Riesgos de Cáncer de Mama

Algunos factores de riesgo que parecen incrementar las probabilidades de cáncer de mama en mujeres blancas tienen menos impacto en mujeres hispanas, de acuerdo con un estudio reciente.

Por ejemplo, para las mujeres posmenopáusicas del estudio, “el uso reciente de hormonas y tener la primera menstruación a una edad temprana no desempeñaron, aparentemente, un gran papel para las hispanas”, dijo la Dra. Lisa M. Hines, profesora asistente de biología de la Universidad de Colorado y autora principal del estudio que aparece en la edición del 26 de abril de Cancer.

Para las mujeres más jóvenes estudiadas, se encontró que tanto el historial familiar como tener una estatura más grande, que en general aumentan levemente el riesgo de cáncer de mama, apuntó Hines, no parecieron relacionarse tan fuertemente con el cáncer de mama entre las hispanas como en las blancas, halló el estudio.

Los investigadores saben desde hace tiempo que tanto las tasas de cáncer de mama como las tasas de mortalidad por la enfermedad varían en función del grupo étnico. Por ejemplo, de acuerdo con una base de datos nacional, las mujeres hispanas son menos propensas a tener cáncer de mama que las blancas, ya que 89 de cada 100,000 mujeres hispanas reciben un diagnóstico de cáncer de mama en comparación con 132 por cada 100,000 mujeres blancas no hispanas.

Sin embargo, las mujeres hispanas son más propensas a morir a causa de la enfermedad, según muestran las estadísticas.

“Esto es algo que se sabe desde hace tiempo”, apuntó Hines. “La pregunta es por qué”.

Cerca del 15 por ciento de la población estadounidense es hispana y sus números están creciendo, señaló Hines, pero pocos estudios han analizado el riesgo de cáncer de mama en la población hispana a fin de determinar si los riesgos aceptados para el cáncer de mama, identificados mediante análisis que incluían mayoritariamente poblaciones blancas, son los mismos para las mujeres hispanas.

Para el nuevo estudio, Hines y colegas analizaron la información de mujeres blancas e hispanas que participaron en el Estudio del cáncer del seno “4 esquinas”, denominado así porque las participantes vivían en Nuevo México, Utah, Arizona y Colorado, cuatro estados cuyas fronteras coinciden en un punto.

Evaluaron los datos de 4,809 mujeres, 3,134 posmenopáusicas y 1,675 premenopáusicas. Las mujeres que tenían cáncer de mama habían sido diagnosticadas entre 1999 y 2002. A todas las participantes se les preguntó por los factores conocidos que afectan al riesgo de cáncer de mama, incluido su historial reproductivo, el nivel de actividad, la estatura, el uso de hormonas, la ingesta de alcohol y el historial familiar.

La conexión para algunos factores de riesgo fue más bien débil o no se encontró en absoluto entre las mujeres hispanas posmenopáusicas, a quienes no parecía afectarles el uso reciente de terapia hormonal o haber tenido la primera menstruación a una edad temprana, halló el estudio.

Entre las mujeres hispanas más jóvenes que tenían una estatura mayor y un historial familiar no se encontró ninguna relación con un mayor riesgo, a diferencia de las mujeres blancas.

Los factores de riesgo establecidos representan hasta el 75 por ciento de los cánceres de mama en mujeres blancas premenopáusicas, pero apenas 36 por ciento en los cánceres de mujeres hispanas premenopáusicas, halló el estudio. En cuanto a las mujeres mayores, los factores de riesgo representan el 62 por ciento de los cánceres en mujeres blancas y apenas el 7 por ciento de ellos en mujeres hispanas.

Sin embargo, se desconoce por qué factores de riesgo diferentes impactan de manera distinta, señaló Hines.

Los resultados también generan la pregunta de si hay otros factores de riesgo desconocidos que elevan el riesgo de cáncer de mama en las hispanas. Se necesitan más estudios en ambas áreas, destacó.

Jane Delgado, presidenta y directora ejecutiva de la Alianza Nacional para la Salud Hispana en Washington, D.C., dijo que daba la bienvenida la investigación y que llegaba en un momento oportuno.

“Como una de cada seis mujeres es hispana, es bueno realizar estudios como éste”, aseguró Delgado. “El problema es que sabemos que el cáncer no es una sola enfermedad, sino muchas, y el modo en que se presenta variará en cada individuo”.

Por ahora, señaló Hines, las mujeres hispanas deben seguir el mismo consejo para la prevención del cáncer que el resto de mujeres. Esto es, hacer ejercicio regular, seguir una dieta saludable, y en cuanto a las mujeres mayores, programar una mamografía de manera regular.

FUENTES: Lisa Hines, Sc.D., assistant professor, biology, University of Colorado, Colorado Springs; Jane Delgado, Ph.D., president and CEO, National Alliance for Hispanic Health, Washington, D.C.; April 26, 2010,Cancer, online

HealthDay

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