El Riesgo de Accidente Cerebrovascular
Existen demasiados factores de riesgo para el accidente cerebrovascular, como hipertensión arterial, obesidad y tabaquismo. Estos factores de riesgo se pueden cambiar, pero no los antecedentes familiares, agregó.
“Conozca los antecedentes familiares de su familia y de sus padres con la mayor precisión posible. Y recuerde que los antecedentes familiares podrían no ser modificables, actúan en conjunto con otros factores de riesgo”, señaló la Dra. Sudha Seshadri, profesora asociada de la Facultad de medicina de la Universidad de Boston.
“Un accidente cerebrovascular de uno de los padres debería, según creemos, incluirse en la predicción del riesgo de accidente cerebrovascular de una persona”, agregó.
El informe aparece en la edición en línea del 11 de marzo de la revista Circulation.
Para el estudio, el equipo de Seshadri recolectó información sobre 3,443 personas que participaron en el Estudio del corazón de Framingham. Estos participantes eran hijos de los participantes del estudio original de Framingham.
Entre los padres de esos individuos, 106 sufrieron de accidentes cerebrovasculares para cuando cumplieron 65. Entre los participantes actuales, 128 tuvieron accidente cerebrovascular durante los cuarenta años del estudio.
Luego de tomar en cuenta los factores de riesgo habituales para el accidente cerebrovascular, los investigadores hallaron que quienes tenían un padre que había sufrido un accidente cerebrovascular para los 65 tenían el doble del riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular a cualquier edad y cuatro veces el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular a la edad de 65 años.
Además, los investigadores hallaron que entre las madres que habían sufrido un accidente cerebrovascular, el riesgo era mayor entre sus hijas. La asociación del accidente cerebrovascular entre los padres y sus hijos no fue tan sólida, pero incluyó tanto a los hijos como a las hijas.
Los investigadores anotaron que de los dos tipos de accidente cerebrovascular, el isquémico (causado por una arteria obstruida en el cerebro) y hemorrágico (causado por sangrado en el cerebro), el accidente cerebrovascular isquémico fue el más común entre los padres y sus hijos. De hecho, 74 de los 106 accidentes cerebrovasculares entre los padres fueron isquémicos, mientras que 106 de los 128 accidentes cerebrovasculares entre los hijos lo fueron.
“Claramente, hay un sólido componente genético en el riesgo de accidente cerebrovascular”, señaló Seshadri. “El Estudio del corazón de Framingham, en conjunto con otros tres estudios de colaboración de gran tamaño, describió recientemente un nuevo gen de riesgo de accidente cerebrovascular, pero necesita confirmación y todavía quedan por hallar otros genes y variantes genéticas”, anotó.
Sin embargo, el mayor efecto de accidente cerebrovascular de uno de los padres para los 65 es sobre los hijos que tienen un factor de riesgo elevado para el accidente cerebrovascular, como hipertensión arterial, señaló Seshadri.
“Entonces, los antecedentes familiares positivos podrían motivar hacia un mejor control de la presión arterial y la glucemia, dejar de fumar, hacer ejercicio, y mantener un peso saludable”, agregó.
El Dr. Larry B. Goldstein, director del Centro del Accidente Cerebrovascular del Centro Médico de la Universidad de Duke, aseguró que estos hallazgos coinciden con los resultados de otros estudios.
Goldstein estuvo de acuerdo en que existen factores de riesgo modificables y no modificables para el accidente cerebrovascular.
“Es importante reconocer los no modificables porque por sí solos lo ponen en mayor riesgo”, dijo. “Eso significa que realmente tiene que prestar atención a todas las cosas que puede hacer para modificar esos riesgos, y ser bastante agresivo con ellos”.
De los factores de riesgo modificables para accidente cerebrovascular, la presión arterial es el más importante, aseguró Goldstein.
“Sin embargo, los estudios también demostraron que la gente que lleva un estilo de vida saludable puede tener un riesgo hasta 80 por ciento menor de sufrir un primer accidente cerebrovascular, en comparación con las personas que no lo llevan”, dijo.
Controlar la presión arterial, no fumar, permanecer delgado, llevar una dieta saludable, no beber en exceso, hacer ejercicio y mantener bajo el colesterol son maneras de ayudar a reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, aseguró Goldstein.
FUENTES: Sudha Seshadri, M.D., associate professor, Boston University School of Medicine; Larry B. Goldstein, M.D., professor, neurology, director, Duke Stroke Center, Duke University Medical Center, Durham, N.C.; March 8, 2010, Circulation, online
HealthDay
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