Controversia en torno a un Medicamento para el Colesterol
La comunidad de cardiólogos está dividida e intenta entender un ensayo que muestra que un medicamento que puede reducir los niveles de colesterol “malo” no beneficia de todos modos a las personas que están en alto riesgo de ataque cardiaco y otros problemas cardiovasculares.
El medicamento, Vytorin, combina una estatina bastante conocida, la simvastatina, con ezetimiba, que también reduce el colesterol LDL pero de otra manera. Hace algunos meses surgió una controversia cuando Merck/Schering-Plough, que comercializa el medicamento en los EE.UU., publicó los resultados de un ensayo europeo que mostró que el medicamento combinado no reducía la acumulación de depósitos de placa que obstruyen las arterias más que la simvastatina por sí sola.
Esos resultados y sus implicaciones se discuten este fin de semana en la reunión anual del American College of Cardiology en Chicago. La New England Journal of Medicine, que publicará dos trabajos y dos editoriales sobre el fármaco en la edición del 3 de abril, está publicando los artículos de manera anticipada para que coincidan con la reunión.
Un artículo de investigadores europeos revisó de nuevo los resultados del ensayo y llegó a la misma conclusión, que Vytorin no redujo la acumulación de placa más que el tratamiento con estatinas en el grupo de estudio, compuesto por personas que tenían una afección hereditaria que las hacía tener un nivel inusualmente alto de colesterol en la sangre y el consiguiente riesgo elevado de problemas cardiovasculares a una edad temprana.
Entonces comienza la interpretación de estos resultados.
El Dr. B. Greg Brown, profesor de medicina de la facultad de medicina de la Universidad de Washington en Seattle, que coescribió uno de los editoriales, aseguró que los resultados podrían no aplicar a la población porque “la población (del estudio) había recibido tratamiento durante muchos años porque tenía un alto nivel de colesterol. Esto podría afectar su respuesta al tratamiento nuevo”.
La pregunta básica queda sin responder, apuntó Brown. “El medicamento [Vytorin] sí reduce el colesterol LDL de manera sumamente efectiva. La pregunta es si ayuda a reducir el riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular o similares. ¿Se trata de algo cosmético o hay una reducción en el riesgo también?”.
Todavía quedan sin responder esas preguntas, agregó Brown. Sin embargo, agregó, “lo que yo creo es que esta no era la población adecuada para estudiar”. Otros estudios que se están realizando ahora podrían ofrecer una respuesta, pero no la habrá hasta 2011 o 2012, dijo.
Entretanto, comentó Brown, “estoy de acuerdo con las declaraciones de la American Heart Association y del American College of Cardiology de usar ezetimiba si es necesario para lograr que la gente reduzca su nivel objetivo de colesterol LDL”.
El Dr. Harlan M. Krumholz, profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Yale y coautor de otro de los artículos de la revista, no estuvo de acuerdo con la perspectiva de Brown.
“Desde mi punto de vista, no se debería tomar el medicamento y, si se lo recomendara a alguien, sería a un paciente con el riesgo más elevado que no pudiera tolerar las estatinas”, señaló Krumholz.
El artículo que coescribió compara el uso de Vytorin en los EE.UU. y Canadá. La proporción de recetas de medicamentos para reducir el colesterol representada por Vytorin aumentó de 0.2 a 3.4 por ciento en Canadá entre 2002 y 2006. En los EE.UU., el aumento fue de 0.1 a 15.2 por ciento de todas esas recetas.
“Esta diferencia es bastante notoria”, aseguró Krumholz. “Si hubiéramos adoptado el medicamento como se hizo en Canadá, se hubieran ahorrado entre $1.5 y $2 mil millones en costos de atención de la salud. ¿Que obtuvimos con esto? ¿Logró beneficios para los pacientes? No lo podemos decir con seguridad”.
También es posible que este nuevo agente reductor del colesterol resulte perjudicial, advirtió Krumholz. Recordó la historia de torcetrapib, un medicamento desarrollado por Pfizer que incrementaba los niveles de colesterol HDL en la sangre, el colesterol “bueno” que evita la formación de placa. Pfizer suspendió las pruebas del medicamento en 2006 por un ensayo que mostró una mayor mortalidad entre quienes lo tomaron.
“Se trataba de un medicamento nuevo, el primero en su clase”, agregó Krumholz. “Los resultados del laboratorio se veían muy bien, pero terminó haciéndole daño a mucha gente”.
No está claro si sucederá lo mismo con Vytorin, dijo. “La evidencia con la que contamos hace que el beneficio sea menos probable” señaló Krumholz. “Tenemos un mercado de $5 mil millones al año y nada de datos de resultados”.
Su artículo en la revista anotó que el uso de estatinas permaneció constante en Canadá pero se ha reducido en los EE.UU. a medida que ha aumentado el uso de Vytorin.
“No usamos las estatinas al máximo “, señaló Krumholz. “Definitivamente, no es lo correcto”.
HealthDay
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