Sonreír Prolonga la Vida

Sonreír Prolonga la Vida

Si siempre es de los que sonríe de oreja a oreja en las fotografías, es posible que viva más tiempo, de acuerdo con un nuevo estudio.

Investigadores de la Universidad Estatal de Wayne en Detroit evaluaron las fotografías de 230 jugadores de las Grandes Ligas de béisbol que comenzaron a jugar antes de 1950 y los calificaron en función de tres categorías: sin sonrisa, sonrisa parcial y sonrisa plena.

“Los jugadores que tenían las sonrisas más contundentes vivieron más tiempo, en comparación con las otras dos clasificaciones”, dijo Ernest L. Abel, profesor de obstetricia, ginecología y fisiología de Wayne State.

“La sonrisa más intensa, según inferimos, indica una felicidad subyacente o una actitud más positiva”, destacó. “Fingir una sonrisa intensa es difícil”.

Los investigadores reunieron otra información relacionada con la longevidad de una antigua base de datos de jugadores, como si asistieron a la universidad, el estado civil, el año de nacimiento y el índice de masa corporal.

Pidieron a los revisores que desconocían el propósito del estudio que clasificaran las sonrisas de los jugadores con un 1, 2 y 3. El 1 era para la categoría “sin sonrisa”, el 2 para la “sonrisa parcial” y el 3 para la “sonrisa plena”, la que hace visible las patas de gallo.

Para el 1 de junio de 2009, quedaban 46 jugadores vivos, así que volvieron la vista atrás para ver si la intensidad de la sonrisa en las fotografías se relacionaba con una vida más larga. Y así fue.

En promedio, la longevidad de los que no sonreían en las fotos fue de 72.9 años, de 75 para los que tenían una sonrisa parcial y de 79.9 para los que tenían una sonrisa plena.

El estudio se publicó hace poco en Psychological Science Online First.

Los jugadores de sonrisa plena tenían lo que se conoce como sonrisa de Duchenne, nombrada así en honor al neurólogo francés que la descubrió. Las mejillas y la comisura de la boca se levantan y aparecen patas de gallo alrededor de los ojos.

Después de que Abel y su equipo controlaran variables como el estado civil, el año de nacimiento y el índice de masa corporal, encontraron que la relación sonrisa-longevidad se mantenía. Los que tenían la sonrisa más grande eran la mitad de propensos a morir en un año dado que los que no sonreían. En este sentido, los jugadores de sonrisa plena no difirieron de manera significativa de los que tenían una sonrisa parcial.

Ted Williams de los Medias Rojas de Boston, “uno de los que más sonreían”, apuntó Abel, murió a los 83 años.

Sin embargo, Bill Kennedy, que jugó para Cincinnati y otros equipos, murió a los 62 años, y de acuerdo con Abel su sonrisa no era plena en las fotos que analizó.

La nueva investigación se basa en estudios previos que asocian la intensidad de la sonrisa en fotografías de anuarios de la infancia y la universidad con la estabilidad matrimonial o la satisfacción posterior con la vida.

Los hallazgos del estudio tienen sentido para Sonja Lyubomirsky, profesora de psicología de la Universidad de California en Riverside e investigadora de la felicidad que escribió el libro The How of Happiness (Cómo ser feliz). “Es muy probable que la sonrisa sea un indicador del estado de ánimo de los jugadores”, señaló. La sonrisa puede reflejar felicidad, optimismo o elasticidad, destacó.

Los expertos ya encontraron que los que son más felices suelen vivir más, agregó. Aunque no se ha demostrado que existe una relación de causa y efecto, señaló, cada vez hay más evidencia de que la felicidad como cualidad “sí predispone a la gente a vivir más tiempo”, aseguró.

¿Qué ocurre con aquellas personas que son tímidas ante la cámara y no les gusta que les saquen fotos y por tanto no sonríen? Lyubomirsky explicó que esto no afectaría los resultados globales, ya que hay individuos tímidos ante la cámara que son felices o infelices.

Entonces si usted es una persona amargada que frunce el seño ante la cámara, ¿sonreír puede ayudarlo a salir mejor en la fotografía y a mejorar su esperanza de vida?

Es difícil de decir, ya que está fuera del alcance del estudio. Pero no le hará daño. De acuerdo con Lyubomirsky, “Darwin fue el primero en sugerir que la manifestación externa de una emoción la intensifica”.

FUENTES: Ernest L. Abel, Ph.D., professor, obstetrics and gynecology and psychology, Wayne State University, Detroit; Sonja Lyubomirsky, Ph.D., professor, psychology, University of California, Riverside, and author, The How of Happiness; Feb. 26, 2010, Psychological Science Online First

HealthDay

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