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Cinco pasos para comenzar la transición de tu flota a vehículos eléctricos

Comenzar la transición de tu flota a vehículos eléctricos Farizon
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La movilidad eléctrica empresarial: una necesidad actual

La electrificación del transporte empresarial ya no es una idea futurista. Es una necesidad y una oportunidad real para las compañías colombianas que buscan optimizar costos, reducir su huella ambiental y alinearse con las tendencias globales de sostenibilidad. Sin embargo, muchas empresas se enfrentan a un obstáculo común: no saber por dónde empezar.

Este artículo está diseñado para resolver precisamente esa duda. A través de cinco pasos claros, explicamos cómo iniciar la transición hacia una flota de vehículos eléctricos (VE), adaptada al contexto colombiano y basada en información veraz, relevante y actualizada.

Introducción: El auge eléctrico en cifras 

El crecimiento de los vehículos eléctricos (VE) en Colombia ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una realidad tangible y en rápida expansión. Según el informe de Fenalco y ANDI, durante 2024 se registraron 9.178 vehículos eléctricos, lo que representa un aumento del 150 % respecto a 2023 (fenalco.com.co). Ese mismo mes de diciembre, se alcanzó un récord histórico con 1.937 unidades vendidas, un crecimiento del 293 % mes a mes. Mientras tanto, en lo que va de 2025, las cifras mantienen la tendencia: en febrero se registraron 1.095 nuevas matrículas, lo que evidencia un incremento del 177 % frente al mismo mes de 2024. El dinamismo no solo responde al impulso de vehículos particulares, sino también al creciente interés corporativo por electrificar flotas destinadas a logística, distribución y operaciones urbanas.

Este auge responde a varios factores: incentivos fiscales (tarifa reducida del 5 % de IVA, en lugar del 19 % ), reducción de aranceles de importación según la Ley 1964 de 2019 (larepublica.co), y una conciencia creciente sobre el impacto ambiental y regulaciones futuras. Además, el mercado no está concentrado únicamente en las grandes ciudades:

ciudades intermedias como Pereira, Rionegro y Manizales reportan incrementos de más del 600 % en matrículas de VE (fenalco.com.co).

Para el sector empresarial, este crecimiento se traduce en una oportunidad estratégica. Las flotas eléctricas comienzan a ser vistas no solo como símbolos de responsabilidad ambiental, sino como herramientas para reducir costos y optimizar operaciones. Con estas cifras, la pregunta clave ya no es “si”, sino “cómo empezar”.

En este contexto, los cinco pasos que presentamos a continuación –evaluación, proyección, selección, infraestructura y capacitación– proporcionan una hoja de ruta clara y adaptada a la realidad colombiana, diseñada para que cualquier empresa pueda dar el primer paso hacia una flota eléctrica eficiente y sostenible.

5 pasos para electrificar tu flota empresarial infografia

Paso 1: Evalúa tu operación actual

Antes de electrificar, debes conocer a fondo cómo opera tu flota hoy. Este diagnóstico permite saber si realmente es viable hacer el cambio y en qué unidades empezar. Algunos elementos clave que debes analizar son:

Kilómetros diarios recorridos por cada vehículo: Los VE tienen autonomías variables (entre 150 y 400 km en promedio en Colombia). Conocer los recorridos te ayudará a saber si un VE puede sustituir a un vehículo a combustión sin afectar la operación.

Tipo de rutas: Las rutas urbanas, de última milla o de reparto programado son ideales para los VE. Rutas intermunicipales o rurales requieren un análisis más cuidadoso.

Frecuencia de uso y tiempos de inactividad: Esto define cuándo y dónde podrían cargarse los vehículos.

Tipo de carga transportada: Para definir si se requiere una van, camión liviano o unidad especializada.

Según el Ministerio de Transporte y la ANDI, más del 60% de los vehículos de carga urbana en Colombia recorren menos de 200 km al día, lo cual los hace potencialmente electrificables (ANDI, 2023).

Paso 2: Proyecta ahorro y eficiencia

Uno de los grandes mitos es que los VE son más costosos. Si bien el precio de compra puede ser mayor, el ahorro operativo lo compensa rápidamente. Por eso, se debe realizar un análisis del Costo Total de Propiedad (TCO), incluyendo:

Gasto mensual en combustible: En Colombia, el galón de diésel ha superado los $10.000 tras la eliminación progresiva del subsidio (Minenergía, 2024). Cargar un VE cuesta entre $25.000 y $35.000 para una autonomía de 300 km.

Costos de mantenimiento: Los VE tienen menos partes móviles. No necesitan cambios de aceite ni tienen sistemas de escape. Esto reduce hasta un 40% los costos de mantenimiento anuales, según datos de BloombergNEF.

Exenciones tributarias: En Colombia, los VE asumen solo el 5% de IVA y pagan menos impuestos vehiculares y peajes.

Impacto ambiental: Menos emisiones pueden ayudar a cumplir metas de sostenibilidad o ganar licitaciones con criterios verdes.

Simular el TCO para 3 o 5 años permite tomar decisiones basadas en datos, no suposiciones.

Paso 3: Escoge el modelo correcto

No todos los vehículos eléctricos sirven para cualquier operación. Elegir el modelo adecuado es clave para evitar frustraciones. Algunos criterios que debes tener en cuenta:

  • Tipo de vehículo: Van de reparto, camión liviano, pick-up, carro de vigilancia, etc.
  • Capacidad de carga: En kg o volumen.
  • Autonomía real: La autonomía indicada por el fabricante puede disminuir dependiendo de la topografía, uso del aire acondicionado, peso de la carga, etc.
  • Tiempo de recarga: Vehículos que operan de manera intensiva podrían requerir carga rápida (DC), mientras que otros pueden cargarse de noche en modalidad lenta (AC).

Marcas como Renault, JAC, BYD o Maxus ofrecen modelos con autonomías de entre 200 y 400 km. Incluso marcas nuevas como Farizon están incursionando en el país con vehículos adaptados a rutas empresariales.

Paso 4: Planifica la infraestructura

Un error común es pensar que basta con comprar el vehículo. Pero sin una estrategia de carga, la operación puede colapsar. Esto implica:

  • Identificar puntos de carga: En sedes propias, centros logísticos, patios o alianzas con cargadores públicos.
  • Tipo de cargador: Lento (AC) para carga nocturna o rápido (DC) para operación continua.
  • Evaluar la capacidad eléctrica instalada: Muchas sedes no están listas para soportar cargadores de alta potencia. Se puede requerir una ampliación del suministro.
  • Establecer convenios con operadores de red o comercializadores de energía.

Empresas como Celsia, Enel X y EPM ya ofrecen soluciones de infraestructura para flotas corporativas, incluyendo instalación y gestión de la carga.

Paso 5: Capacita a tu equipo

La transición a VE no es solo tecnológica. También es cultural. Todos los actores involucrados deben estar preparados:

Conductores: Deben aprender a conducir de forma eficiente, aprovechar la regeneración de energía, usar los modos de conducción, planear rutas con puntos de carga, entre otros.

Técnicos y mecánicos: Requieren capacitación especializada en sistemas eléctricos y baterías.

Gerentes de logística: Deben monitorear la flota con nuevos KPIs: carga, autonomía, consumo energético.

Comunicaciones y cultura organizacional: Es clave que el equipo entienda que la transición hace parte de la estrategia empresarial de innovación y sostenibilidad.

¿Cómo financiar la transición hacia vehículos eléctricos?

Uno de los principales retos que enfrentan las empresas colombianas es el costo inicial de los vehículos eléctricos. Aunque el ahorro operativo es significativo, muchas compañías necesitan alternativas de financiamiento. Por fortuna, el país cuenta con diversas opciones:

Líneas de crédito verdes: Instituciones como Bancóldex ofrecen productos como

Sostenible Adelante, que financia proyectos de movilidad sostenible y eficiencia energética. Esta línea está dirigida tanto a pymes como a grandes empresas (Bancóldex, 2024).

Leasing operativo y financiero: Bancos como Bancolombia, Davivienda y BBVA brindan opciones de leasing para vehículos eléctricos, lo que permite a las empresas evitar la compra directa del activo. Con el leasing operativo, la empresa paga una cuota mensual y puede renovar el vehículo al terminar el contrato.

Fondos e incentivos gubernamentales: Entidades como el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE) apoyan proyectos empresariales que promuevan la movilidad eléctrica. FENOGE ha trabajado en convocatorias junto con alcaldías y empresas de energía.

Modelos “as a service”: Algunas compañías proveedoras de energía o fabricantes de VE ofrecen esquemas de pago por uso. Por ejemplo, Enel X ha implementado modelos en los que ellos instalan la infraestructura de carga y gestionan el suministro eléctrico, mientras la empresa paga según uso.

Antes de elegir un modelo financiero, se recomienda hacer una simulación del flujo de caja proyectado y comparar alternativas. La financiación adecuada puede acelerar la transición y reducir el riesgo financiero.

Conclusión

La electrificación de flotas en Colombia no es un salto al vacío. Es un camino que puede recorrerse paso a paso, con análisis, planificación y acompañamiento estratégico. El futuro del transporte empresarial será más limpio, más eficiente y más inteligente. Y quienes empiecen hoy tendrán una ventaja competitiva clara.

Preguntas frecuentes sobre la transición a vehículos eléctricos para empresas

¿Cuánto cuesta un vehículo eléctrico para empresas en Colombia?

Depende del tipo y la marca. Una van eléctrica puede costar desde $100 millones, mientras que un camión liviano puede superar los $180 millones. Sin embargo, los ahorros operativos compensan esa inversión en pocos años.

¿Cuánto dura la batería de un vehículo eléctrico?

La vida útil de las baterías modernas ronda los 8 a 10 años o más de 200.000 km. Algunos fabricantes ofrecen garantías de 8 años para la batería.

¿Qué pasa con un vehículo eléctrico si se va la luz?

Es importante contar con un plan de contingencia: baterías auxiliares, puntos de carga alternativos o programar las cargas en horarios de menor demanda.

¿Los vehículos eléctricos sirven para rutas rurales?

Algunos modelos con tracción 4×4 y baterías robustas pueden operar en zonas rurales.

Todo depende de la autonomía requerida y la infraestructura de carga disponible.

¿Qué marcas ofrecen vehículos eléctricos para empresas en Colombia?

Renault, JAC, BYD, Maxus, Hyundai y marcas especializadas como Farizon ya están en el mercado colombiano con soluciones para el sector empresarial.

La transición a vehículos eléctricos en Colombia ya no depende de tecnología lejana ni de inversiones imposibles.

 Hoy existen soluciones concretas para empresas: proveedores de infraestructura de carga como Enel X, EPM y Celsia; opciones de financiamiento verde con Bancóldex, Bancolombia y otras entidades; y marcas reconocidas con respaldo local como Renault, BYD, Maxus o Farizon.

La movilidad eléctrica empresarial es viable. Hay conocimiento disponible, soporte técnico y actores confiables detrás de cada parte del proceso.

Lo que antes parecía complejo, hoy es un proyecto realizable. El cambio comienza con información clara y decisiones bien ejecutadas.

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