Directrices para la atención del asma
El control del asma y la prevención de los ataques son el centro de las nuevas directrices nacionales para el asma dadas a conocer por el programa nacional de prevención y educación sobre el asma (en inglés NAEPP) del U.S. National Heart, Lung, and Blood Institute.
Los 23 millones de estadounidenses, entre ellos 6.5 millones de niños, que tienen asma pueden evitar síntomas y discapacidad graves si siguen las directrices más recientes de mantener su asma bajo control, según los expertos que escribieron las directrices.
“El asma no es un evento, es una enfermedad crónica que se puede manejar para que los síntomas estén controlados y los ataques graves sean prevenidos”, aseguró en una declaración preparada el Dr. Michael B. Foggs, jefe de asma, alergias e inmunología de Advocate Health Care de Chicago. “Las directrices subrayan el hecho de que las personas a las que se les ha diagnosticado asma no necesitan sufrir dificultades para respirar ni reducir sus actividades. Queremos hacer de esto una realidad para todos los pacientes de asma”.
Las directrices le dan nuevo énfasis a la asociación entre médico y paciente y a la monitorización y manejo continuados del asma. Entre las recomendaciones específicas se encuentran:
- Los pacientes de asma deben ser monitorizados por un médico en algún momento entre cada mes y cada seis meses, independientemente de la gravedad de su afección y de si están experimentando síntomas.
- Cada paciente debe tener un plan de acción para el asma escrito que tenga instrucciones para el tratamiento diario y qué hacer si los síntomas empeoran. El plan de acción debería ser desarrollado por un médico o una enfermera con aportes del paciente y compartido con todos los que interactúen con él, como los miembros de la familia, los profesores y los entrenadores.
- El cuidado del asma debe incluir educación que tenga en cuenta el trasfondo cultural del paciente y su nivel educativo. Los pacientes deben participar activamente en el manejo del asma.,
- El tratamiento del asma, según su gravedad, ahora se clasifica en seis pasos, en lugar de los cuatro utilizados en las directrices anteriores. Aún se recomienda un método por pasos en el que se aumente la cantidad de medicamento cuando los síntomas del asma empeoren y reducirla, si es posible, cuando el asma esté bajo control.
“Cuando los pacientes y los médicos trabajan unidos para seguir estas directrices, se pueden prevenir los síntomas del asma y los pacientes pueden participar en todas sus actividades, además de no faltar al trabajo o a la escuela por causa de su enfermedad. Nadie debería estar esperando nada menos”, aseguró Foggs.
Las nuevas directrices, la primera actualización importante en una década, también resaltan el uso rutinario de corticosteroides inhalados como el estándar de cuidado para la mayoría de los pacientes de asma crónica.
“Las dosis entre bajas y medias de corticosteroides inhalados son muy seguras y siguen siendo la primera línea de tratamiento para prevenir los síntomas del asma. Lamentablemente, no se recetan con la frecuencia que se debieran”, aseguró en una declaración preparada William Kelly, profesor emérito del departamento de pediatría del centro de ciencias de la salud de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque.
“Algunas personas confunden estos medicamentos seguros con los peligrosos esteroides anabólicos utilizados por algunos atletas para mejorar su rendimiento. Si se usan apropiadamente, los corticosteroides son seguros y efectivos para controlar el asma”, aseguró Kelly.
A partir de investigaciones que sugieren que los niños entre los cinco y los once podrían responder de manera un tanto diferente a los medicamentos que los adultos, los autores de las directrices determinaron que los niños de este grupo de edad constituían una categoría separada.
Para muchos niños entre los cinco y los once, el asma se puede controlar con una dosis baja diaria de un corticosteroide inhalado, en lugar de tratamientos combinados, como los agonistas beta de larga duración, que necesitan varios pacientes adultos de asma.
Las directrices también recalcan la necesidad de que los pacientes tomen sus medicamentos de control incluso si no tienen síntomas de asma. También hay que enseñarles a los pacientes a usar adecuadamente los inhaladores para que el medicamento llegue a sus pulmones.
Las nuevas directrices debían ser presentadas el domingo en la reunión anual del American College of Allergy, Asthma and Immunology, en Dallas.
HealthDay
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