Medicamentos del Parkinson
Los medicamentos usados para tratar la enfermedad de Parkinson podrían elevar el riesgo de trastornos del control de los impulsos, tales como problemas con las apuestas, la compra compulsiva y los atracones de comida, advierten los investigadores.
En un estudio reciente en el que participaron 3,090 pacientes tratados por Parkinson en 46 centros de trastornos del movimiento de Estados Unidos y Canadá, los investigadores encontraron que el 13.6 por ciento de los pacientes tenía trastornos del control de los impulsos. Estos trastornos de los impulsos incluían las apuestas (5 por ciento), conductas sexuales compulsivas (3.5 por ciento), compra compulsiva (5.7 por ciento) y atracones de comida (4.3 por ciento), además cerca del 4 por ciento de los pacientes tenía dos o más de estos trastornos.
Los trastornos del control de los impulsos eran más comunes entre los pacientes que tomaban agonistas de la dopamina (17.1 por ciento) que entre los que no tomaban estos medicamentos (6.9 por ciento), hallaron los investigadores. Otros factores asociados con los trastornos de control de impulsos fueron: el uso de levodopa (otro tratamiento para el Parkinson); vivir en Estados Unidos; ser más joven o estar soltero; fumar cigarrillos; y tener un historial familiar de problemas con las apuestas.
“El tratamiento con agonistas de la dopamina en la enfermedad de Parkinson está asociado con un incremento de entre 2 y 3.5 veces en las probabilidades de tener un trastorno de control de impulsos”, escribieron el Dr. Daniel Weintraub, de la Universidad de Pensilvania (en Filadelfia) y del Centro Médico de la Administración de Veteranos de Filadelfia, y colegas. “Esta asociación representa una relación entre una clase de medicamentos y los trastornos de control de impulsos. La relación entre otras variables clínicas y demográficas y los trastornos del control de los impulsos sugiere una asociación compleja que amerita ser estudiada a profundidad para optimizar las estrategias de prevención y tratamiento”.
Los investigadores apuntaron que los agonistas de la dopamina también se utilizan para tratar otras afecciones, tales como la fibromialgia y el síndrome de piernas inquietas.
“Se necesitan estudios más grandes . . en otras poblaciones para examinar la relación entre el tratamiento con agonistas de la dopamina, otras características clínicas y los trastornos del control de los impulsos”, concluyeron los autores.
El estudio aparece en la edición de mayo de la Archives of Neurology.
FUENTE: JAMA/Archives journals, news release, May 10, 2010
HealthDay
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