La Vitamina D3 tiene un papel clave en la protección de la Piel contra las Infecciones

Vitamina D3 tiene un papel clave en la protección de la Piel contra las Infecciones

Las fluctuaciones en los niveles de vitamina D3 controlan la respuesta inmune innata del organismo, según muestra un estudio coordinado por Richard Gallo, del Departamento de Dermatología de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), que se publica en el último número de Journal of Clinical Investigation.

DM Nueva York

Ensayos previos habían mostrado una relación inesperada entre las fluctuaciones en los niveles de la vitamina D3 y el desarrollo de ciertas enfermedades infecciosas. Con el fin de determinar el papel de esta vitamina, el equipo de Gallo estudió cómo se producía el control del sistema inmune en la piel y observaron que los genes que eran controlados mediante la activación de la vitamina D3 tenían un papel clave en el proceso inmune.

Reparación

“Las heridas en la piel necesitan la vitamina D3 para protegerse de las infecciones y para iniciar el proceso normal de reparación. Las alteraciones en la actividad de la vitamina D3 pueden comprometer al sistema inmune innato que trabaja para resistir las infecciones, haciendo que los pacientes sean más vulnerables a los microorganismos.

Asimismo, Gallo ha comprobado que la piel dañada produce un péptido denominado catelicidina, que es necesario para combatir las infecciones. “Nos centramos en los macrófagos que destruyen las bacterias que invaden el organismo. Estos macrófagos contienen receptores toll-like que identifican a los invasores y que activan la catelicidina cuando perciben a las bacterias. Después comprobamos que las lesiones en la piel estimulan los queratinocitos para que produzcan vitamina D3. Esto, a su vez, eleva la expresión de los genes CD14 y TLR2, que detectan los gérmenes, y que junto a la vitamina D3 incrementan la catelicidina.

Tanto en ratones como en humanos la deficiencia de catelicidina facilita que las infecciones se desarrollen más rápidamente”, ha explicado Gallo.

El trabajo también muestra que las concentraciones bajas de vitamina D3, debido a la escasa absorción de vitamina D a partir de los rayos ultravioleta, se correlaciona con un incremento en el riesgo de desarrollar infecciones.

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