Asocian la obesidad con un mayor riesgo de cáncer
El control del peso, el ejercicio y la nutrición adecuada son claves para reducir el riesgo de cáncer. Y mientras más pronto en la vida se adopten estos hábitos mayor será el beneficio, de acuerdo con un nuevo estudio.
Factores tales como el peso al nacer, la maternidad, la lactancia materna, así como el peso y la altura en la edad adulta también influyen en el riesgo de cáncer, de acuerdo con el informe publicado el miércoles por el American Institute for Cancer Research y el Fondo mundial para la investigación del cáncer, con sede en Gran Bretaña. Comprender cómo estos factores afectan el riesgo de cáncer y cómo se puede utilizar esta información para prevenir la enfermedad ofrece nuevas direcciones prometedoras para la investigación del cáncer, apuntaron los autores del estudio.
“Necesitamos considerar el cáncer como el producto de muchas influencias a largo plazo, y no en algo que simplemente ocurre”, dijo en una declaración preparada el Dr. Walter J. Willett. Willett, profesor de epidemiología y nutrición de la Facultad de salud pública de Harvard, fue uno de los 21 autores del informe, Food, Nutrition, Physical Activity, and the Prevention of Cancer: A Global Perspective (Alimentación, nutrición, actividad física y prevención del cáncer: una perspectiva global).
“A la evaluación de las causas del cáncer a lo largo de toda la vida se le conoce como enfoque del curso de la vida”, agregó.
El informe, un análisis realizado por científicos de todo el mundo de más de 7,000 estudios, ofrece 10 recomendaciones para ayudar a prevenir el cáncer. Entre éstas se encuentran mantener un peso saludable, hacer al menos 30 minutos de ejercicio todos los días, limitar el consumo de carne roja y de alcohol, y evitar las carnes procesadas.
“Estos hallazgos están en lo cierto”, aseguró Colleen Doyle, directora de nutrición y actividad física de la American Cancer Society. “Están acorde con nuestras directrices para la actividad física y nutrición. Está claro que hacen hincapié donde necesitan hacerlo, que es en el control del peso”.
“Es un informe de buenas noticias”, agregó Karen Collins, asesora de nutrición del American Institute for Cancer Research. “Si vigilamos nuestro peso, hacemos actividad física de manera regular en nuestra vida diaria y seguimos una dieta saludable y balanceada, podremos prevenir un tercio de los cánceres”, destacó. “El peso extra no es un peso muerto”, explicó. “Es un tejido metabólico que produce sustancias que promueven el desarrollo del cáncer”.
“Las personas deberían tomar este mensaje para aumentar su nivel de conciencia”, dijo Collins.
El análisis de los estudios halló una relación definitiva entre el exceso de grasa y los cánceres de esófago, páncreas, colon y recto, endometrio, y riñón, así como cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas.
El riesgo del exceso de peso empieza al nacer, de acuerdo con el informe. El motivo de la relación entre el peso al nacer y el cáncer de mama tiene que ver con la grasa corporal. El exceso de grasa en el cuerpo afecta a las hormonas, y estos cambios pueden hacer más factible que las células experimenten un tipo de crecimiento anormal que conduzca al cáncer, aseguraron los investigadores.
Además, las niñas con sobrepeso pueden empezar a menstruar a una edad más temprana. Por lo que a lo largo de la vida tendrán más periodos menstruales. Esta exposición extendida al estrógeno está asociada con un mayor riesgo de cáncer de mama premenopáusico, halló el informe.
No fumar es lo más importante que se puede hacer para reducir el riesgo de cáncer, señaló Doyle. Aunque, agregó, “hay estimaciones de que la obesidad superará al tabaquismo como principal causa prevenible de muerte”.
“Es magnífico ver otro informe que enfatiza que mantenerse activo, controlar el peso y llevar una dieta saludable no sólo ayuda a reducir el riesgo de cáncer sino también el de la enfermedad cardiaca y la diabetes”, señaló Doyle.
El informe también halló que la lactancia materna puede reducir el riesgo de la madre de desarrollar cáncer de mama. Además, los bebés amamantados tienen un menor riesgo de obesidad o sobrepeso, y esto significa un menor riesgo de desarrollar cáncer.
“La evidencia es bastante sólida en torno a la lactancia materna, y el hecho de que ofrece protección tanto a la madre como a sus hijos la convierte en una de las diez recomendaciones para prevenir el cáncer”, dijo Willett.
Además, las personas altas parecen tener un mayor riesgo de cáncer de mama y colorrectal en la posmenopausia, de acuerdo con un informe.
“Hallamos que la altura también está probablemente asociada a un mayor riesgo de cáncer de ovario, pancreático y premenopáusico”, agregó Willett. Aunque la relación entre la altura y el cáncer es convincente, las personas altas no están destinadas a desarrollar cáncer, apuntó.
Willett anotó que tener un mayor riesgo no es garantía de que se vaya a desarrollar cáncer. “El riesgo no es una predestinación”, dijo. “La evidencia muestra claramente que el riesgo puede modificarse”.
“Queríamos señalar estas relaciones emergentes, porque creemos que son más importantes que lo que la comunidad científica y el público creen”, apuntó Willett. “El desarrollo o no del cáncer tiene que ver con los genes y las elecciones que tomamos cada día. Nuestro riesgo de cáncer también está influenciado por toda la experiencia acumulada a lo largo de la vida, desde el mismo momento de la concepción”.
El peso y la composición corporal son un gran factor, dijo una experta.
“Este informe refuerza realmente la conexión entre tener sobrepeso o ser obeso y un mayor riesgo para muchos, si no todos, los cánceres”, dijo Carolyn Lammersfeld, directora nacional de nutrición en Cancer Treatment Centers of America. “La mayoría de los estadounidenses no están al tanto de esa conexión. Están más preocupados por los pesticidas y contaminantes ambientales, pero la obesidad es un factor de riesgo mucho mayor”, aseguró.
Sin embargo, los riesgos pueden minimizarse, agregó. “Si no tiene cáncer, nunca es demasiado tarde para hacer lo que está en sus manos para reducir su riesgo”, dijo Lammersfeld. “Además, los supervivientes del cáncer deberían seguir las recomendaciones de la dieta y el peso para prevenir la recurrencia del cáncer”.
El informe señaló que las personas no deberían consumir complementos dietéticos para contrarrestar el riesgo de cáncer, algo con lo que Lammersfeld se mostró de acuerdo. “No se puede compensar una dieta mala con complementos”, dijo.
HealthDay
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