Efectos en el Ejercicio Anaeróbico
El ejercicio anaeróbico es aquel de alta intensidad y baja duración (menos de dos minutos). En esta situación, las demandas de energía se suplen mediante el sistema de provisión de fósforo y ácido láctico, los cuales dependen en gran medida del glucógeno que se encuentra en el sistema musculoesquelético. Durante el ejercicio anaeróbico, las fuerzas de contracción dentro del músculo son fuertes y las fibras musculares se lesionan. En el periodo de recuperación, además de reponer los carbohidratos, es necesario suplir los aminoácidos esenciales para apoyar la síntesis de proteínas necesarias para reparar y reconstruir el músculo.
En general, las dietas cetogénicas contienen cantidades suficientes de proteínas (alrededor del 15% del valor calórico total); sin embargo, la baja ingestión de carbohidratos puede afectar de forma adversa el rendimiento anaeróbico, debido a que incrementa la dependencia de aminoácidos gluconeogénicos y disminuye la reposición de glucógeno (83).
Combinación con los ejercicios anaeróbicos
Varios estudios demuestran que, en combinación con los ejercicios anaeróbicos, las dietas cetogénicas y bajas en carbohidratos no se pueden considerar una estrategia efectiva para incrementar el rendimiento anaeróbico ni la masa corporal (10,85-87); inclusive, la hipertrofia muscular del entrenamiento puede verse afectada con este tipo de alimentación (83). En el cuadro 1 (86) se resumen los efectos de las dietas cetogénicas en los diferentes deportes y sus posibles mecanismos fisiológicos (80,88–90).
En conclusión, tal como dice Paoli (85), la dieta cetogénica en el deporte sigue siendo una zona de penumbra “el punto medio entre la luz y la sombra, entre la ciencia y la superstición”. Se puede decir que varios estudios respaldan su empleo en atletas de resistencia como una estrategia efectiva para reducir el peso corporal y la masa grasa, particularmente en el período de las 3 a las 12 semanas.
Las investigaciones que demuestran una mejoría significativa en el rendimiento del ejercicio de intensidad moderada son limitadas; sin embargo, el rendimiento del ejercicio de intensidad más alta puede verse afectado. Su empleo por periodos cortos no afecta los parámetros de rendimiento, pero puede conducir a una disminución indeseada de la masa corporal magra o bloquear la hipertrofia muscular. Por lo tanto, no se respalda el uso de las dietas cetogénicas como una estrategia alimentaria efectiva para aumentar el rendimiento deportivo (83).
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Efectos secundarios
El efecto adverso que se reporta con mayor frecuencia con este tipo de alimentación es la falta de observancia del tratamiento debido a las limitadas opciones de alimentos y a otros efectos predecibles, como hipoglucemia, deshidratación y letargia.
Las características de la alimentación también conducen a efectos gastrointestinales, pérdida de peso e hiperlipidemia transitoria. Entre los efectos gastrointestinales, los más frecuentes son náuseas, vómito, estreñimiento y disminución del apetito. Estos se pueden manejar con ajustes en la alimentación por parte de un profesional en nutrición y dietética.
En los pacientes con sobrepeso u obesidad, la pérdida de peso puede ser un efecto benéfico, pero en aquellos desnutridos, como los enfermos con gliomas, obviamente no lo son. Por lo tanto, se requieren ajustes calóricos para evitar la pérdida de peso (50,55,91).
Los cambios en el perfil de los lípidos, como la elevación en ayunas de los valores del colesterol sérico:
Los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y la disminución de las lipoproteínas de alta densidad (HDL), se presentan durante el primer año de tratamiento, pero tienden a normalizarse después de este tiempo.
Otros efectos adversos que se han visto con la dieta cetogénica son hepatitis, pancreatitis, hiperuricemia, hipertransaminemia, hipomagnesemia e hiponatremia (33,50,91)substrate utilization; body composition and quality of life (QOL. La restricción estricta de carbohidratos puede generar deficiencias de vitaminas y minerales, y propiciar la osteopenia y la osteoporosis. Esto hace necesario emplear suplementos para alcanzar las cantidades requeridas (50,55,91).
El empleo por tiempos prolongados de la dieta cetogénica puede causar también aterosclerosis, cardiomiopatía, nefrolitiasis, neuropatía del nervio óptico y anemia. En el metabolismo, puede alterar el catabolismo y reducir la síntesis de proteínas funcionales. Además, el poder cumplir con las necesidades calóricas se dificulta debido a la pérdida de apetito y a la disminución de atractivo organoléptico de los alimentos (50,91) (cuadro 2).
Contraindicaciones y seguimiento
Las dietas cetogénicas están contraindicadas en forma absoluta cuando existen alteraciones metabólicas incluidas la deficiencia de piruvato carboxilasa o de carnitina, y los defectos en la oxidación de los ácidos grasos, como aquellos en el transportador de carnitina y porfiria (11).
Algunas de las contraindicaciones relativas son las hiperlipidemias y la litiasis renal. Por esta razón, antes de comenzar este tipo de régimen alimentario, se sugiere solicitar exámenes de sangre y orina. En sangre, se deben determinar la acil-carnitina, el lactato y el perfil de lípidos. En la orina, se deben evaluar los ácidos orgánicos, la relación entre calcio y creatinina, y practicar el uroanálisis.
Durante el seguimiento y, por lo menos, cada tres meses, se deben practicar exámenes de sangre, como hemograma completo, glucemia, electrolitos que incluyan calcio, magnesio y fósforo, albúmina, lipasa, selenio, fosfatasa alcalina, 25-hidroxivitamina D, perfil lipídico en ayunas, carnitina (si está en tratamiento con valproato) y niveles de beta-hidroxibutirato; y en la orina, uroanálisis y la relación entre calcio y creatinina.
Efectos secundarios
La dieta cetogénica tradicional, es decir, la más estricta, genera problemas de observancia y tolerancia. Las versiones modificadas, que son menos estrictas, son más llevaderas.
Algunos de los efectos secundarios agudos que pueden presentarse en el inicio la dieta, son náuseas, vómito, hipoglucemia y cetosis excesiva que conduce a letargia (11).
Los efectos secundarios crónicos pueden ser:
- Gastrointestinales: estreñimiento, pérdida de peso, deficiencia de vitaminas y minerales (selenio, vitamina D y calcio) y pancreatitis
- Renal: cálculos
- Cardiaco: intervalo QT prolongado, miocardiopatía
- Crecimiento y desarrollo: baja talla, osteopenia
- Exámenes de laboratorio: baja albúmina, baja carnitina, perfil anormal de lípidos.
Conclusión
Las dietas cetogénicas se han empleado desde hace muchos años, principalmente en los pacientes con epilepsia, y su empleo se ha extendido a otras enfermedades como el cáncer, las enfermedades neurológicas, la obesidad y la resistencia a la insulina. Aunque se han obtenido buenos resultados, existe dificultad para estandarizar los datos debido a la inexactitud de la información sobre la ingestión de alimentos y el cumplimiento de la dieta a largo plazo, y el número limitado de pacientes y su deserción, lo cual hace difícil reproducir y generalizar los resultados de los estudios con este tratamiento nutricional.
La dieta cetogénica no es inocua; es necesario que su indicación, implementación y seguimiento estén a cargo de profesionales de la salud idóneos en el tema, quienes pueden establecer los riesgos y beneficios que se pueden obtener en cada una de las indicaciones.
Conflicto de interés
Asesor científico de Boydorr Nutrition.
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Recibido: Febrero 5, 2020
Aceptado: Mayo 21, 2020
Correspondencia:
Patricia Savino
patricia.savino@gmail.com
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