La Consolidación Cortical Unimodal Sensorial Engendra Epifanía Cognitiva

Un estimulo nuevo lo percibimos con varios sentidos en un esfuerzo inicial de reconocimiento.

A su vez engranamos la amígdala que esta a cargo de asignar valencia emocional positiva o negativa al estimulo.

Esto es parecido a lo que experimenta la mosca Drosofi la cuando esta expuesta a estimulo visual que no es fácil de reconocer (utiliza el sistema de aprendizaje sinérgico multisensorial) el cual genera en principio mayor tensión “emocional”.

Con la repetición del estimulo nos habituamos normalmente a el y hacemos dos cosas:

  1. Lo confinamos a la corteza mas apropiada para la naturaleza del estimulo, la corteza de la circunvolución fusiforme del lóbulo temporal por ejemplo si se trata de un rostro.
  2. Desengranamos al sistema autonómico y por ende a la amígdala, mitigando el valor emotivo generalizado o crudo del estimulo, tornando su componente afectivo en un engrama más sofisticado, más especifico y si se quiere más “racional”. (Lea también: Nuestras Acciones Interfieren con la Percepción en la Neurobiología)

Con el tiempo es más fácil reconocer los estímulos habituales los cuales procesamos en forma automática o casi refleja. La amígdala contiene neuronas particularmente diseñadas para la valoración emotiva positiva y negativa de los estímulos.

El núcleo lateral es el núcleo aferente más importante de la amígdala recibiendo vías de las diferentes zonas corticales sensoriales mientras que el núcleo central, representa el núcleo eferente… La zona dorsal y ventral de la amígdala se sirve de un mecanismo de polarización metabólico y electro- fisiológico aparentemente instituido con el propósito de discernir mas fácilmente los estímulos creando un contraste.

Individuos con trastorno de la atención o con memoria de trabajo deficiente tienen que apelar al aprendizaje multisensorial con el consiguiente “stress” causado por la sobresaturación continua de estímulos. Dicho sea de paso ellos se encuentran mas a riesgo de exhibir prejuicio social (6).

La epifanía (o “Momento Eureka” para otros) ocurre cuando acoplamos descargas corolarias en sintonía (ondas gamma) entre el estimulo primario y los asociados (“Qué cara tan bonita… ¡Pero si es mi mamá!).

Hemos de recordar estos puntos de interés:

  1. Aprendemos conciente e inconscientemente
  2. Tanto el estímulo primario como los estímulos (recuerdos) asociados pueden ser concientes o inconscientes (uno si y el otro no)
  3. Percepciones específicas pueden traer recuerdos de hechos primarios, situaciones, objetos o personas que registramos en forma inconsciente anteriormente.
  4. De manera reciproca, podemos recordar o reaccionar sin saber el por qué, a fenómenos asociados aprendidos en forma inconsciente, a un hecho aprendido en forma conciente inicialmente.

¿No nos ilustran las aseveraciones anteriores sobre la importancia del psicoanálisis como trabajo “detectivesco” de gran magnitud? Me atrevo a afirmar que el psicoanálisis es el estudio del por qué de los por qué.

El procesamiento visual inconciente y preconciente

¿Cómo estudiamos el aprendizaje conciente de orden racial?

Contestando dos cuestionarios. Uno denominado “Escala de Racismo Moderno” y el otro “Prueba de Asociación Implícita”. El segundo determina nuestras preferencias o tendencias raciales discriminatorias positivas o de aversión analizando las respuestas a preguntas indirectas que nos “descubren” nuestro sentimientos “de fondo” sin la negación autoritaria del superyó. ¿Cómo estudiamos el aprendizaje y procesamiento inconsciente de los estímulos? Utilizando figuras camufladas (masked) o mostradas en una pantalla en forma muy breve hasta el punto de que no se toma conciencia de lo que se mostró (7).

Al mismo tiempo podemos acompañar este experimento de estudios simultáneos paraclínicos. Por ejemplo, se puede registrar la reacción psico-galvánica o de conductancia eléctrica de la piel (basada en la sudoración producida por la despolarización de axones autonómicos que inervan a las glándulas sudoríparas) que en últimas causan un cambio electrolítico debajo del electrodo superficial de registro con el correspondiente cambio de potencial dérmico.

La activación abrupta del sistema autonómico simpático y -como consecuencia- de las glándulas sudoríparas, incrementa la conductancia de la piel.

Igualmente podemos registrar el reflejo palpebral inducido por estimulo súbito (un ruido intenso) y comparar la energía de la contracción refleja del músculo orbicular de los ojos, si se provoca inmediatamente después de la estimulación visual inconsciente.

En otras palabras, el reflejo palpebral “nos vende” y nos revela los verdaderos sentimientos sumergidos por el lastre del superyó. Por último, podemos completar un fMRI simultáneo al estímulo visual e identificar la activación especifica de núcleos y sistemas, lo cual nos ofrece información objetiva y reproducible. Olsson y asociados desde New York University nos dicen ahora que tenemos preconcepciones raciales de la misma naturaleza que los temores “preparados” o hereditarios evolutivos tales como el temor a las culebras.

¿Por qué? ¿Algo pasó en las sabanas africanas hace miles de años?

Olsson estudió individuos de raza blanca y de raza negra. Los blancos tememos a los negros y viceversa. Pero los blancos tememos más a lo negros que los negros a los blancos.

Cuando un blanco ve a un negro que no conoce con antelación, la amígdala se ilumina como si el blanco hubiera visto una culebra. Y ¿cuánto tiempo toma la percepción inconsciente? Treinta milisegundos.

Curiosamente, a los 525 milisegundos la reacción inconsciente de temor se empieza a atenuar mientras que en forma concomitante la corteza prefrontal, que constituye el mecanismo neurobiológico social de control (El Superyó Autoritario) se activa progresivamente.

¿Qué significa lo último? Que contamos con un mecanismo de control cognitivo (unos más, otros menos) que puede matizar nuestras percepciones negativas, incluso en un estadio preconciente. Más material para que el psicoanalista elucide…

¿Qué hacemos para combatir el prejuicio social?

El grupo de Olsson demostró que la exposición visual de gentes conocidas-Oprah Winfrey, Bill Cosby- no causa temor conciente ni pre-conciente (y viceversa para los sujetos de raza negra viendo caras de blancos conocidos y populares con el público).

Además demostró que aquellos blancos que habían tenido relaciones amistosas o amorosas previamente con mujeres negras reaccionaban con temor de menor intensidad (8). ¿Cuáles son las malas noticias? Los estímulos visuales neutros se pueden volver negativos con estímulos aversivos sobre- agregados y aquellos estímulos negativos ancestrales como el miedo a los arácnidos (“preparados” en el lenguaje de Olsson) pero reforzados con más estímulos negativos ulteriores, son mucho más difíciles de extinguir. ¿Qué hacer para integrarnos socialmente? Llamar a un psico-oftalmólogo sociólogo.

El le dirá qué hay que hacer la integración paulatinamente. La integración no se crea por decreto. Toma tiempo. Generaciones. Es como sintetizar un explosivo en el laboratorio. Muy despacio. Algo para recordar en estos tiempos belicosos.

Referencias

  1. Selten JP, et al: Social Defeat: Risk Factor for Schizophrenia? Br J Psychiatry. 2005; 187: 101-2.
  2. Wilson M, et al: The Case for Motor Involvement in Perceiving Co specifi cs. Psychol Bull 2005; 131: 460-73, 2005.
  3. Grafton ST, et al: Premotor Cortex Activation During Observation and Naming of Familial Tools. Neuroimage 6:231-6, 1997.
  4. Grezes J, et al: Brain mechanisms for Inferring Deceit in the Action of Others. J Neuroscience 24: 5500-505, 2004.
  5. Critchley HD, et al: Fear Conditioning in Humans: The influence of Awareness and Autonomic Arousal on Functional Neuroanatomy. Neuron 33: 653-663, 2002.
  6. Morris JS, et al: Parallel Neural Responses in Amygdala Subregions and Sensory Cortex during Implicit Fear Conditioning NeuroImage 13: 1044-52, 2001
  7. Phelps EA, et al: Performance on Indirect Measures of Race Evaluation Predicts Amygdala Activation. J Cogn Neuroscience 12: 729-738, 2000.
  8. Olsson A, et al: The Role of Social Groups in the Persistence of Learned Fear. Science 309: 785-87, 2005.

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