Tratamiento para los Cánceres de Próstata y Ovario
Nuevas investigaciones apuntan hacia formas novedosas de tratar los cánceres de ovario y de próstata, mientras que generan decepción entre los que tienen una forma de cáncer de colon.
Tanto los ensayos sobre cáncer de ovario como los de próstata podrían cambiar la práctica clínica, con más mujeres que toman el fármaco bevacizumab (Avastin) para combatir la enfermedad en sus etapas avanzadas y más hombres recibiendo radioterapia contra el cáncer de próstata localmente avanzado, según los investigadores que presentaron los hallazgos el domingo en la reunión anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) en Chicago.
Un tercer ensayo, que analizó la eficacia de cetuximab (Erbitux) en el tratamiento de ciertos pacientes de cáncer de colon, encontró que el fármaco hacía poca diferencia en la supervivencia.
El primer estudio encontró que agregar Avastin a la quimioterapia estándar (carboplatino y paclitaxel) y continuar el “mantenimiento” con Avastin después de la quimioterapia ralentizó de hecho el tiempo hasta la recurrencia de la enfermedad en mujeres con cáncer de ovario avanzado.
Avastin es un fármaco antiangiogénico, lo que significa que interfiere con el suministro de sangre de un tumor.
“Ésta es la primera terapia antiangiogénica molecular específica en demostrar el beneficio en esta población y la combinación con quimioterapia seguida de mantenimiento [con Avastin] se debe considerar como una opción estándar para las mujeres que tienen esta enfermedad”, dijo el investigador principal, el Dr. Robert A. Burger, director del Centro del Cáncer de la Mujer del Centro de Oncología Fox Chase de Filadelfia.
“Éste es un nuevo paradigma de tratamiento potencial para el cáncer de ovario en estadio 3 y 4”, agregó la Dra. Jennifer Obel, médico asistente del Sistema de Salud de la Universidad de Northshore y moderadora de la conferencia de prensa del domingo donde se presentaron estos hallazgos.
En el estudio de fase 3 participaron casi 1,900 mujeres que tenían cáncer de ovario en estadio 3 y 4.
Las que recibieron la quimioterapia estándar, además de Avastin, y luego siguieron el mantenimiento con Avastin, por un máximo de 10 meses, vivieron poco más de 14 meses sin progresión de la enfermedad en comparación con casi 10 meses de las que fueron tratadas sólo con quimioterapia estándar.
Las que recibieron quimioterapia más Avastin pero no tomaron ningún medicamento de mantenimiento vivieron sin recurrencia de la enfermedad 11.2 meses, una diferencia que no se consideró estadísticamente significativa.
“Me siento cautelosamente optimista sobre estos datos. Muestra claramente que las que habían seguido el mantenimiento [con Avastin] mostraban una mejor supervivencia libre de enfermedad”, señaló el Dr. Robert Morgan, codirector del programa de oncología ginecológica del Centro de Oncología City of Hope en Duarte, California. “Creo que tenemos que esperar por los resultados a largo plazo antes de sacar conclusiones definitivas. Aún es demasiado pronto para los datos sobre el beneficio de la supervivencia global”.
Sin embargo, señaló que una diferencia de cuatro meses en la supervivencia libre de enfermedad es “sustancial”.
Los médicos ya emplean ampliamente a Avastin para indicaciones no autorizadas en la etiqueta como tratamiento del cáncer de ovario, apuntó, aunque aún no está aprobado para este uso. Se ha demostrado que es más activo en este tipo de cáncer que en muchos otros para el que se aprueba, señaló Morgan.
“Los médicos tendrán que tomar decisiones basadas en subgrupos específicos de pacientes de cáncer de ovario avanzado, incluyendo la etapa del cáncer”, añadió la Dra. Ursula Matulonis, directora de oncología ginecológica médica del Instituto de Oncología Dana-Farber y profesora asociada de medicina en la Facultad de medicina de Harvard en Boston.
“Además, Avastin tiene muchos efectos secundarios”, señaló. “El médico tiene que sopesar los beneficios frente a los riesgos”.
Un segundo estudio de fase 3, que se presentó el domingo, encontró que añadir radioterapia a la terapia hormonal, también conocida como terapia de privación de andrógenos (ADT, por sus siglas en inglés), en pacientes de cáncer de próstata localmente avanzado o de cáncer de próstata de alto riesgo, redujo el riesgo de morir en siete años en un 43 por ciento en comparación con la terapia hormonal sola.
“Sabemos que la radioterapia es mejor si se añade a la ADT, pero no sabíamos si podíamos tratar a los pacientes con ADT sola”, apuntó Obel. “El mensaje aquí es que la radioterapia es un elemento indispensable en el tratamiento de pacientes de cáncer de próstata de alto riesgo”.
En el estudio canadiense, más de 1,200 hombres fueron asignados de manera aleatoria para recibir terapia hormonal sola o terapia hormonal más radioterapia.
En los siete años siguientes, los que estaban en el grupo de la terapia combinada experimentaron una reducción de 43 por ciento en el riesgo de morir por cáncer de próstata, halló el equipo.
“Después de siete años, el 74 por ciento de los pacientes que recibía el tratamiento combinado seguía con vida, en comparación con el 66 por ciento de los que estaban en el grupo de ADT sola”, señaló el autor del estudio, el Dr. Padraig Warde, subdirector del programa de medicina radioterapéutica del Hospital Princesa Margarita de la Universidad de Toronto. “A los siete años, apenas el 10 por ciento de los pacientes que recibieron radioterapia más ADT había fallecido a causa del cáncer de próstata frente al 21 por ciento de los que estaban en el grupo de ADT sola”.
“Los pacientes que son tratados con el tratamiento combinado, radioterapia y hormonas, viven más y tienen menos probabilidades de morir de cáncer de próstata”, destacó. “La radioterapia debería formar parte del paquete de tratamiento para este grupo de pacientes”.
Además, las dosis de radiación son más altas hoy en día y podrían ser incluso más potentes, añadió.
Por último, otro estudio de fase 3, aunque con resultados menos alentadores, encontró que el anticuerpo monoclonal (Erbitux), cetuximab, no ayudó a las personas que tenían cáncer de colon en fase inicial (potencialmente curable) si éstas portaban la forma normal del gen KRAS.
El hallazgo fue un duro golpe, ya que Erbitux ha ayudado a pacientes de cánceres más avanzados.
Los pacientes de este estudio portaban la forma normal del gen KRAS, en los que el medicamento es eficaz en el tratamiento del cáncer más avanzado.
A los más de 1,600 pacientes del estudio se les dio seguimiento durante casi 16 meses y también fueron tratados con quimioterapia convencional.
“Para nuestra sorpresa, el ensayo demostró que los pacientes que recibieron la terapia estándar en comparación con aquellos que recibieron cetuximab junto con el tratamiento estándar no presentaron diferencias en cuanto a resultados”, dijo el autor del estudio, el Dr. Steven Alberts, profesor de oncología en la Escuela de Medicina de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. “También indican que la enfermedad en las primeras etapas puede ser diferente de las enfermedades en etapas posteriores”.
El ensayo, que contó con el respaldo de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., Bristol-Myers Squibb, ImClone, Sanofi-Aventis y Pfizer, se suspendió después de que los investigadores se dieron cuenta de que no había ningún beneficio adicional.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: June 6, 2010, news conference with: Jennifer Obel, M.D., attending physician, Northshore University Health System, Padraig Warde, MBChB, deputy head, radiation medicine program, Princess Margaret Hospital, University of Toronto, Steven Alberts, M.D., professor, oncology, Mayo Clinic College of Medicine, Rochester, Minn. and Robert A. Burger, M.D., director, Women’s Cancer Center, Fox Chase Cancer Center, Philadelphia; Robert Morgan, M.D., co-director, gynecologic oncology program, City of Hope Cancer Center, Duarte, Calif.; Ursula Matulonis, M.D., director, medical gynecologic oncology, Dana-Farber Cancer Institute, and associate professor, medicine, Harvard Medical School, Boston
HealthDay
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