La Pareja: Dos Mundos, Una Unidad
Comentario al trabajo del Dr. Álvaro Villar Gaviria
Académico Guillermo Sánchez Medina
Álvaro Villar Gaviria de 75 años, médico psiquiatra psicoanalista, hizo su tesis de grado sobre el “Tratamiento de la Esquizofrenia por medio de la Histamina”, graduándose en noviembre de 1950, es decir hace 46 años.
Trabajó e hizo su especialización en el Asilo de Locas, de Bogotá, y realizó el entrenamiento psicoanalítico en el Instituto de Psicoanálisis; es fundador de la Sociedad Colombiana de siquiatría, de la Asociación Psicoanalítica Colombiana, de la Red de Alternativa a la Psiquiatría y de la Fundación del Psicoanáisis y Psicoterapia; además es Miembro de la Sociedad Colombiana de Epistemología; y pertenece a la Sociedad de Rorschach de New York, y a la Interamericana de Psicología.
Es Profesor Emérito y Honorario de la Universidad Nacional; le fue otorgado el premio “Héctor Ortega Arbeláez” por su trabajo “Acerca de Michel Foucault”; pertenece a la Sociedad Colombiana de Educación Preescolar y a la Sociedad de Psiquiatría Democrática de Trieste, Italia.
Ha sido Profesor de técnicas cuantitativas, de teoría psicoanalítica, de técnicas de psicoterapia, de psicología aplicada a la clínica, de técnica psicoanalítica, de psicoterapia de pareja y de familia, y de sexología. (Lea también: Artículos Científicos, La Pareja Humana)
El Doctor Villar publicó una docena de libros desde: “El niño, otro oprimido”; “El servicio doméstico, un gremio en extinción”; ÒPsicología y clases sociales en Colombia”, Vols. 1, 2 Y 3;”Lexicon de León De Greiff”; “La autoridad en Colombia. Manicomio y prisiones”; “ÀLa salud pœblica para quién?”; “Freud, la mujer y los homosexuales”; “Glosario mínimo para los amantes de “El amor en los tiempos del cólera'”; “Los ángeles de Sopó”.
Por los títulos, se dejan ver las motivaciones científicas que tiene por los oprimidos, y por un factor psicológico y social, hasta llegar al maltrato del enfermo mental o del delincuente maltratado, preguntándose: “¿Para quién es la salud pœblica?” y cuestionando los conceptos sobre la homosexualidad y el contexto social sobre las mujeres. Su inter”s no solamente es científico, histórico y cultural, sino también artístico, a trav…s de su obra “Los ángeles de Sopó” y la exquisitez en el gusto por la música.
Sus trabajos son mœltiples, alrededor de cincuenta, pero sólo haré mención de algunos, que parten de: “El valor clínico de las pruebas mentales” en (1956), seguido por “La coincidencia de los trastornos mentales y endocrinos en la adolescencia”; “El odio, la violencia y la guerra”; “la motivación desde el punto de vista psicoanalítico”;
“Estado actual de la asistencia psiquíatrica en Colombia” (1965); “Psicoanálisis y psiquiatría de América Latina”; “El desarrollo de la psicología en Colombia”; “Los estados depresivos”; “La indicación del psicoanálisis y sus limitaciones”; “Estado, progreso y desarrollo actual de la psicología y psicoterapia en Colombia”; “Los aspectos clínicos en la angustia”;
“La neurosis del ama de casa”; “La psicoterapia psicoanalítica de grupos”; sobre “La delincuencia y el psicoanálisis como ejercicio profesional”; acerca de “La salud mental, la psicoterapia de familia”; “El contexto socio histórico de la locura”; “El niño colombiano y la familia”;
“La sexualidad femenina, aproximación al concepto de lo normal”; “Antropología médica y medicina tradicional”; “La mujer y el psicoanálisis”; “La familia y la sexualidad del niño”; “La madre y el niño proletarios”;
“La mujer en la familia colombiana”; “Los derechos del niño”; sobre “La historia de la psicología colombiana”; “De la medicina a la psicoterapia colombiana”; “La vida cotidiana en la familia obrera”; “La desintegración de la familia”; “La contribución y el rol de la educación en el desarrollo de la cultura y la defensa ecológica”;
“De regreso a la medicina de familia a través de la psicología”; “Sobre el origen de la familia y de la división del trabajo”; “Medicina y Humanismo”; “Escollos Invisibles en la terapia de pareja y familia”; “Familia, psicoterapia y sociedad”. De estos títulos podemos deducir su interés por el estudio de la familia, la pareja, la mujer, el niño, la sociedad, la cultura y la medicina.
Hay cuatro ponencias importantes que ha realizado: la primera en 1959 sobre “La prueba de Rorschach en las depresiones desde el punto de vista psicoanalítico”; “Lo anómalo” (presentada en el II Congreso de psiquiatría democrática en Trieste, Italia); “La psiquiatría, hoy”, (1980), presentada en Medellín; “Cuestiones teóricas, ideológicas y metodológicas de la psicología en América Latina”, presentada en La Habana (1986).
El Doctor Villar fue Decano de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional; Jefe de Servicio del Frenocomio de Mujeres, de Bogotá; Director de la Clínica Monserrat, de Bogotá; Miembro del Consejo Técnico de la Secretaría de Educación, de Bogotá;Presidente de la Asociación Psicoanalítica Colombiana; y Director del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.
En este resumen de su hoja de vida científica no están incluidas sus excelentes dotes humanas como hijo, hermano, esposo, padre, colega y amigo ajeno a la adulación, siempre listo a ayudar a quien lo necesita.
Sus padres y su esposa desde el más allá, y los demás desde aquí, somos testigos de lo dicho.
Tuve el honor de ser elegido como evaluador de su trabajo titulado: “La pareja humana” para su ingreso a la Academia 1 .
Cuando se piensa en el tema sobre la pareja humana, surgen una serie de ideas, desde aquellas que parten de la creación del hombre, la aparición de los sentimientos, la ternura, la consciencia, el pensamiento y el amor que globaliza y nos une, desde la relación de la pareja madre-bebé, pasando por la que se realiza en la adolescencia, la madurez y la tercera edad, …pocas que se caracterizan y configuran en fantasías, deseos, y diferencias con aceptación y rechazo, con el placer y el dolor, el amor y el odio, impulsos contradictorios, alternando uno y otro, no sin tener estos œltimos, algo de magia y misterio que construyen trampas emocionales individuales y colectivas, estableciendo también una complejidad de fenómenos multideterminados hasta nuestros días, a través de los tiempos, con todas sus vicisitudes.
Desde los mitos se ve el planteamiento de la casta de los dioses y la prohibición del amor y de la pareja libremente; así Psyque tiene que ser castigada e ir primero al infierno, superar las pruebas que le impone Venus para poderse unir a Eros y ser pareja.
Al hablar de la pareja humana, nos enfrentamos a los criterios de dos sujetos, dos subjetividades, dos sentimientos, dos actitudes, dos maneras de acercarse y unir uno a otro, dos mundos internos, dos realidades internas y externas, dos fantasías, dos sexualidades, dos sistemas físico-químico endocrinos y morfológicos, dos historias, dos consciencias, dos inconscientes, dos motivaciones cada una con el respeto por el otro.
Es así como se configura la unidad de dos, la interrelación de dos universos diferentes para conformar una unidad de existencia dentro de un campo: la familia.
Esas diferencias de dos seres se diluyen para integrar la unidad por y con el ya nombrado puente del amor, con el pensamiento, con la consciencia, con los sentimientos y con la conducta, elementos que los llevan a estar unidos, cada uno en su espacio, pero juntos para ser el par, en la interrelación humana, en las contradicciones, dentro de su contexto psico-histórico-económico-social, en el que lo transcendente es, repitámoslo, la unión por el amor. Pareja y familia son la urdimbre de la sociedad, que hoy está en crisis por el resquebrajamiento de valores colectivos por causa del egoísmo.
Para que la estructura de la pareja se realice bajo postulados de salud mental se requiere como ya se enunció, del amor, de la comprensión, de la tolerancia, de la renuncia al egoísmo, del apoyo mutuo, de las relaciones y aptitudes individuales y generales que no siempre son factibles de tener con equidad y equilibrio; estos œltimos conceptos tienen una connotación dinámica de compensación de grandes diferencias y desequilibrios.
Ser pareja no significa estar pegado uno al otro, ser iguales, ser la espalda o la piel del otro, o vivir en un estado simbiótico o parasitario, pero sí implica una interrelación de los dos. Entendamos que el amor es el instrumento por excelencia por medio del cual se expresan los instintos desde la ternura hasta la pasión para llegar a la comprensión y a la complementación funcionante. Todo desequilibrio puede implicar una tendencia equilibrante y viceversa.
Es natural que en toda pareja se den las identificaciones proyectivas mutuas, lo que implica que la persona se identifica, poniendo elementos de sí, en la otra; esta es una cuestión dinámica en la que la pareja en su atracción, llena los vacíos, se complementa, se une en los diferentes niveles intelectuales éticos y estéticos para ser, estar, tener y vivir, gracias a la fuerza, repitámoslo, del amor, que no es sólo de cuerpos sino también de trascendencia, en los sentimientos, en la profundidad del alma, en la presencia, en la comprensión, en la tolerancia o en el silencio que acompañan a los dos seres.
El amor no es de uno, ni solamente uno proyectado en el otro, lo que equivaldría a un amor narcisista; el amor es dos en uno con una satisfacción mutua en la cosmovisión del universo y en las consecuencias de las mœltiples formas de la creatividad humana a nivel biológico, social, psicológico, estético o artístico. El trabajo del Doctor Alvaro Villar Gaviria nos lleva a esos campos, que son estudiados por las diferentes escuelas psicoanalíticas.
No me voy a privar de leer apartes de lo que escribí en octubre del año pasado con respecto al trabajo del Doctor Alvaro Villar Gaviria. “Leí el prolijo y bien documentado trabajo de un purismo castellano, con curiosidad de investigador, y me encontro”, llevado por el autor en su experiencia con los hechos observados e investigados, a los campos de su propia historia y de la humanidad, a los del psicoanálisis, a los de la sociología y la antropología, sin entrar en su funcionamiento cuántico, más sí a lo comparativo y a los malogrados principios de “equidad o equilibrio”,
Así me encontré con la historia, con los hechos de la misma, con la crítica de los dos, todo lo cual nos ubica en el principio básico de la ciencia, en la arqueología del conocimiento o la epistemología, y, en especial al de las relaciones de pareja hasta este final de siglo.
Dentro del texto me hallé con la significación de las palabras y conceptos: “hallazgos, conformidad, patología, terapia, igualdad, desigualdad, diferencia, contrastes, generalización, familia, sociales, formas paralelas, genealogía del poder, síntomas, enfermedad del cuerpo y del espíritu, forma dialéctica de las leyes, universalidad de las estructuras económicas, método comparativo aplicado a las parejas grupos A y B, en las dos mitades de siglo, y su cambio en las estructuras básicas de sus relaciones”.
Todas estas palabras y conceptos significantes, algunos debatibles, fueron dirigidos, con un hilo conductor fascinante paso a paso, para llevarnos de la mano a la relación hombre-mujer, en sus relaciones vinculares y a la inalcanzable “equidad y equilibrio” procesal cambiante, sin cifras ni cuadros comparativos, pero sí a lo eterno femenino, a la fertilidad y en especial a las tendencias que conducen a las instituciones como grupos refractarios del cambio en la sociedad colombiana, con un halo de esperanza en el futuro de los niños y de la vida en familia.
La persona íntegra del Doctor Alvaro Villar Gaviria presenta diferentes y enriquecedoras facetas desde el devenir de su existencia. Vi al Doctor Alvaro Villar por primera vez, sin que él lo recuerde, en el aula de Psicología de la Facultad de Medicina en la Universidad Nacional, con un grupo de estudiantes dirigidos por la Psicóloga Doctora Mercedes Rodrigo en 1948.
Diez años más tarde, lo volví a encontrar en los seminarios de psicoanálisis en el Instituto Colombiano de Psicoanálisis; más adelante, en el Consejo Técnico del Centro Piloto de Higiene Mental; luego en su acogedora y calurosa casa en compañía de su señora, Leonor Concha, y de sus hijos; hicimos una estrecha relación que se caracteriza por la sinceridad, la honestidad y el interés mutuo por los diferentes aspectos humanos, culturales, trascendentes.
El Doctor Villar Gaviria a través de las relaciones de colegaje y caballerosidad, ha demostrado una actitud amorosa positiva con su ecuanimidad, crítica constructiva y nada adulante, que busca la objetividad conceptual ética y estética, con las leyes de la amistad y siempre fiel a sus creencias.
Su pensamiento se ha revelado continuamente coherente, profundo, estudioso, enfocado este siempre a los otros seres humanos que sufren, de una y otra forma por la agresión, la opresión y las diferencias; así, se observa que siempre ha buscado de pie, alerta, expectante, para recibir con un sí afectuoso y un cuestionamiento interno hacia el pasado, en búsqueda de equilibrio y de armonía, no sin ser intolerante al desconocimiento del saber, al maltrato del prójimo, a lo incongruente y parcializante y a la vez con una esperanza teñida de incertidumbre.
Además de ser Profesor, ha conseguido, a través de los años, dedicado a la enseñanza con sus discípulos, el titulo no reglamentado de Maestro.
El Doctor Villar nos demostró, a través de sus años, no sólo su saber, estudio, extensa cultura y conocimiento, sino también sus dotes de investigador analítico, de rastreador del saber y de comunicador de los hechos investigados, con la honestidad científica de su conciencia, además de su intransigencia a la sinceridad con prudencia. Puedo agregar por último que el Doctor Álvaro Villar Gaviria reúne también entre muchas cualidades: la tendencia a la globalidad en el conocimiento y la afectuosa protección del ser humano en el dolor.
Bibliografía
1. Leído en la Academia Nacional de Medicina el 4 de septiem-bre de 1997.
2. S/nchez M.G., 1997 “Arquitectura y Din/mica del Aparato Mental”.
3. Popper Karl, 1971, “La Lógica de la Investigación Científica”. Editorial Tecnos, Madrid, p/gs. 17-43-44-48-359.
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