Mantenerse Optimista es Clave para un Envejecimiento Feliz

Mantenerse Optimista es Clave para un Envejecimiento Feliz

¿Desea disfrutar al máximo de sus años dorados?

Entonces cultive una actitud positiva ante la vida, mantenga un bajo nivel de estrés, no fume, pero beba de vez en cuando. Además, debe ingresar al año por lo menos $30,000 y no debe tener ningún problema de salud crónico.

Esa es la fórmula mágica para ser feliz en la tercera edad, de acuerdo con un estudio que aparece en la edición de octubre de la revista Journal of Gerontology: Medical Sciences. Desafortunadamente, pocos parecen seguir estos consejos.

Los hallazgos proceden de una encuesta sobre calidad de vida que se realizó a lo largo de una década a 2,432 canadienses y que fue llevada a cabo por los investigadores de la Universidad estatal de Portland, del Centro Kaiser Permanente para la Investigación sobre salud y de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón, así como de Statistics Canada, la agencia del gobierno federal canadiense encargada de recoger y compilar datos estadísticos. Los que mantuvieron un estado de salud excelente durante 10 años fueron considerados como “personas prósperas”.

“Muchos de estos factores se pueden modificar cuando la persona todavía es joven o está en la mediana edad”, enfatizó el coautor del estudio David Feeny, investigador principal del Centro Kaiser Permanente para la investigación de la Salud, en un comunicado de prensa emitido por su organización. “Aunque estos hallazgos pudieran parecer como sentido común, ahora tenemos evidencia respecto a qué factores contribuyen a una salud excepcional durante los años de la jubilación”.

Al final de los 10 años que duró el estudio, apenas el ocho por ciento de los encuestados fueron considerados como prósperos. Mientras tanto, se consideró que el 47 por ciento no tenía una calidad de vida alta o una salud excelente. El 36 por ciento había fallecido y el nueve por ciento vivía en residencias para ancianos.

“Aunque el estudio se realizó en Canadá, los hallazgos se pueden aplicar ciertamente a los Estados Unidos y a otros países industrializados”, aseguró el coautor del estudio, el Dr. Bentson McFarland, profesor de psiquiatría, salud pública y medicina preventiva de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón, en el mismo comunicado de prensa. “La población de Estados Unidos es demográficamente similar a la de Canadá, y ambos sistemas de atención de la salud dependen de las mismas tecnologías subyacentes”.

HealthDay

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