Relación entre Medicamentos para los Huesos y Fracturas
Una investigación reciente concluye que medicamentos ampliamente utilizados llamados bisfosfonatos no incrementan el riesgo de una mujer de un tipo inusual de fractura de fémur, algo que estudios anteriores habían sugerido.
Entre los bisfosfonatos se encuentran medicamentos muy vendidos como Boniva (ibandronato), Fosamax (alendronato) y Reclast (ácido zoledrónico).
Entre las mujeres que usan estos medicamentos, “el índice [de este tipo de fractura] fue realmente bajo, en general cerca de 2.3 por 10,000 personas año en las mujeres que tenían osteoporosis”, señaló Dennis M. Black, profesor de epidemiología y bioestadística de la Universidad de California en San Francisco.
El estudio, que aparece publicado en la edición del 25 de marzo de la New England Journal of Medicine, fue financiado por los laboratorios farmacéuticos Novartis y Merck, ambos fabricantes de bisfosfonatos. Los autores del estudio también informaron sobre relaciones con varios fabricantes de medicamentos.
Black aseguró que no podía descartar que los medicamentos puedan causar este tipo de lesión. Pero, aún así, dijo, el valor de tomarlo de todos modos superaría cualquiera de los riesgos.
“La relación entre riesgo y beneficios sigue favoreciendo mucho el uso de estos medicamentos para una mujer que tiene osteoporosis”, dijo. “Esto no es una epidemia. Sigue siendo poco común”.
J. Edward Puzas, profesor de ortopedia y director de investigación ortopédica del Centro Médico de la Universidad de Rochester de Nueva York, tiene una postura similar. “No existe absolutamente ninguna razón ni ninguna evidencia para suspender este medicamento a partir del hecho de que se den estas fracturas inusuales”, señaló.
“Las probabilidades de romperse un hueso por osteoporosis y todas las consecuencias subsiguientes son mucho más graves que estos casos poco comunes de fractura que ni siquiera nos consta que sean causados por bisfosfonatos”, aseguró Puzas. “La gente no debería suspender este medicamento basándose en lo que estamos diciendo ahora”.
En el estudio, los autores analizaron datos de tres ensayos grandes asignados aleatoriamente sobre Fosamax y Reclast.
En general, en los ensayos participaron 14,194 mujeres.
De las 284 fracturas que tuvieron lugar en la cadera, apenas 12 fracturas en 10 mujeres cumplieron con los criterios de este tipo de lesión, anotó Black. Eso significó que su equipo no pudo hallar relaciones significativas entre los medicamentos y las fracturas, incluso entre las mujeres que habían recibido tratamiento durante hasta una década.
En comparación, los autores calcularon que tratar a mil mujeres por osteoporosis durante tres años con bisfosfonatos podría prevenir unas cien fracturas, entre ellas once de cadera.
Un médico, sin embargo, se mostró cauteloso de su interpretación de los resultados, aunque continuó recomendando a las mujeres que no dejaran de tomar el medicamento.
“El mensaje para médicos y pacientes es el mismo. No hemos establecido una relación causal definitiva”, advirtió el Dr. Kenneth Egol, profesor y vicepresidente de cirugía ortopédica del Hospital Universitario para Enfermedades de las Articulaciones de Nueva York. “Sin embargo, ciertamente ha habido un número creciente de casos que, como médicos, estamos viendo en pacientes que toman estos medicamentos y sufrieron [este tipo de fractura]”.
“Pacientes y médicos necesitan tener en cuenta estos riesgos potenciales al tomar decisiones sobre qué medicamentos tomar para la osteoporosis”, aseguró Egol.
La osteoporosis afecta a unos 10 a 12 millones de personas en los EE. UU. y conlleva un riesgo elevado de fracturas debilitantes que, en raras ocasiones, pueden tener complicaciones fatales.
Los bisfosfonatos son la clase de medicamentos principalmente utilizada para tratar la afección. Los medicamentos de esta clase han demostrado reducir el riesgo de fracturas por osteoporosis y, en general, según Black, que tienen un buen perfil general de seguridad.
Sin embargo, en los últimos meses, los medios se han llenado de informes sobre casos de pacientes de osteoporosis que tomaban uno de los medicamentos y luego sufrían fracturas inusuales en el fémur.
Dos estudios técnicos también han relacionado el uso prolongado de bisfosfonatos con el problema.
“Se trata de un tipo poco común de fractura de fémur que parece ocurrir por trauma mínimo, quizá porque el paciente simplemente iba andando o giró, oyó un crujido y cayó”, explico Black. “Se trata del tipo de fracturas que generalmente veríamos en un accidente de motocicleta pero [que estamos viendo en los casos más recientes] por trauma mínimo”.
Los investigadores, sin duda, continuarán estudiando el asunto, agregó Puzas.
“Vamos a examinar más de cerca la biología de esto”, dijo. “¿Habrá algo que potencialmente explique estas fracturas inusuales y poco comunes? Si podemos encontrar una razón por la que los huesos se comportan [de manera] que pueda explicar las fracturas, esto sería un gran trecho hacia la explicación de si esto es real o no”.
FUENTES: Dennis M. Black, Ph.D., professor, epidemiology and biostatistics, University of California, San Francisco; Kenneth A. Egol, M.D., professor and vice chairman, department of orthopedic surgery, New York University Hospital for Joint Diseases, New York City; J. Edward Puzas, Ph.D., professor, orthopedics, and director, orthopedic research, University of Rochester Medical Center, Rochester, N.Y.; March 25, 2010, New England Journal of Medicine
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