Menos pacientes Cardiacos mueren después de la Hospitalización
Un estudio reciente sugiere que a medida que más centros médicos comienzan a adoptar nuevas directrices para el tratamiento de la enfermedad cardiaca, los índices de insuficiencia cardiaca y muerte han estado reduciéndose.
Las directrices más recientes han recalcado la necesidad de un uso más agresivo de medicamentos comprobados, como aspirina y bloqueadores beta, así como el uso oportuno de la angioplastia para abrir arterias obstruidas. La buena noticia es un estudio publicado en la edición del 2 de mayo del Journal of the American Medical Association que halló que, a medida que los hospitales comienzan a implementar estas directrices, los índices de nueva insuficiencia cardiaca y de mortalidad se reducen.
“Al aplicar los beneficios de los ensayos clínicos existentes, según está sintetizado en directrices nacionales e internaciones, se pueden obtener beneficios enormes para los pacientes y es posible prevenir muertes e insuficiencia cardiaca”, aseguró el Dr. Keith A. A. Fox, autor del estudio y profesor de cardiología de la British Heart Foundation en la Universidad de Edimburgo en Escocia.
Cada año, cerca de 8 millones de estadounidenses tienen un ataque cardiaco y otros 5 millones tendrán insuficiencia cardiaca, según la American Heart Association. Un ataque cardiaco tiene lugar cuando se interrumpe el flujo de sangre al corazón, generalmente por un coágulo. La insuficiencia cardiaca tiene lugar cuando el corazón está tan dañado que ya no puede bombear la sangre con eficiencia.
Se han realizado numerosos ensayos clínicos aleatorios y los médicos cuentan con cada vez más evidencia sobre el tratamiento de la enfermedad cardiaca. Como resultado de estos ensayos, según Fox, muchas organizaciones, como la American Heart Association, el American College of Cardiology y la Sociedad europea de cardiología, han emitido nuevas directrices de tratamiento.
Las nuevas directrices invitan a un uso más agresivo de medicamentos, como anticoagulantes orales como la aspirina, los bloqueadores beta, los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA), los bloqueadores del receptor de angiotensina II (BRA) y las estatinas. Las directrices también recomiendan que, si es apropiado, la angioplastia se debe realizar rápidamente.
Para evaluar el impacto que tiene la implementación de estas directrices nuevas sobre la atención de los pacientes, Fox y sus colegas recopilaron datos sobre unas 45,000 personas tratadas en 113 hospitales de 14 países. Los investigadores evaluaron los resultados intrahospitalarios y a los seis meses del alta.
Fox aseguró que, debido a la implementación de las directrices nuevas, “la supervivencia mejoró marcadamente y, por primera vez en cualquier estudio, hemos demostrado una reducción marcada en el desarrollo de nueva insuficiencia cardiaca”.
En general, dijo, “las muertes por ataque cardiaco se redujeron del 8.4 al 4.6 por ciento, la insuficiencia cardiaca reciente de 19.5 a 11 por ciento, y los ataques cardiacos recientes de 4.8 a 2 por ciento”.
“Los cambios deben ser causados por el mejor tratamiento de los pacientes luego de su llegada al hospital”, especuló Fox. “Esta mejora se debe al efecto combinado del mejor uso de anticoagulantes y otros medicamentos para el ataque cardiaco, así como a un mayor uso de la angioplastia”.
El Dr. Louis Teichholz, Director médico de servicios cardiacos y director de la división de cardiología del Centro médico de la Universidad de Hackensack, estuvo de acuerdo en que el uso de medicamentos y el aumento en el uso de la angioplastia fueron los mayores contribuyentes a la reducción en la insuficiencia cardiaca y las muertes.
“Uno de los cambios más importantes es el uso más agresivo de medicamentos”, aseguró Teichholz, quien agregó que el uso de la angioplastia también era un factor importante en el mejoramiento de las estadísticas de mortalidad e insuficiencia cardiaca.
“Cuando se lleva a los pacientes al laboratorio de cateterización para abrirles una arteria, esto mejora marcadamente la mortalidad y salva [el músculo cardiaco]”, dijo.
Teichholz señaló que estudios recientes han cuestionado el uso de la angioplastia y las endoprótesis en las afecciones cardiacas crónicas, pero en las situaciones agudas, como un ataque cardiaco, dijo, “abrir la arteria puede salvarle la vida al paciente”.
Teichholz aseguró que las estadísticas de seguimiento a seis meses no fueron tan impresionantes. La mayoría de las mejorías en el ambiente de la atención aguda se habían nivelado, anotó.
Para la mayoría, dijo, lo que importa realmente es saber que “la cuenta regresiva se inicia en cuanto comienza el dolor en el pecho. No espera horas antes de acudir al hospital”.
HealthDay
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