Historia de la Medicina, Sordera Tragedia y Muerte de Ludwig Van Beethoven
Académico Dr. Darío Morón Díaz
La sordera de Ludwig van Beethoven fue atribuida a distintas enfermedades: a una neuritis acústica debido a la fiebre tifoidea, a la sífilis, a la hepatitis, a una colitis, al reumatismo, a abscesos, a una criopatia debida al frío y a la osificación del tejido cartilaginoso que conduce al oído interno, también mencionaron la sarcoidosis (1).
Dos hechos fueron fundamentales para desechar tales especulaciones: el primero, la decisión del joven Ferdinand Hiller, que el 27 de marzo de 1827 cortó un mechón de cabello del cadáver de Ludwig van Beethoven.
El segundo, el avance científico de la medicina moderna. Ambos acontecimientos han permitido profundizar con certeza en la etiología u origen de la sordera de Beethoven y la variada sintomatología que sufrió el genio musical. (Lea también: Sordera Tragedia y Muerte de Ludwingvan, Causa de la enfermedad)
Esbozo biográfico
EL 16 de diciembre de 1770, en Bonn, nació Ludwig van Beethoven, hijo de Johann Beethoven y Maria Magdalena Keverich; el matrimonio tuvo siete hijos, cuatro fallecieron siendo niños y tres sobrevivieron: Ludwig, Kaspar Antón Karl y Nicolás Johann.
El padre de Beethoven fue dipsómano, debido a los excesos alcohólicos y en medio de los escándalos el padre agredía al niño. Deambulaba entre la Iglesia y la taberna. María Magdalena por el contrario era tierna y afectuosa con su hijo, situación que por contraste servia de refugio a Ludwig.
Su abuelo Ludwig van Beethoven tuvo influencia definitiva en el nieto. En el recuerdo aparece, un niño de tres años sentado en las piernas de un anciano preguntándole sobre el piano, los cuadernos de música abiertos, los libros, un violín. Cuando el niño pregunta, el abuelo contesta con una voz de bajo. Esa relación fue definitiva para el nieto (5).
En su época de estudiante revelaba una estatura más bien baja, con cuello corto, cabeza grande y nariz redondeada. El rostro con señales de haber padecido viruela. El cabello oscuro, así como el color de su tez. Los compañeros lo apodaron “el español” (5).
El pintor August Klober describió a Ludwig van Beethoven con los siguientes rasgos: “Siempre tenía un aspecto grave; sus ojos sumamente vivos solían aparecer soñadores a causa de la mirada un poco triste, forzada y dirigida hacia lo alto.
Sus labios aparecían cerrados, pero el pliegue que lo enmarcaba no era huraño. Sus pupilas tenían un color gris azulado y una gran vivacidad. Cuando su cabellera se agitaba tumultuosamente, adquiría un aspecto demoníaco (2).
Otro retratista lo describía como de estatura mediana y cuerpo rechoncho, cabellera gris, exuberante, como una melena, que daba la impresión de una especie de cabeza de león, los ojos penetrantes, inteligentes, miraban sin cesar a su alrededor; vacilaba en sus movimientos como si anduviera en un sueño (3).
Vida amorosa
A finales de 1801 Beethoven se enamoró de unajoven de 17 años, la condesa Giulietta Guicciardi, su alumna de piano. Ambos intercambiaron numerosa correspondencia; Beethoven le dedicó la Sonata Claro de Luna.
También hubo un romance con la cantante Mag dalena Willman, quien en 1795 rechazó su propuesta de matrimonio, con Josephine y Therese von Brunswik y con Maria Therese Malfatti, a quien homenajeó con la Sonata para piano Nº 24, conocida erróneamente como “Para Elisa”. También con Bettina Brentano y Amalie Sebald. Nunca llegó a la unión matrimonial (4). (Lea también: Sordera Tragedia y Muerte de Ludwingvan, Especulaciones etiológicas)
El compositor y su época
Para la fecha del nacimiento de Beethoven, 1770, en Europa surgen los cimientos de la nueva química, independiente de la alquimia, la teoría acerca del calor, la electricidad, el magnetismo y los grandes avances en el campo de la geología, la geofísica y la topografía. Antoine Lavoisier publicó su tratado elemental de química y explicó la Ley de la indestructibilidad de la materia.
En la medicina aumentaron los conocimientos para mejorar la salud y se usó la quinina contra la fiebre. Entraron en vigencia aspectos relativos a la mujer embarazada y a la ginecología. En Inglaterra las máquinas de vapor y la de hilar jugaron papel importante en la revolución industrial.
A Beethoven le correspondió vivir esa época turbulenta de la historia de la humanidad y específicamente la de Europa, su ciclo vital coincidió con la denominada crisis del Antiguo Régimen, matizada por una serie de revoluciones que cambiaron las estructuras políticas, sociales y económicas. La crisis dio paso a la era contemporánea, una sociedad más participativa y al ascenso de la burguesía (5).
La trayectoria histórica del mundo en el último tercio del siglo XVIII y el primero del XIX fue regida por tres líneas maestras: la ruptura político-ideológica que produjo la Revolución Francesa, su posterior derivación en el ascenso, hegemonía y caída del imperio napoleónico, la progresión hacia la independencia de las colonias americanas de las coronas europeas y el comienzo de la era industrial.
Esas circunstancias, indudablemente, incidieron en el carácter del compositor y por ende en su obra musical. Beethoven nació en el mismo año en que Juan Jacobo Rousseau escribió Las Confesiones (4,6).
Beethoven no fue un testigo indiferente, y por el contrario fue un apasionado defensor de la causa revolucionaria. Para él, la fraternidad, la libertad y la igualdad eran fundamentales. Perteneció por su generación a una época de grandes ideales universales, de apasionadas declaraciones de principios y de confusas hermandades revolucionarias.
En el siglo XVIII existía un sentimiento de confianza en el futuro y creció el optimismo de las personas que pensaban podían controlar su propio destino. Entre los intelectuales adquirió mayor vigencia el ateísmo y obviamente un claro escepticismo religioso y cierto cuestionamiento de las instituciones políticas (7).
Hubo un mayor acercamiento hacia los temas científicos y la ampliación de los conocimientos del mundo, la naturaleza y el propio cuerpo humano. Algunos intelectuales y gran parte de la sociedad de la épocas e resistían confiar en la cosmología moderna.
Ludwig era un músico que buscó su propia liberación como artista para no estar sujeto al patronato que se ejercía en Austria. Beethoven jamás se inclinó ante un noble. En su época los artistas comenzaron a ser más conscientes del papel social que ejerce una obra de arte, la cual debía cumplir una misión más elevada y comprometida con su tiempo.
Varios episodios son de destacar para demostrar el carácter e independencia del compositor. Cuando le relataban los triunfos de Napoleón afirmaba que él lo habría superado de haberse dedicado la carrera militar. En otra ocasión no tocó el piano delante del duque de Sajonia Weimar, por cuanto el duque le era antipático (3).
Admiró a Lord Byron y a Honorato de Balzac. Fue amigo de Goethe, quien publicó en 1774 la novela Werther que dio inicio al movimiento romántico de gran influencia en la sensibilidad occidental. Por la misma época, 1776, Adán Smith publicó en Londres la Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. En Inglaterra crearon el primer sindicato obrero.
Beethoven se adaptó a la época y a las manifestaciones burguesas cuando vivió en Viena. Si bien es cierto que lo hacia también por razones de salud, a veces prefería retirarse lejos del bullicio de la ciudad y de esa manera estar en contacto con la naturaleza, como un especie de sosiego para el espíritu, “amaba más a un árbol que a un hombre”.
Esa pasión por la naturaleza se refleja en su Sexta Sinfonía, la Sinfonía Pastoral, “una pasión que lo llevaba a sentirse inmerso en ella como en contacto divino” (3).
En 1789 estalla la Revolución Francesa. Beethoven en ese período admira, encumbra, odia, desprecia y compadece a Napoleón. En 1804 Napoleón se convirtió en emperador vitalicio; al enterarse de ese hecho Beethoven borró indignado la dedicatoria de su Tercera Sinfonía, la Heroica.
La Heroica rompió con los moldes de las sinfonías de la época, era más extensa, y para muchos se constituyó en la piedra angular de la civilización musical moderna. Según Berlioz la Sinfonía Heroica “tiene tal fuerza de pensamiento y ejecución, un estilo tan constantemente elevado y nervioso, tan poética forma, que es imposible negarle el primer puesto entre las más altas concepciones del coloso de la música moderna (6).
A manera de anécdota, la Heroica, una composición revolucionaria, paradójicamente se la dedicó al Príncipe Lobkowitz “nobilísimo y antirrevolucionario” (7).
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