Obesidad Infantil aumenta el riesgo de ERGE
Los niños obesos están en mayor riesgo de desarrollar la dolorosa enfermedad digestiva conocida como enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE), informan investigadores de Kaiser Permanente en California.
De hecho, los niños extremadamente obesos tienen un riesgo hasta 40 por ciento más elevado de ERGE, mientras que los que sufren de obesidad moderada tienen un riesgo hasta 30 por ciento superior de desarrollarla, en comparación con los niños de peso normal, señalan los investigadores.
“Aunque sabemos que la obesidad infantil, sobre todo la extrema, conlleva riesgos de afecciones graves de salud, como diabetes, enfermedad cardiovascular y cáncer, nuestro estudio añade una afección más a la lista, la ERGE”, apuntó la autora principal del estudio Corinna Koebnick, científica investigadora del Departamento de investigación y evaluación de Kaiser Permanente del Sur de California en Pasadena.
Aunque no se conocen las causas de la enfermedad digestiva crónica, la obesidad parece ser una de ellas, señaló. “Con el aumento de la obesidad pediátrica, la ERGE podría convertirse en un problema cada vez más grande”, añadió.
La ERGE puede afectar la calidad de vida, advirtió Koebnick, y anotó que la enfermedad puede causar acidez crónica, náuseas y el potencial de problemas respiratorios como tos persistente, inflamación de la laringe y asma.
La ERGE ya se ha relacionado con la obesidad en los adultos, muchos de los cuales conocen bien la acidez intermitente que resulta de que líquido que contiene ácidos estomacales se devuelva al esófago. Si no se trata, la ERGE puede resultar en inflamación crónica del revestimiento del esófago, y con menos frecuencia, en daños duraderos que incluyen úlceras y cicatrización.
Alrededor del diez por ciento de los pacientes de ERGE desarrollan una afección precancerosa conocida como esófago de Barrett, que en una pequeña minoría se convertirá en cáncer. Los investigadores del Kaiser apuntaron que la ERGE que persiste durante la adultez aumenta el riesgo de cáncer esofágico más adelante en la vida.
El cáncer del esófago es el cáncer en mayor aumento en EE. UU., y se espere que su frecuencia se duplique en los próximos veinte años. Este aumento podría deberse en parte a la epidemia de obesidad, planteó Koebnick.
El informe aparece en la edición en línea del 9 de junio de la revista International Journal of Pediatric Obesity.
Para el estudio del Kaiser, el equipo de Koebnick recolectó datos sobre más de 690,000 niños de dos a 19 años de edad. Los niños eran miembros del plan integrado de salud de Kaiser Permanente del Sur de California en 2007 y 2008.
Los investigadores encontraron que 1.5 por ciento de los niños y 1.8 por ciento de las niñas padecía ERGE. Entre esos niños, los niños obesos eran mucho más propensos a tener ERGE que los de peso normal.
Este hallazgo se sostuvo para los niños de 6 a 11 años, y para los de 12 a 19, pero no para los niños de dos a cinco años, anotaron los investigadores. El estudio no encontró una asociación entre la ERGE y el IMC de los niños pequeños.
La asociación entre la obesidad y la ERGE se sostuvo incluso después de tomar en cuenta la raza y la etnia, encontró el grupo de Koebnick.
En EE. UU., la enfermedad del reflujo gastroesofágico podría afectar a entre dos y diez por ciento de todos los niños, según otros estudios, y un estudio llevado a cabo en las escuelas encontró que el 40 por ciento de los adolescentes de 14 a 18 años de edad reportaban al menos un síntoma de ERGE esofágica.
“Saber que la ERGE se asocia con la obesidad en los niños, los pediatras pueden aconsejar a esos niños que informen sobre los síntomas de ERGE y que hagan cambios en el estilo de vida que se dirijan no sólo a la obesidad, sino también a la ERGE”, aseguró Koebnick.
Dichos cambios incluyen comer comidas más pequeñas, lo que ayudaría a reducir el reflujo ácido, apuntó Koebnick. “No se sabe si perder peso ayudaría, pero pensamos que sí”, planteó.
La Dra. Aymin Delgado, profesora asistente de gastroenterología pediátrica de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, dijo que “los hallazgos confirman lo que hemos sospechado en gastroenterología pediátrica, porque lo hemos observado”.
La obesidad afecta a todos los sistemas orgánicos, lamentó Delgado. “La obesidad plantea riesgos claros para la futura salud de los niños”, advirtió. “Muchos de estos riesgos ocurren más adelante en la vida, y es difícil demostrar que son reales. Sin embargo, este estudio muestra que lo son, y que necesitamos identificarlos y vigilar a los niños con sobrepeso y obesos, y gestionarlos de forma adecuada”.
Delgado enfatizó que la clave es la prevención. “Debemos tomar el riesgo del sobrepeso y la obesidad en serio, y hacer algo al respecto ahora”, subrayó. “Necesitamos mantener presentes los futuros riesgos de salud cuando vemos a los niños obesos”.
FUENTES: Corinna Koebnick, Ph.D., research scientist, Kaiser Permanente Southern California’s Department of Research and Evaluation, Pasadena; Aymin Delgado, M.D., assistant professor of pediatric gastroenterology at the University of Miami Miller School; July 9, 2010, online International Journal of Pediatric Obesity
HealthDay
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