad de los niños dentro de los primeros tres meses después de establecido el derrame (4). Después de tres meses la resolución espontánea del derrame permanece constante, aunque la presencia del derrame en el oído medio después de un año es extremadamente rara y en la mayoría de los pacientes los episodios de otitis media con efusión no persisten más allá de la infancia temprana es decir, después de los tres años (4).
Factores de Riesgo
La evidencia científica mostró que los siguientes factores ambientales pueden aumentar el riesgo potencial de adquirir otitis media con efusión u otitis media aguda. Ellos son:
Alimentar a los niños con leches maternizadas en lugar de alimentación con seno materno, fumador pasivo y asistencia guarderías. La exposición secundaria al humo del cigarrillo está asociado con mayor riesgo de otitis media con efusión. Aunque no hay una prueba que dejar de fumar pasivamente ayude a prevenir la presencia de derrame en el oído medio, hay muchas razones para no llevar a cabo la exposición (4).
En estudios realizados en niños con otitis media con efusión que son cuidados en casa comparados con aquellos que asisten a la guardería, se encontró que los niños de la guardería tienen un riesgo mayor de adquirirla (4).
Cuadro Clínico
La clínica sigue siendo uno de los factores determinantes en el diagnóstico de otitis media con efusión. El dolor de oído y el malestar nocturno se asocian fuertemente con otitis media aguda; sin embargo, no sucede lo mismo con el diagnóstico de otitis media con efusión, el cual se debe sospechar en pacientes con pérdida auditiva leve o moderada y ausencia de síntomas infecciosos agudos como fiebre, otalgia y malestar general.
Estudios de los efectos de la otitis media con derrame sobre la audición han variado en el diseño y han examinado varios aspectos de habilidades de la audición y de la comunicación. También es incierto si los cambios en la audición debido al fluido del oído medio tengan algunos efectos a largo plazo sobre el desarrollo (4).
La otoscopia neumática es recomendada para la valoración del oído medio porque combina la visualización de la membrana timpánica con una prueba de movilidad de la membrana timpánica. Cuando este examen es realizado por un examinador experimentado, la exactitud del diagnóstico de otitis media con efusión puede estar entre el 70 y el 79% (4).
La prueba de los diapasones es de difícil realización y no tiene validez en niños menores de 3 años. Sin embargo, en adultos su utilidad es indiscutible.
La timpanometría suministra una medida indirecta de movilidad de la membrana timpánica y una estimación de la presión del oído medio. El valor predictivo positivo de un timpanograma anormal (curva tipo B), está entre 49 y 99%. El uso de ambas pruebas simultáneamente, mejora notoriamente la posibilidad diagnóstica de otitis media con efusión (4).
El cambio en el umbral auditivo es un indicador de presencia de otitis media con efusión. Su utilidad está recomendada en pacientes con otitis media con efusión bilateral con persistencia mayor o igual a 3 meses y en aquellos pacientes en que se sospeche pérdida auditiva igual o mayor a 20 decibeles en el oído de mejor audición (4).
Tratamiento
Muchas son las alternativas terapeúticas que se han propuesto; sin embargo, sigue existiendo controversia. Después de analizar varios estudios se puede llegar a algunas conclusiones.
La mayoría de los casos de otitis media con derrame se resuelven espontáneamente. El meta-análisis de estudios controlados mostró un aumento del 14% en el valor de resolución cuando recibieron antibióticoterapia. La extensión del tratamiento en estos estudios fue generalmente de 10 días (4).
Los efectos adversos más comunes de la terapia antimicrobiana son gastrointestinales. Las reacciones dermatológicas pueden ocurrir en 3 a 5% de los casos. Los agentes antimicrobianos recomendados son: amoxicilina, cefprozil, amoxicilina clavulinato, cefaclor cefuroxime, eritromicina, eritromicina-sulfisoxazol y trimetoprim-sulfametoxazol.
Con respecto al uso de glucocorticoides asociados a antibióticos, se ha visto que mejora levemente el aclaramiento; sin embargo, los efectos colaterales hacen que su uso sea muy discutido y no sea recomendado (4).
La asociación de antihistamínicos y descongestionantes es muy controvertida y al igual que los glucocorticoides su uso no ha mostrado cambios en el curso natural de la enfermedad, en grandes series realizadas a través del mundo (4).
Los beneficios principales de la miringotomía con inserción de tubos de ventilación, son la restauración de la audición al umbral auditivo antes de la otitis media con efusión y evitar la acumulación de líquido en el oído medio. Aunque hay evidencia insuficiente de los efectos adversos a largo plazo, existen limitaciones para la aplicación de los tubos que lleva a emitir recomendaciones muy estrictas para su aplicación en pacientes con otitis media con efusión. Una de las complicaciones más evidente es la presencia de miringotimpanoesclerosis en 51% de los casos y otorrea postoperatoria en 13% de los pacientes (4).
Con respecto a los procedimientos quirúrgicos realizados concomitantemente con la miringocentesis, en adenoidectomía, amigdalectomía o adenoamigdalectomía, no hay evidencia científica que permita concluir que son beneficiosos. Por tanto no está indicada su realización en pacientes con otitis media con efusión (4). Así mismo la evidencia de alergia asociada con otitis media con efusión no es clara. En consecuencia, aunque existen relaciones anatómicas cercanas entre la nasofaringe, la trompa de Eustaquio y el oído medio, muchos expertos han sugerido un papel para el manejo de la alergia en el tratamiento de la otitis media con efusión; pero a pesar de todo ninguna recomendación ha sido hecha a favor o en contra de dicho tratamiento (4).
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