El huevo y el corazón: lo que dice la ciencia sobre su impacto cardiovascular

El huevo y el corazón
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Durante décadas, el huevo fue señalado como un posible riesgo para la salud cardiovascular, por su contenido de colesterol. Sin embargo, la evidencia científica más actual indica que, en la mayoría de las personas, el consumo moderado (≈1 huevo diario) no aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular e incluso podría tener efectos beneficiosos en ciertos contextos.

Consumo de huevo y riesgo de enfermedad cardiovascular

Una meta‑análisis con 23 estudios prospectivos (1,4 millones de personas y más de 123 000 eventos cardiovasculares) concluyó que consumir más de un huevo al día no se asocia con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. De hecho, se asoció con una reducción del riesgo de cardiopatía coronaria (hazard ratio [HR] = 0.89; IC 95 % 0.86–0.93) respecto a quienes consumían menos de 1 huevo/día.

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Un análisis reciente derivado del estudio PURE, con 177 000 personas de 50 países, respaldó estos hallazgos. En general no encontró asociación significativa entre el consumo de huevo y mortalidad ni eventos cardiovasculares mayores (HR ~0.96; IC 95 % 0.89–1.04)

¿Y un huevo al día? ¿Cuántos son seguros?

La evidencia más reciente de 39 estudios observacionales muestra que consumir hasta 6 huevos por semana puede incluso asociarse a un riesgo ligeramente menor de enfermedades cardiovasculares en comparación con no consumir huevo, y que 1 huevo al día se relaciona con una ligera reducción del riesgo de CVD (HR = 0.94; IC 95 % 0.89–0.99).

Un meta-análisis basado en estudios en EE. UU., Europa y Asia también concluyó que la ingesta diaria de un huevo no se asocia significativamente con riesgo cardiovascular, aunque las cohortes asiáticas mostraron incluso una asociación inversa (protectora)

Atención especial: diabetes tipo 2 y fallo cardíaco

En personas con diabetes tipo 2, el consumo alto de huevo (≥1 diario) se ha vinculado a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (HR ~1.5–1.7) comparado con quienes consumen menos de uno por semana. Sin embargo, cuando la diabetes y los lípidos sanguíneos están bien controlados, el consumo de hasta un huevo al día puede ser compatible con una dieta saludable, siempre que forme parte de un plan alimentario equilibrado y supervisado de forma individual.

Por otro lado, algunos estudios han observado que, en ciertos grupos de hombres, el consumo de ≥2 huevos diarios podría asociarse con mayor riesgo de insuficiencia cardíaca. Sin embargo, los propios autores señalan que esta relación podría estar influida por factores de sesgo como la edad, el estilo de vida y la ingesta habitual de alimentos ultraprocesados, más que por el huevo en sí. Por ello, no se puede establecer un efecto directo, y las recomendaciones sobre su consumo deben individualizarse según el estado de salud, hábitos y necesidades de cada persona.

¿El colesterol del huevo causa daño al corazón?

Investigaciones recientes desacreditan la vinculación directa entre colesterol dietético y colesterol sérico en la mayoría de personas. En un estudio reciente (PubMedCentral 2020) se observó que el consumo de hasta 2 huevos diarios dentro de una dieta baja en grasas saturadas redujo LDL y no elevó el colesterol malo.

Las directrices más actuales indican que los aportes de grasas saturadas son más determinantes para el perfil lipídico que el colesterol dietético procedente del huevo.

Mecanismos biológicos y nutrientes cardioprotectores

Además del perfil proteico y de micronutrientes, el huevo aporta:

  • Lecitina y fosfolípidos, que moderan la absorción del colesterol y favorecen HDL.
  • Fosvitina, ovotransferrina y ovalbúmina, con propiedades antioxidantes que inhiben la oxidación lipídica y el estrés vascular.
  • Colina, que puede reducir homocisteína plasmática, un factor de riesgo cardiovascular.
  • Ácidos grasos insaturados, luteína, zeaxantina y Omega‑3, que favorecen la función endotelial, reducen inflamación y estrés oxidativo.

Recomendaciones para inclusión segura en una dieta cardioprotectora

  1. Moderación: consumir hasta 1 huevo al día o 6 por semana se considera seguro. No obstante, esta recomendación debe ser individualizada de acuerdo al análisis interpretado por el médico o nutricionista.
  2. Evitar frituras excesivas: cocinar al vapor, cocido, escalfado, o a la plancha con poco aceite. El colesterol no se incrementa por el aceite, sino por el maneo que se le da al aceite. 
  3. Reducir grasas saturadas: evitar combinar con embutidos o carnes rojas. Mejor acompañar con vegetales.
  4. Pacientes con diabetes o antecedentes de resistencia a la insulina: consultar con un profesional para ajustar frecuencia.
  5. Hipertensos o con hipercolesterolemia familiar: evaluar el consumo individualmente.

Preguntas frecuentes

¿El huevo eleva el colesterol malo?
Solo en personas hiperrespondedoras (≈20 %), podría aumentar LDL; en la mayoría no lo altera o aumenta HDL, mejorando la relación LDL/HDL

¿Puedo comer huevo si tengo diabetes tipo 2?
Si bien algunos estudios observan riesgo mayor con consumo ≥1 huevo diario en diabéticos, otros no lo confirman. Es recomendable consumir moderadamente (≤4–5 por semana) y con supervisión médica.

¿Es preferible solo la clara?
La clara aporta proteína, pero la yema contiene micronutrientes esenciales (vitaminas liposolubles, colina y antioxidantes). Consumir el huevo entero es más nutritivo.

¿Los estudios indican lo mismo en todos los continentes?
No: en Asia se observó incluso efecto protector; en EE. UU. y Europa los resultados son neutros (sin riesgo ni beneficio significativo).

Conclusión

La evidencia científica actual concluye que el consumo moderado de huevo (hasta 6–7 semanales) no se asocia con mayor riesgo cardiovascular en personas sanas. En algunos casos, especialmente en poblaciones asiáticas, puede incluso reducir el riesgo coronario. Los beneficios nutricionales del huevo —proteínas completas, micronutrientes esenciales y propiedades antioxidantes— lo convierten en un alimento apto dentro de dietas cardioprotectoras equilibradas.

Si tienes condiciones de salud específicas como diabetes, hipercolesterolemia familiar o historia cardiovascular, valora su consumo de forma personalizada junto con un equipo médico.

 

 

 

 

 

 

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