Es para mí particularmente grato atender la insinuación del Comité Editorial de la Revista Académica “MEDICINA”, para dirigir una admonición a los lectores, con el objeto de que ellos constituyan un grupo de presión a fin de que esta publicación emprenda en sus nuevas ediciones, un franco plan de avance y de progreso como corresponde a la centenaria tradición de la Academia y en no menor grado, al carácter de órgano de consulta de los poderes públicos y privados que le imprimió la ley de su fundación.
La circunstancia afortunada se presenta en estos momentos agitados de la vida colectiva, por haberse perfeccionado un convenio estricto, serio y prometedor, entre nuestra Corporación y la firma farmacéutica Italmex representada por su Gerente General, doctor Joaquín Ordóñez S., en que se asegura la salida regular de las ediciones y se promete proseguir en el mejoramiento del material publicitario, para suministrarle a los médicos y trabajadores de la salud, poco a poco pero sin desmayo, informaciones, conocimientos, técnicas y tecnologías que los ayuden a mantenerse al día en los avances acelerados que experimenta en su amplio espectro la medicina de las actualidades.
El Presidente Jorge Cavelier Gavina, el Coordinador insomne Mario Camacho Pinto y quien ésto escribe desde la Secretaría Perpetua, nos hemos comprometido con Italmex y su Director Dr. Ordóñez, pese a las propias limitaciones y al embate de los aconteceres ingratos, a movilizar al cuerpo médico del país en una campaña demejora de las publicaciones.
En 1783, hace 117 años, salió el primer número de la Revista Médica de Bogotá, redactada por la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales que en esos instantes pasó a ser Academia Nacional de Medicina, bajo la regencia de los más ilustres médicos y profesores con que contaba la Nación.
Publicaciones académicas
Ya en este siglo, guerras, penurias y desidias sobreañadidas, suspenden por lapsos no muy largos el renglón airoso de las publicaciones académicas; ellas reviven en manos de José Francisco Socarrás, Jorge García Gómez, Alberto Cárdenas Escovar, los miembros de la Junta Directiva que ampararon la presidencia que me fue dado ocupar en 1970.
Desde entonces se adopta el nombre de “MEDICINA”, pero sigue vigente el mismo espíritu de la Revista Médica de Bogotá que se enalteció con figuras cumbres del pensamiento:
Pío Rengifo, Rafael Rocha Castilla, Cuéllar Durán, Pablo García Medina, Agustín Arango, Juan N. Carpas, Jorge Bejarano, Patiño Camargo, Rueda Vargas, Edmundo Rico, Gonzalo Esguerra, Soriano Lleras, Mario Gaitán, entre los numerosos próceres del trabajo editorial de la Academia, cuya enumeración es incompleta por lo cual ofrezco mis disculpas.
Todo lo cual indica que “MEDICINA” no puede tener otras pausas ni retrasos.
CESAR AUGUSTO PANTOJA
Secretario Perpetuo
