Detección Precoz del Cáncer de Ovario
Una investigación reciente sugiere que un nuevo método escalonado detecta con precisión el cáncer de ovario de etapa inicial en mujeres de mayor edad que tienen un riesgo promedio para esta enfermedad.
Se sabe que el cáncer es un asesino silencioso porque con frecuencia se diagnostica demasiado tarde para ser tratado con éxito. Hace tiempo que los científicos intentan dar con un método confiable de detección precoz.
El algoritmo de riesgo de cáncer de ovario (Risk of Ovarian Cancer Algorithm, ROCA), que usa un modelo matemático, esta diseñado específicamente para las mujeres posmenopáusicas en riesgo promedio de la enfermedad.
Los hallazgos serán presentados en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO) que se celebrará el mes próximo en Chicago, pero fueron dados a conocer a los periodistas en una rueda de prensa especial el jueves.
“Este algoritmo ROCA representa otro ejemplo más de la medicina personalizada. Esto está personalizado hacia una estrategia de evaluación de un cáncer grave”, explicó el Dr. Douglas W. Blayney, presidente de la ASCO y profesor de medicina interna de la Facultad de medicina de la Universidad de Michigan y director médico del Centro Oncológico Integral de la Universidad de Michigan.
Sin embargo, los expertos están esperando los resultados de un ensayo mucho más grande que debería salir en 2015 antes de recomendar esto como procedimiento rutinario.
“Esto no va a cambiar la práctica en este momento” aseguró la Dra. Karen Lu, autora principal del estudio y profesora de oncología ginecológica del Centro Oncológico M.D. Anderson de la Universidad de Texas.
“El cáncer de ovario es el cáncer ginecológico más grave y la cuarta causa principal de muerte por cáncer en las mujeres”, aseguró Lu. “Más del 75 por ciento de los casos se presentan con enfermedad en etapa avanzada, cuando el índice de curación es inferior a treinta por ciento. No hay una buena prueba exploratoria efectiva en este momento”.
Medir los niveles de una proteína de la sangre conocida como CA-125 puede ayudar a detectar el cáncer de ovario, pero el marcador está lejos de ser perfecto.
En este estudio participaron más de 3,200 mujeres posmenopáusicas entre 50 y 74 que no habían sufrido cáncer de ovario y que no tenían antecedentes familiares significativos de cáncer de ovario o de mama.
Las mujeres comenzaron recibiendo una prueba de sangre CA-125 cada año. Si la prueba indicaba bajo riesgo, las mujeres podían esperar otro año antes de la prueba siguiente.
Si los niveles estaban elevados, ponerlas en la categoría de riesgo intermedio, sin embargo, se le programaba a las mujeres una prueba de seguimiento tres meses después.
Si esa prueba también era elevada, se consideraba que las mujeres estaban en riesgo elevado y se sometían a sonografía transvaginal (STV) o ultrasonido y se remitían a un oncólogo ginecológico, que decidía si la cirugía era necesaria.
Durante los nueve años del ensayo, el 6.8 por ciento de las voluntarias se pasaron al grupo de prueba con CA-125 durante tres meses, mientras que apenas el 1 por ciento se remitió a STV y a un oncólogo.
En total, ocho de las más de 3,200 mujeres se sometieron a la cirugía recomendada. Tres de ellos tenían cáncer de etapa inicial (los tres se habían sometido a tres años de pruebas con CA-125 antes de pasar al siguiente grupo), dos tenían tumores de ovario “en el límite” y las otras tres tenían tumores ováricos benignos.
La especificidad del método ROCA fue de 99.7 por ciento, lo que significa que virtualmente no hubo falsos positivos, anotó el equipo.
Ninguna de las mujeres que tenía cáncer de ovario dejó de ser detectada por la prueba, aseguró Lu.
Si los resultados del ensayo ROCA de mayor tamaño, que se realiza actualmente en Gran Bretaña, son estimulantes, el ROCA podría llegar al consultorio de los médicos en un futuro no muy lejano, como “parte de los exámenes de salud de rutina para mujeres posmenopáusicas”, agregó Blayney.
FUENTES: May 20, 2010 news conference with Karen Lu, M.D., professor of gynecologic oncology, The University of Texas M.D. Anderson Cancer Center, and Douglas W. Blayney, M.D., ASCO president, professor of internal medicine, University of Michigan Medical School and medical director, Comprehensive Cancer Center, University of Michigan; study abstract
HealthDay
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